Monstruo

Consuelo

Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto

-"Sakura, abre."-gruñó, por quinta vez.

Se olvidó las llaves, y después de llamar a la puerta Sakura no contestó. Se supone que las clases de medicina se habían suspendido por un problema con los profesores, por lo que a la universidad no fue. Tampoco pudo haber salido a comprar algo para ella, no solía hacerlo, y no necesitaban nada en la casa tampoco. Cuando se dispuso a derribar la puerta, Sakura abrió.

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-"¡Sasuke-kun!"-le saludó con voz temblorosa, sin mirarle. Sasuke se enderezó y la miró desde arriba, escudriñándola.

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Estaba temblando.

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La empujó ligeramente, para entrarla a la casa, ya que parecía no querer moverse. Y la miró con fijeza. Hubiera funcionado, si ella estuviera mirándolo.

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-"Mírame, maldita sea."-

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La vio abrir la boca, y en vez de acatar su orden, agachó a un más la mirada.

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No tenía paciencia, y la delicadeza no era un don con el que lo hayan bendecido. Así que le tomó por los cabellos y tiró de ellos para levantarle el rostro.

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Ella le dio un manotazo y lo alejó tan rápido como pudo, mientras ladeaba el rostro. Pero Sasuke lo vio.

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-"¿Cómo te hiciste eso?"-dijo con voz áspera.

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-"Me caí."-contestó rápidamente.

Ella comenzó a caminar hasta las escaleras y las subió con prisa, con Sasuke pisándole los talones.

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Corrió hasta la habitación y quiso cerrar de un portazo, pero Sasuke entró prácticamente a la par de ella y le tomó con firmeza la muñeca de la mano con la que se había dispuesto a cerrar la puerta y ella soltó un quejido de dolor.

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Él sonrió torcido.-"Piensas que soy estúpido ¿verdad?"-cuestionó en voz baja, cargada de... de... Sakura tragó saliva.-"¿Cómo te hiciste eso?"-le miró a l cara, pero Sakura no lo hacía. El morocho, furibundo, le tomó el rostro con una mano y la forzó a que levantara la cabeza.

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Sakura no habría los ojos, porque no quería ver la expresión en los ojos de Sasuke al ver la gran marca violácea que tenía en la mejilla. Ni las marcas de dedos que tenía en la muñeca, justo donde él la tenía apresada.

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Sasuke la soltó. Y cuando Sakura iba a abrir los ojos, él la empujó a la cama y se tiró sobre ella.

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Madre Santa.

-"¿Quién? Sakura."-le susurró.-"¡Maldita sea! ¡¿Quién?"-explotó.

Le acarició el pómulo, y la miraba atentamente. Con los ojos bien grandes. Era desconcertante... no saber qué es lo que pasaba por su cabeza en aquellos momentos, y también frustrante. Porque él siempre sabía que era lo que le pasaba.