Una historia de amor cliché.
⚠️No se tocan temas canonicos en su y no se tocaran aunque la película de haya estrenado.
Esta historia empieza cuando Ruby cumple 17 años, en su último año de secundaria luego de vivir 3 años libre de las reglas de su...
—Ah, lo siento, no había sacado la cuenta en el calendario. . . –musitó con un tono nervioso—. Margot.
—Ya casi llegamos a tu casa, tranquilízate. –comentó observando su teléfono—. Esta vez tu celo es más fuerte, al menos eres buena aguantando.
—Ser una alfa soltera tiene sus ventajas, supongo.
Ambas compañeras caminaban hacia la casa de la ojiverde quien estaba ansiosa por el encuentro que tuvo con la pelirroja.
—¿Me puedes prestar tu suéter? –preguntó con vergüenza.
La beta miro confundida a la contraria sin saber la razón de aquella petición, pero al bajar la mirada logra observar un bulto muy sobresaliente entre los shorts de la joven alfa.
—¡Ah!, Claro que te lo puedo dar, deberías controlar eso también. –comenta mientras le da la vestimenta pedida.
—E-Eso es casi imposible. . . Por poco y logro controlar mi celo. –expone amarrandose el suéter de la contraria alrededor de la cintura.
—Es cierto, no entiendo bien la movida entre los alfas cuando tienen esas reacciones.
—¿Que crees que hacía esa chica allí? No creo que Bliss y ella tengan algo apenas sé están conociendo, ¡A-Apenas llegó a la escuela como pueden. . .! –pausa conteniendo su respiración agitada.
—¿Celosa?.
—¿Por qué debería estar celosa de que Bliss tenga a esa omega en su casa?
—Ah, no lo sé, tal vez porque Bliss es independiente por lo que puede tener todo tipo de contacto sexual con esa omega sin preocuparse de que sus padres digan algo. –expone notando como la alfa empieza a alterarse— ¿Una omega en celo en casa de Bliss?, Ruby, esa omega es la más hermosa por el amor de Dios, ¿En serio piensas que Bliss desaprovecharía eso?
La de ojos verdes no le daba gracia lo que comentaba su amiga, sabía que estos comentarios los hacía adrede solo para demostrar tener la razón y luego reírse de ella en su cara. Sin embargo, la alfa no podía dejar que su orgullo le ganará, mucho menos en esta circunstancia tan desesperante como lo es tener una erección agonizante. Solo le quedó desviar la mirada para evitar los ojos de sus amiga.
—¡Tu ganas! –admitió la chica de cabello azul—. Estoy celosa, estoy celosa de que esa omega este en casa de Bliss, Chelsea es muy linda y su tacto es como la de una ángel recién caída del cielo, ¡¿Entiendes?!
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Un silencio invadió el ambiente mientras Ruby pensaba lo que acaba de decir, por otro lado, Margot solo la miraba de forma algo impactada sin poder creer lo que su compañera acababa de admitir.
(...)
Luego de unos cuantos minutos caminando, al fin logran llegar al hogar de la alfa.
—Eres una alfa celosa. –musito con una sonrisa victoriosa rompiendo el silencio.
