Capitulo 18

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Tras la muerte de la seleccionada de Chelsea la marca de la mencionada desaparece de su cuello causando un gran alivio para la pelirroja, pero el sentimiento de paz desaparece al observar a su madre, Nerissa, quien al entrar a la habitación muestra un rostro decepcionado confundiendo a la pelirroja.

—¿Qué pasa, mamá? –cuestiono la omega en un tono apagado.

La rubia solo se limitó a observar la escena acercándose a su hija, la marca había desaparecido, esto causo una expresión de desagrado.

—¿Que mierda fue lo que ocurrió aquí? –cuestionó la omega al mando.

—Ca-Cariño...! –un golpe es recibido por la alfa haciendo que calle.

—Le pregunté a Chelsea. –musitó entre dientes.

La mayor de cabello rojizo asintió adolorida, sabía que no podía hacer nada en ese caso, su instinto le impedía colocarse frente a su hija y defenderla, eso es lo que cree, la realidad es que desde su nacimiento fue criada para obedecer órdenes como si de una mascota se tratarse, Samara levanta la vista observando los ojos llorosos de la princesa.

Responde. –ordenó.

Samara coloca sus manos sobre sus orejas tratando de no escuchar la voz de su esposa, aquella combinación de tonos causan una gran irritación en la alfa. Chelsea por otro lado muestra sumisión ante la orden directa de su madre, tratando de no romperse abre la boca apunto de responder;

—Mi bebé. . . –musitó con voz rota.

Sin darse cuenta la sirena de cola verdosa yacía derramando lágrimas sintiendo como un nudo en la garganta empieza a dolerle por tratar de aguantar aquellas ganas que tenía de gritar, la pelirroja sabía muy bien que no podía ser fuerte en este momento, no podía fingir indiferencia al responder, realmente le dolía el hecho de que su cachorro ya no estuviera creciendo en su vientre, y también, le rompía creer que Ruby nunca volverá por ella, la mezcla de esos pensamientos hacían que la omega se sintiera indefensa.

—¿Por qué estás de esa forma? –cuestionó la reina con indiferencia—. De igual forma ese cachorro sería una abominación que moriría al nacer.

Aquellas palabras causaron en Chelsea un grito de desesperación que finalmente salió, sin sorprender a la rubia, pero captando la atención de la alfa, quien al no seguir aguantando el sufrimiento de la princesa se pone frente a ella, está acción sorprendió a la rubia molestando la por tal movimiento.

Basta. –ordenó la alfa.

Nerissa al escuchar la voz de mando de su esposa no logra hacerle frente y se retira de la habitación con indiferencia, Samara tomo en brazos a su hija quien yacía en llanto; dándole caricias.

(...)

La casa de los Gillman yacía en un silencio torturador, lo único que sonaba eran los videojuegos del joven Sam y los gritos de ánimo de su tío Blill, esos dos parecían no tomarle mucha importancia a lo que sucedía debido a la falta de información que poseían sobre el asunto.

La alfa de cabello azul estaba en su habitación, había entrado por la ventana para no llamar las atención.

—Carajo. –se quejó.

~Escapando del mar~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora