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El lugar favorito de Gemini y Fourth, es y será ese monte donde ambos se conocieron casualmente hace tres años. La verdosa colina llena de flores blancas y lilas, con árboles frondosos marcando el límite hasta donde podían llegar. Todo el pueblo estaba situado así, entre grandes colinas, pero esa era especial.

Ese lugar donde Alfa y Omega se conocieron sin saber que los sentimientos comenzarían a surgir entre ambos.

Aquella primera mañana de vacaciones decidieron aprovecharla para ir a ese lugar, sabiendo que podían estará solas, sin ser molestados por nadie, tampoco perturbados por el ruido de los autos, que aunque no sean muchos, son realmente fastidioso. Sobre todo para el Omega, causando dolor siempre en su cabeza.

Fourth se encuentra esperando a su amigo en la parada de bus, llevando una canasta llena de alimentos en sus dos manos debido a lo pesada que estaba, sumando a ello la mochila de color azul que cargaba en su espalda, la cual contenía una muda de ropa como cada vez que iba allí.

Sus ojitos se iluminaron cuando ve el auto de su Alfa, incluso su lobito emite un aullido de felicidad de tro de él. Levantándose de la banca en la que estaba sentado, da cortos pasitos antes de ser interceptado por Gemini, quien sin mucho esfuerzo quita la canasta de sus brazos.

- Yo podría cargarlo. - demanda el castaño, formando un puchero con sus labios, manteniendo sus brazos cruzados mientras el Alfa se encargaba de guardar la canasta dentro de su auto.

Norawit voltea a verlo, tratando de reprimir una sonrisa por lo tierno que se ve con sus mejillas infladas y ese marcado mohin, además de que su sedoso cabello estaba bailando al compás del viento y su naricita se encontraba arrugada de una manera chistosa.

- Por supuesto que sí, Omega. - admite con dulzura, pasando sus dedos por su cuello hasta sujetar su mentón e inclinar su cabeza hacia atrás para que lo puedas mirar fijo. - Pero ya era momento de guardar los alimentos y comenzar a disfrutar de nuestro paseo.

- ¿Dudas de mi fuerza? Porque aunque se pa poquita, no soy un debilucho. - susurra bajito, sin poder bajar la mirada debido al agarre del Alfa.

Y aunque pudiera, no lo iba a hacer. Sentir el tacto de su Alfa lo llena de júbilo, sus feromonas que expulsan se vuelve más dulces mezclándose con las de Gemini, quien no deja observarlo como si fuera la pieza más hermosa del universo. Porque si había algo que quiere ver por la eternidad.

Unos bonitos hoyuelos aparecen en ambas mejillas del castaño cuando sonríe sin evitarlo, mostrando su blanca dentadura. Contagiando con su felicidad al más alto, quien tampoco se rehúsa a sonreír un poco. El Omega por primera vez siente al lobo de su Alfa en sincronía con el suyo, puede jurar que los lobitos están corriendo en círculos y sintiéndose libres.

Sus ojitos se cierran en automático cuando los labios de Gemini presionan sobre su frente, aumentando la alegría en su corazón, sin poder detener las lágrimas que escapan y los bajos sollozos que empiezan emitir, causando preocupación en el otro.

Gemini se separa, sujetando ahora con dos manos el pequeño rostro, comenzando a cambiar su olor a uno total preocupación, examinando con la mirada al castaño.

- ¿Qué ocurre, Fotfot? ¿Por qué lloras? ¿Ya no quieres ir conmigoa la colina?

El más bajo niega, poniendo sus delgadas y pequeñas manos sobre las del Alfa, rozando su piel con las yemas de sus dedos, calentando el corazón de ambos con esos simples toquecitos. Expulsando feromonas para tranquilizarlo.

- Estoy bien, lo juro.

- Si es por haber llevado la canasta... tú eres fuerte, un Omega muy fuerte. - habla suave, dando a entender que no se refiere solamente a lo que ocurre en ese momento, sino a lo que paso días atrás en la escuela. Se encorva un poco, agachandose hasta juntar su frente con la del menor, limpiando con sus pulgares las lágrimas que siguen resbalando por sus mejillas. - Eres valiente, eres hábil, eres inteligente, eres hermoso, eres el ser más perfecto que he conocido.

El frágil corazoncito de Fourth no está listo para escuchar todo eso, su llanto solamente aumenta, pero ahora Gemini entiende que no es tristeza, puede sentir su felicidad, puede sentir como su lobo agita la cola al de Fourth, con las orejas levemente levantadas, dando pequeños pasos para acercarse.

Porque Gemini comienza a dar esos pequeños pasos para entender lo que siente, para conectarse con su Alfa y comprender sus noches en vela teniendo de consuelos al castaño de lunares hermoso.

- Gem...

- Y yo estoy agradecido con la Luna por permitir que tú seas mi Omega, un Omega capaz de vencer todo. - susurra en su oreja para luego abrazar su pequeño cuerpo, acariciando el cabello de Fourth cuando esconde su rostro en su pecho y llora débilmente.

El reconocer que ese muchachito es la pareja que su Alfa quiere, es un primer paso, un inmenso avance.

Sabe que falta mucho, falta enamorarse, falta quererlo como tanto espera. Pero está seguro de que lo hará, porque hubiese sido angustiante que las cosas fueran al revés, hubiese caído en depresión si era su Alfa quien rechaza al Omega.

Después de varios minutos se soltaron del abrazo, caminando hacia el auto e ingresando en los asientos de adelante, luego de haber puesto los cinturones para evitar ser detenidos, Gemini puso en marcha el auto.

- Hoy tendremos un día de picnic. - menciona el castaño, quitándose la mochila y dejándola a sus pies, observando a través de la ventana las casas que iban dejando atrás.

- Así es, Omega.

- ¿Crees que las orugas ya decidieron salir de sus casitas convertidas en bellas mariposas?

Gemini sonríe ante la curiosa pregunta del chico, deteniéndose en el semáforo que está con la luz roja. Girando su cabeza hacia el lado de Fourth para verlo con más atención y poder responder.

- El invierno aún no termina, así que no creo que las mariposas no convertidas quieren dejar todavía su casita.

- Bueno.

Es lo ultimo que responder Fourth, con las mejillas infladas y apartando la vista del Alfa cuando vuelve a conducir.

Su nariz está en la gloria del sentir ambos aromas en un espacio tan reducido, mezclándose en el aire y haciéndole suspirar.

Algo le dice que ese día será inolvidable.

Me disculpo por borrar la otra historia, espero que me comprendan

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Me disculpo por borrar la otra historia, espero que me comprendan. La borre porque no creía que fueran de sus agrado así que decidí borrarla.

Pero no se preocupen habrá más historia de ellos .

Omega Celoso   [GeminiFourth]   Where stories live. Discover now