#13

508 65 21
                                    

-Te dije, no valía la pena

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Te dije, no valía la pena.

Por alguna razón, Sae está conmigo en la azotea, mientras yo tengo mi cuerpo tendido sin preocupación alguna en el suelo y con mi brazo cubriendo mis ojos. Si los dejo abiertos, la humedad va a comenzar a caer. Pero ni siquiera me importa que esté o no. Su voz y reproches se confunden con la voz de mi lado cuerdo, todo me dice que soy una estúpida. Y lo soy.

Fue muy ingenuo pensar que yo podía ser la única chica con la que tenía algo. Está claro que si lo hizo una vez, lo pudo hacer varias veces. ¿Qué número he sido?

Siento mis antebrazos empezar a humedecerse. Siempre ha sido lo mismo. Buena, pero no lo suficiente. No lo suficientemente buena como para ser su novia, pero sí para estar de imbécil con él sabiendo que tiene novia. Lo suficientemente buena para tener su cuerpo, pero ni siquiera completo. Lo que más me duele es que de una u otra forma termino siempre en una situación parecida.

La imagen de Michael rozando sus labios regresa a mi mente. Mis manos no pueden evitar temblar. Qué labios más sucios, qué suciedad llevo en mí también. Muerdo mi labio y ejerzo mucha presión, quisiera no haberlo besado nunca. No llevar el recuerdo de la suavidad de sus labios hechos de espinas. Lo único que han hecho es apuñalarme, traerme malos recuerdos.

Antes fue Ancel, me gustó durante mucho tiempo, mucho tiempo, y cuando tuve la oportunidad de hacerme cercana a él, de conocerlo y que me conociera mejor, lo hizo porque le gustaba una amiga. No yo. Se acercó a mí para poder llegar a ella. Quizás yo también malinterpreté el hecho de que quisiera pasar tiempo conmigo. Debí saber que no soy más que un conector en la vida de los demás. Pero para mi cerebro todo es tan confuso, para mi corazón tan claro. «Lo quería, me quería». Solía pensar eso y pasar mis noches en vela hablando con él. Viviendo mi fantasía.

Ahora que lo pienso, incluso en la vida de mi mejor amiga. Ya no estamos juntas y ella ni recuerda mi existencia. Todas mis amistades se quedaron atrás, decían que me iban a extrañar mucho y que iban a estar pendientes de mí, una vez fuera de mi ex colegio nadie se ha preocupado por mí. Pero ahora no responde ni siquiera mis mensajes. Pareciera que le estorbo.

Me doy vuelta en el suelo, suelto un suspiro que suena cansancio, amargura, lágrimas contenidas y mi impotencia. La besó.

-Hey... -llama Sae, pero lo que menos quiero es destapar mi cabeza y que se ría de mí por ser débil.

¿Por qué no puedo ser suficiente? ¿Por qué siempre el segundo lugar? Aunque en este caso decirme segundo lugar es ponerme muy positiva. Pero, ¿por qué pasar por lo mismo siempre? No es suficiente con una vez, por lo visto. Debo experimentarlo una y otra y otra vez hasta que me quede seca por llorar. Pasar por el tan conocido nudo en la garganta, el sabor salado de mis lágrimas al pasar por mis labios y ese dolor en el pecho, que no hace más que crecer.

De alguna manera me hace recordar que tampoco he sido lo suficientemente buena para mis padres. Si obtengo buenas calificaciones, es mi deber. Si obtengo malas calificaciones, es porque soy mala estudiante. Nunca han reconocido uno de mis logros como míos, ¿también soy tan poco a la vista de mis padres?
Fue por eso que me rendí en tratar de ser buena hija, tratar de agradarles. Ahora solo que las cosas pasen. Después del divorcio me sentí más sola aun. Papá prestó más atención a su otra hija, no más de tres años menor que yo. La chica es una genio y brilla en cualquier lugar. Es agradable, inteligente y todos la conocen, tiene fascinado a papá.

No seas tan rudo - 𝘐𝘵𝘰𝘴𝘩𝘪 𝘚𝘢𝘦Where stories live. Discover now