No seas tan rudo - 𝘐𝘵𝘰𝘴𝘩𝘪 𝘚𝘢𝘦

#16

Viéndome al espejo, recuerdo que ya he usado este vestido.
Cuando lo compré creí que era el mejor vestido que podía tener. El más lindo, el más delicado.

Lo usé solo una vez, esa vez que me dejaron plantada. Y aunque ahora sólo lo esté usando por motivos muy diferentes, no puedo evitar recordar lo que sentí. La decepción, el enojo y el frío de la noche de verano. Todo se ve y se siente claro aún.

Esperé tan ansiosamente que llegara a nuestra especie de cita, pero como siempre, algo surgió. Y me quedé sentada. Y nadie me vio con mi lindo vestido nuevo. Y a nadie le importó, a nadie más que a mí. Y por la noche solo pude llorar. Llorar porque el vestido era para él, no para mí. Llorar porque una vez más estaba linda para alguien y no para mí.

-Bien. -digo arreglándolo una vez más.

Pero ahora el vestido me queda pequeño y ya no es mi mejor vestido.
Así como Michael.

Tomo el bolso con mi uniforme y salgo del baño, aún es muy temprano, pero la presentación es a primera hora y necesito estar lista. Anoche casi no pude dormir por memorizar el diálogo que había olvidado.

-Hey, alto.

-¿Um? -digo aún avanzando.

-¿Has visto a Sae? -pregunta Alexis.

Sae. Demonios. Me había olvidado de lo que pasó ayer. Sus palabras, sus besos, su calor. Todo quedó en el olvido cuando un mensaje de Nicole me recordó que debía memorizar muchas anotaciones para el acto. Tengo unas ojeras terribles y de paso, bolsas en los ojos.

Mierda, mis estúpidos latidos se fueron de mi control.

-No. -me detengo en un falso intento de ser casual. -¿Por qué?

-Creo que su hermano está enfermo. Si lo ves, ¿podrías avisarle?

-¿Sae tiene un hermano?

Creí que era hijo único, él mismo lo dijo.

Me gano únicamente una mirada extrañada, seguida de un asentamiento de cabeza y su partida. Y muchas cosas no tienen sentido, porque es muy temprano, de haberse enfermado su hermano, debería de estar con él, pues no hace mucho se abrieron las puertas del colegio. Otra es que no sabía de su hermano, recuerdo claramente que, de una de nuestras antiguas peleas, le había dicho que era hijo único, cosa que no negó.

~

-¡Nicole Reu- -una mano golpea mi estómago.

-Como vuelvas a decir mi nombre te tiro de las escaleras. -gruñe la chica vestida de maid.

Ruedo los ojos. -Si no querías que me enojara hubieras traído de una vez el trapero para secar el desastre que hiciste.

La hora de la obra ya pasó, y de lindo cierre tuvimos mi caída astral y a Nicole derramando agua en la esquina del salón, cerca del asiento que le pertenece a Sae, quien no ha venido a clases.