No seas tan rudo - 𝘐𝘵𝘰𝘴𝘩𝘪 𝘚𝘢𝘦

#18

Mi ánimo mejoró. Vaya que mejoró. Las clases igual pasaron volando y la semana de exámenes se da por terminada por este día, al igual que da inicio a algo muy extraño que no ha hecho más que hacerme sonreír.

Pero mi cabeza sigue inundada de pensamientos muy desviados de la realidad. ¿Desde cuándo me hice tan dependiente? ¿Siempre fui así? O será que nuevamente estoy exagerando las cosas. Recientemente, me importa muy poco lo que pase con Michael, pero antes estaba muy al pendiente. ¿Es por Sae? Porque si es así, mi cabeza anda mal. Primero, de qué manera pasó de importarme tanto alguien, a simplemente verlo; segundo, teniendo miles de cosas en las qué pensar gasto mi tiempo en esto; tercero, mi ser es tan auto-crítico que no me deja hacer más que pensar que estoy haciendo mal las cosas, de nuevo.

Claramente la idea de estar con Michael era muy tonta, pero me gustaba jugar a la niña sin preocupaciones; lastimosamente, no me salió bien. Ahora bien, ¿qué tan buena es la idea de estar con Sae? Es probable que ni lleguemos a ser nada, pero ahí voy con las miles de probabilidades. Puede ser que tanto para él como para mí, esto no funcione. Él conoce demasiadas cosas, muchas que no debería, quizás... todo está siendo rápido.

-¡Ya! -dice Nicole. -¿Por qué no vienes a clases y sí vienes a la salida?

Me giro en dirección a quien sea que le grita Nicole. Vaya suerte.

-SaeSae llegó. -se acerca Sae con una gran sonrisa y su mirada fija en mí. Jamás pensé que Sae pudiera hacer fallar un poco mi respiración, porque justo ahora me siento defectuosa. -Vine a pedir la tarea.

Nicole suelta una carcajada y yo también me río.

-Tú no pides la tarea ni cuando vale el treinta porciento de la nota final. -me burlo. Da unos pasos más y se pone a mi lado.

-Es que la tarea me la vas a dar tú. -pasa su brazo por mi cintura y comienza a caminar presuroso a la salida.

Giro la cabeza y Nicole tiene los ojos bien abiertos y la cara roja. Al igual que yo. ¡Qué demonios!
Sae hace presión en mi cintura y me atrae más a él.

-¡Sae! -exclamo una vez me siento capaz de hablar.

-¿Qué? -continua caminando con normalidad. -Nadie está viendo.

-Es la hora de salida. Claro que nos están viendo.

-No me importa.

A pocos pasos del portón de salida puedo ver a Michael. Él y su novia, ambos asombrados, pero Michael parece estar enojado. Error, está muy enojado. Cuando estamos cerca de ellos toma la mano de Imma y hala de ella con fuerza en camino opuesto al nuestro.

Yo solo puedo reírme. ¿Qué es lo que tiene Sae que me hace sentir tan nerviosa y a la vez que no me importa nada?

-Esto es incómodo. -me quejo.

-Claro, si lo haces mal. -me mira con cara burlona. -Se supone que deberías de pasar tu brazo en mi cintura e ir riendo de nada en especial. -acerca su cara a mi oído. -Pero creo que mejor solo las manos.