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Elizabeth

el cumpleaños de Belly llegó, y consigo su presencia en mi habitación hasta más de las doce para enseñarme sus notificaciones al respecto.

—mira —me mostró su teléfono con más de cinco notificaciones.

eran de: Jeremiah, Steven, Taylor, Cameron y Conrad. El último con un simple "feliz cumpleaños, bells".

suspiré aún viendo el último mensaje enviado de su parte.

Connie 💙
¿estás despierta?

creo que me voy a dormir a mi habitación —sonreí una vez me levanté de su cama.

—está bien —sonrió asintiendo.

—descansa. Y feliz cumpleaños, linda —le dí un beso en la frente.

You
lamentablemente.

caminé hacia mí habitación, entrando y recostando mi cuerpo en mi suave cama, para que otra notificación alumbre la pantalla de mi teléfono.

Connie 💙
¿quieres jugar?

sonreí.

You
¿por qué debería negarlo?

no pasaron más de cinco minutos cuando escuché un murmullo del otro lado de la puerta. Caminé hacia la manija de la puerta, abriéndola con suavidad para que no hiciera tanto ruido.

—espera, quiero agua —murmuré saliendo de la habitación. Él asintió.

bajé las escaleras demasiado lento para mí gusto, solo para que no notara que aún estaba despierta. Llegué a la cocina, tomé un vaso y lo rellene de agua. Noté presencia de dos personas afuera en la piscina. Sonreí al identificarlos.

belly y Jeremiah estaban sonrientes hablando uno con el otro, ella se veía emocionada hablando de algo que le gustaba —supongo— mientras él la escuchaba atentamente con una sonrisa.

siempre he pensado que hacen bonita pareja, desde pequeña.

recuerdo una vez que Jeremiah tenía gripe y belly no quería salir, así que ambos se quedaron jugando cartas entre otras cosas todo el día. Lo sé porque estuve dormida y escuchaba todo lo que ellos hacían.

—se ven muy lindos juntos, ¿verdad? —Conrad murmuró en mi oído mientras tomaba mi cintura.

—hijo de puta —murmuré dejando el vaso en la mesa que estaba allí para poder voltear y quedar cara a cara.

—¿qué pasa? —sonrió divertido.

—me asustaste —reclamé golpeando levemente su pecho— pude haber gritado y que se enteren que estamos chusmeando.

—que se enteren, me da igual —bajó su mirada levemente a mis labios.

él sabe lo que provoca. Lo sabe.

relamí mis labios saliendo de sus brazos para tomar el vaso que había dejado unos segundos antes de la mesa, enjuagar, dejarlo y tomar a Conrad de la mano para subir a mi habitación.

FALSE GOD | CONRAD FISHERWhere stories live. Discover now