51

1.3K 100 7
                                    

Elizabeth

Luego de haber estudiado la mayoría de la noche, decidimos que sólo yo lo acompañaría.

Laurel había llegado en la mañana, así que estaba preparando un desayuno a cada uno mientras yo estaba en la habitación de Conrad, él se estaba alistando.

—¿te sientes bien? —pregunté sentándome en su cama.

—sí —respondió casi al segundo, pero luego se quedó pensando— creo.

—estudiamos toda la noche y creo que hasta me aprendí los temas —bromeé— así que estoy segura de que lo pasarás.

Dejó su suéter en la cama para venir a besarme con ganas, por lo que sonreí en medio del beso.

—¿te quedarás en el campus? —preguntó en un murmullo aún sin separarse de mis labios.

—mhm —respondí volviendo a besarlo— quiero ver donde pasabas cuando no me contestabas.

Él se separó ofendido.

—siempre te contesté —tomó nuevamente su suéter y se lo colocó.

—lo sé, pero me gusta el drama —contesté sonriendo.

Sonrió negando mientras tomaba su mochila que estaba a mi lado, en eso, unas gotas de agua se desprendieron de su cabello húmedo.

—me gusta cuando tienes el cabello húmedo —comenté a la ligera.

—¿por qué? —preguntó colgando la mochila en su hombro.

—no lo sé, lo siento más... romántico y sexy al mismo tiempo —confesé mordiendo la parte interior de mi mejilla.

—entonces lo usaré más seguido —sonrió mientras me indicaba para bajar.

Cuando estuvimos abajo, nos sentamos en un taburete cada uno para que Laurel dejara un plato en frente. Sonreí sintiendo mi estómago revolotear.

—debo confesar que te extrañe, Laurel —confesé mientras tragaba— la comida de tu hijo es un asco.

—¡te escuché, Elizabeth! —espetó Steven desde el sillón.

—¡perdón, Tev. Te amo! —me disculpe.

—¡solo te perdono porque eres mi ma... —se interrumpió a si mismo—mi segunda madre!

Laurel frunció su ceño mientras soltaba una leve risa, yo solté una carcajada.

—gracias por perdonarme, hijo —respondí divertida caminando hacia la cocina.

—¿hijo? —preguntó Laurel confundida.

—sí, Conrad y yo somos sus segundos padres —encogí mis hombros mientras lavaba mi plato.

—¿¡volviste con Conrad!? —susurro un tan exaltada.

—llevamos más de un mes saliendo de nuevo —sonreí secando mis manos.

—¿por qué no me habías dicho nada de esto, señorita? —reclamó sonriente.

—estaba demasiado ocupada con él, lo siento —salí de la cocina, dejando a una Laurel confundida, pero sonriente.

—¿nos vamos? —preguntó Conrad cuando llegue a su lado.

—eso te lo debería preguntar yo, no al revés —enarqué una ceja.

—como sea, amor —sonrió abrazando mis hombros— vamos.

—no puedo caminar si me tienes abrazada —hablé con tono obvio.

FALSE GOD | CONRAD FISHERWhere stories live. Discover now