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Elizabeth

Belly caminó con su desayuno en mano, con un semblante levemente enojado.

—¿esta bien? —la señalé con mi cabeza mientras daba un mordisco a mi muffin.

—desde ayer está así y no tengo idea el por qué —Steven encogió sus hombros.

—es extraño —comentó Connie con la boca llena.

—no hables con la boca llena —espeté mientras le pegaba levemente en su cabeza, él sonrió divertido.

—esta bien —respondió lo más de tranquilo.

Sin decir alguna palabra, caminé hacia el sofá sentándome en silencio al lado de Belly. Esta me miró para luego suspirar y dar un mordisco en su muffin.

—¿pasa algo? —pregunté.

—no —respondió secamente.

Fruncí mi ceño.

—sé que pasa algo, Bells. ¿Qué es? —pregunté una vez más, ella me miró y suspiró.

—yo... —hizo una pausa— aún estoy enamorada de Conrad.

Pestañeo varias veces seguidas tratando de procesar aquello. Tragué saliva antes de hablar.

—¿enamorada de Conrad?

Fue lo único que mi boca pudo decir, no tenía más palabras para describir lo que siento en este momento. Ella asintió.

—sí, me dí cuenta en estos días que ustedes han estado más cariñosos de lo usual —quitó su mirada de mí para fijarla en la ventana— lo siento.

—no te preocupes, lo entiendo —sonreí sin mostrar mis dientes— es tu primer amor y ese no se supera tan rápido.

Siempre entiendes las cosas aunque te duelan.

si —me miró— gracias por entenderlo, Eli.

Asentí sin decir más nada.

—iré a tomar agua.

Dejé mi muffin en la mesa sin importarme de él, solo quería espacio. Espacio para pensar en mis cosas.

No negaré que en estos días he estado pensando si es correcto darle otra oportunidad a Conrad, pero él me ha demostrado que la quiere, que quiere mejorar las cosas que hizo mal y lo ha hecho. Pero aún así, después de todo lo que pasó en nosotros siento que no será igual.

Me senté en el mesón mientras tomaba mi agua con la mirada fija en el están del frente. Sentí una mano fría en mi muslo, por lo que miré asustada hasta que lo reconocí.

—¿qué pasa? —preguntó mientras se posicionaba entre mis piernas.

—estaba pensando —dejé el vaso a un lado, para acariciar su pelo.

—¿sobre?

—nosotros —respondí mirándolo— y todo lo que me esta pasando.

—¿qué te está pasando?

—bells aún está enamorada de ti —confesé mordiendo el interior de mi mejilla.

—oh, no —suspiró mientras cerraba sus ojos— ¿eso te hace insegura?

—no del todo, solo me hace pensar si de verdad te merezco...

—claro que lo haces —me interrumpió con el ceño fruncido— siempre me has merecido.

Sonreí levemente mientras dejaba un beso en su frente. Tomé sus manos e hice una mueca.

—estas frio —acuné su rostro con mis manos— eso es porque tienes un corazón frío.

FALSE GOD | CONRAD FISHERWhere stories live. Discover now