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Conrad

¿hay algún otro sabor más exquisito que el de sus labios? no lo creo.

tres toques en su puerta hizo que ambos nos separemos asustados.

—¿quién? —preguntó Elizabeth.

—¿Eli? —la voz de Steven sonó al otro lado de la puerta.

—voy.

ella me preguntó en un murmuró si me quería ir o quedar, sinceramente no me haría mal quedarme.

abrió la puerta, Stev tenía una sonrisa, pero una vez me vió frunció el ceño.

—¿él que hace aquí? —entró y cerró la puerta detrás suyo.

—vino a jugar conmigo —señaló la play que estaba en su mesa de noche.

él asintió aún sin creer.

—no es mi vida, así que no opino —se dejo caer en la cama, yo me senté en la silla del tocador.

—¿a qué viniste? —cuestionó sentándose a un lado de Steven.

—es que conocí a una chica —se acomodó lo más rápido que pudo para así hablar cara a cara— y es la chica más linda y dulce que he conocido. Pero siento que no estoy a su nivel, ¿sabes? —Eli asintió— veo a sus ex novios y digo: ¿por qué no puedo ser así como ellos? ¿por qué se fijó en mí?

—te quiere a ti, imbécil —lo interrumpí— no empieces comprando todos los que ellos tienes a lo que tú tienes. Si le gustas es porque eres tú, no por el dinero que manejes.

ambos me miraron sorprendidos, pero era verdad. Sabía cómo se sentía esa mierda de la inseguridad con una chica.

—¿de dónde sabes tanto, Connie Pokie? —Elizabeth apoyó su codo en su pierna, para luego apoyar su cara en la palma de su mano.

dios, no recordaba ese apodo.

—anécdotas —encogí mis hombros con mi mirada fija en ella.

relamió sus labios mientras trataba de esconder una sonrisa divertida.

—creo que iré a hablar con ella —steven decidió parándose de la cama y saliendo de la habitación.

—tras de lindo das consejos —cerró la puerta nuevamente— me gusta.

—¿te gusta? —me acerqué a ella divertido.

—mhm, y mucho —sonrió mirando mis labios.

esa mirada no, por favor.

¿sabes que me gusta a mí? —mi mano volvió a su mandíbula.

¿acaso tiene un imán incrustado? sí.

—¿qué? —volvió a subir su mirada a mis ojos.

—tú —me acerqué a dar un beso en sus comisuras— tus labios.

ella se empinó para estampar sus labios junto a los míos. Bajé mi mano hacia su cadera, sobando de esta levemente mientras ella tenía sus manos en mi cabello.

—¿quieres ir a la piscina conmigo? —murmuró entre el beso.

—pero ahorita —hablé de igual manera sonriendo.

se separó del beso mirándome divertida.

—vamos —tomó mi mano y me guió a mi habitación.

—¿qué hacemos aquí? —me senté en la orilla de mi cama.

—buscarte un bañador —habló mientras buscaba en cada cajón.

pasaba suéter por suéter, abría cajón por cajón hasta que encontró uno. Lo tiró y se acostó en mi cama boca abajo esperando a que me cambiara.

bajamos las escaleras, cada uno con una toalla en el hombro y con nuestras manos entrelazadas.

ella se quitó el short mientras me miraba, yo estaba repasando su cuerpo. Sus perfectas curvas, su cadera, sus muslos. Todo ella era perfección.

me acerqué a ella tomando de su cintura rápidamente, y así hundirnos a ambos en la piscina.

—eres un idiota —masculló una vez salió nuevamente a la superficie.

—soy el idiota que amas, linda.

—soy el idiota que amas, linda

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—, AUTHOR'S NOTE ★

¿secret relationship it's coming? maybe 😉

DIOS, GRACIAS POR LOS 2K DE VISTAS Y LAS +200 ESTRELLITAS ❤️❤️❤️

recuerden: si hay tiempos buenos, también habrá malos.

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FALSE GOD | CONRAD FISHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora