Esto es tan extraño. ¿Por qué me siento tan atraído a ella cuando es una bola de felicidad irritable? Ni siquiera es tan buena en el Taekwondo, pero siento que quiero protegerla.
Una historia de un chico cinturón negro que se enamora de una chica c...
- ¡Taehoon se ve tan sexy hoy! - habla Sofía, emocionada.
- Es tan guapo que mi corazón se detendrá - añadió Milagros, con el mismo entusiasmo que Sofía.
Ciertamente, ella no lo veía feo. Era guapo, muy guapo.
- Si fuera un poco más amable sería perfecto.
"Ya es bastante amable, ¿de qué hablan?" se decía ella misma, escuchándolas.
- Es tu turno, Taehoon - lo llamò el profesor para que él combatiera con uno de los chicos, pero no tanto como para comentarlo.
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- Estoy yendo - respondió Taehoon.
Ella no era consciente de que apesar de haber estado tan poco tiempo en la academia, era la más cercana a Taehoon.
No estaba precisamente interesada en él, pero quería ser su amiga. Aunque sea incómodo escuchar cómo fantasean con él.
"Los fanáticos de ella".
- ¿Vieron la foto que subió el padre de Taehoon a instagram?
- ¿La foto grupal de la academia? La vi.
- Oh, ¡yo la vi también! - levantó la mano un chico.
Todos los compañeros de Taehoon se acercaron a ver de qué se hablaba.
- Miren a esta de acá, es bonita.
- ¡Y tiene tetas enormes!
- ¿Se la imaginan saltando? Deben hacer "boing-boing" - opinó un chico, haciendo mímicas de pechos saltando.
- Es imposible que Taehoon no le haya puesto un dedo encima a esa chica. Apuesto a que no es virgen.
- ¿Deberíamos coquetearle? Para ver quién se la coge primero.
- Hey, eso es demasiado idiota - un chico se enojó por los comentarios anteriores.
- ¿Taehoon no se enojará si merodeamos cerca de su academia?
- Claro que no, no le importó para nada cuando nos metimos con sus estudiantes.
- Yo paso.
- Yo igual. Es linda, pero Taehoon me da miedo.
Al final, todos se dispersaron y dejaron eso como una simple conversación sobre chicas; a excepción de tres chicos que se tomaron en serio lo de coquetearle.
- ¿Deberíamos ir hoy?
- No, quizás mañana, hoy mis padres quieren cenar.
- Vete al diablo, yo no puedo esperar para estar entre sus tetas.
- ¿Asumes que te va a elegir a ti? Eres el más feo, estúpido.
- Labia mata cara--
No pudo terminar de hablar gracias a la patada que le cayó fuertemente en la cabeza.
Lo que le siguió a esa patada fue una masacre, Taehoon los acribilló por completo.
- Los llevo escuchando un rato, cabrones.
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- ¡L-Lo sentimos!
- Incluso si les corto su miembro viril a todos aquí y se los hago comer, no es suficiente por haber manchado su imagen.
Sólo él podía pensar así de ella, y era tan angélical que ni él llegó alguna vez al punto de hablar morbosamente del cuerpo de esa jovencita.
Inhaló del cigarro antes de acercarse a los chicos arrodillados.
- Ni crean que he terminado, perras.
Dicen que desde entonces, ningún chico en el colegio se atrevía a siquiera mencionar a la academia de Taehoon.
"Los fanáticos de ella, de nuevo".
En la academia, ella atraía a todos lo chicos. Sin embargo, ninguno se atrevía a mencionarla, hablaran bien o mal de ella, siempre recibían una paliza de Taehoon.
Procuraban no tocarla mucho durante los combates y los entrenamientos. Fuera del doyan, prácticamente la ignoraban ya que evitaban hablar con ella.
¿Cobardes? No, ellos eran sobrevivientes, porque Taehoon siempre está cerca de ella.
Actualmente, están haciendo saltos de mariposa como su rutina de ejercicios de preparación para su torneo.
Y todos tenían en mente una sola cosa: TETAS.
Algunos sólo miraron menos de 2 segundos antes de girar la cabeza por completo en otra dirección, sabiendo que Taehoon estaría prestando atención a quién estaba mirándola; otros ni siquiera la miraron.
Un chico desafortunado se dejó llevar por sus instintos y miró 8 segundos a la chica y cómo saltaba.
- ¿Dónde estás mirando, pedazo de mierda? - lo sorprendió Taehoon, hablando por lo bajo.
Cuando el chico quitó la mirada, ya era demasiado tarde.
- Fueron 8 segundos - lo señaló antes de continuar su entrenamiento.
El chico se lamentó, preparándose para la paliza.
Esa noche, ni bien salía de la academia, Taehoon lo emboscó y lo arrastró a un callejón.
- De rodillas, y pide perdón.
El chico se disculpó durante 8 minutos, que fue cuando Taehoon lo detuvo.
- Muy bien, no te perdono. Ahora sigue tu castigo. Debes agradecer que hoy estoy de buen humor.
Taehoon pensó con esa sonrisa aterradora en su rostro.
- Fueron 8 segundos, deberían ser 8 patadas. Pero como viste saltar ambas... - Taehoon empezó a cantar - 2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6, 6 y 2 son 8 y 8 son 16. Tienes que aguantar 16 patadas mías, ¡y si no mueres en el proceso quizás no te mate mañana! Es una mega-oferta, ¿no crees?
Apesar de que su voz seguía siendo amigable, su expresión decía que realmente lo mataría.
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