44. Esperanza.

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"Lunes, 5 días"

Tan solo faltan 5 días para el Torneo Nacional, que será el sábado. Todos estaban nerviosos y más el profesor, porque una de sus estrellas estaba lesionada.

"Tantos meses presumiéndola para que no pueda ir... ¡Está loca si cree que voy a dejar esto así!": Fue lo que dijo el profesor pensó ese día cuando le mandó a hacer ejercicios para su rodilla con y sin ligas.

Estaba ansioso, esperando a ver qué tal se mejoraba su rodilla.

- ¿Estás segura de que no pelearás? - le preguntó al profesor.

- No aguanto un combate y aguantaré un nacional... No puedo hacerlo, profesor.

"Martes, 4 días"

Ella se levantó temprano para hacer su ejercicios y practicar su poomsae.

El profesor había mandado unos vídeos del tiempo correcto de cada poomsae y ella quería hacer lo mejor para ese día.

Ella no quería pensar tanto en su pierna y el torneo, pero se veía visiblemente deprimida por el asunto.

Llegó a la academia. Tambaleándose durante el poomsae pero terminando impecablemente.

- ¿Estás haciendo los ejercicios que te dejé? - la interrogó el profesor.

- Sí, y ya he mejorado lo suficiente como para correr, pero cuando le pongo peso repentinamente o hago un mal movimiento me traquea y se me va de lado.

"Miércoles, 3 días"

El profesor empezaba a preocuparse, a ese ritmo ella no aguantaría un combate.

- ¿Quieres hacer un combate simulado?

Ella no dudó, aceptó de inmediato. Tenía ya casi una semana sin pelear e, inesperadamente, lo deseaba. Extrañaba el sonido de las cosas que pateaba, el hormigueo en sus pies con cada patada, su respiración intranquila, sentir su rostro y su cuerpo calientes.

No había notado cuánto le había empezado a gustar esa forma de pelear que antes la estresaba por tener movimientos limitados. Le molestaba no poder dar rodillazos ni dañar la cara del oponente; le costó mucho acostumbrarse al estilo.

Ese día, luego del combate simulado, una chispa dentro de ella se volvió a encender: Esperanza.

Aunque se caía, se volvía a levantar para seguir pateando y bloqueando. La rodilla le dolía demasiado, pero continuaba.

Al final, ya casi estaba por los suelos.

- Ve al ortopeda, conozco uno buenísimo que te cobra barato.

"Jueves, 2 días"

Finalmente pudo sacar la cita con el ortopeda y fue con su madre a las 9 a.m para la cita, donde el doctor le dijo que tenía una luxación de rodilla y algunos tendones estirados. También mencionó algo de una rótula salida; a eso no le tomó atención.

- Respecto a la hinchazón, es normal que parezca un tamal gracias a que se está recuperando. Debes hacer reposo y usar una rodillera con un espacio para que la rótula , pero si quieren apurar el proceso pueden ir a fisioterapia y rehabilitación.

- ¿El reposo puede ser de dos días?

El ortopeda la miró con el ceño fruncido por la confusión antes de reír.

- Escuché que tenías un nacional el sábado.

- Sí. Lo que quiero saber es si puedo ir o no.

El doctor pareció pensarlo. Después de unos segundos, tomó una hoja y empezó a escribir rápidamente para entregarle la receta de los medicamentos que tenía que sacar.

- Un ungüento para la zona adolorida antes del torneo y una tableta durante el torneo; cada pastilla tiene una duración de 6 horas.

Pareció florecer en cuanto le dijeron que sí podía ir al torneo.

- Doctor, ¿en serio puede ir con esa rodilla así? Parece un tamal - preguntó la madre, señalándole la rodilla.

- De que puede, puede. No creo que se le empeore. Quizás se le hinche después del torneo, ponte un paño de agua fría.

La alegría de la chica fue tan notoria que le sacó una risilla al doctor.

- Solamente ten cuidado. Si te vuelves a lastimar o si te queda alguna molestia extraña en la rodilla, no dudes en volver.

...

Ese mismo día, llegó a la academia tan rápido como un rayo en espalda de Taehoon, quien también estaba feliz por la noticia.

Se apresuró a donde estaba su profesor y alegremente le dijo:

- ¡Iré al nacional!

Continuará.

By: 🌸Nae🌸.

Encantador - Taehoon. Where stories live. Discover now