Encantador - Taehoon.

32. Fogueo.

"Odio llegar tarde"

La chica llegó corriendo y se incorporó al calentamiento lo más rápido que pudo.

Ese viernes tenían un fogueo con academias amigas, con las personas que participarían del torneo nacional en noviembre.

Llegó prácticamente cuando acabaron, así que se puso los protectores a la velocidad de la luz.

Taehoon la observó, pensando en lo linda que se veía apurándose, como una roca inquieta saltando de un lado a otro.

"Combates"

Los combates fueron como siempre, mantuvo la calma y pudo dominar los combates. Aunque se terminó lamentando por no hacer giros ni patadas rápidas, como en los entrenamientos.

Iba bien, hasta que se cruzó con un chica de cinturón amarillo. Por equivocación, chocaron cuando ella se dirigía a tomar agua.

La chica, que llevaba el cabello trenzado, la miró de arriba a abajo y siguió de largo.

Extrañada por el comportamiento de la desconocida, tomó su agua preocupada.

"¿Me veo mal? Quizás le caí mal porque actúo como una estúpida siempre. O puede ser porque soy la única cinturón blanco que participará en los nacionales y por eso le desagrado...".

Se deprimió pensando en que había hecho algo mal para que esa muchacha la tratara feo.

Cuando se sentó la observó en una esquina con personas de una academia vecina sin saber exactamente cuál academia, pero supo que una de las chicas de su grupito había peleado con una de las compañeras de la "Roquita" durante el torneo pasado.

Al verla triste, Taehoon se levantó de su sitio y caminó hacia ella. Él le dio su maleta.

- Cuida de mi maleta, por favor.

Ella sonrió ampliamente, asintiendo y sosteniendo la maleta.

- ¡Está bien!

Le deseó suerte, viéndolo entrar al doyan para su combate.

"Arreglemos las cosas"

Sorprendentemente, su próxima contrincante fue la chica con la que chocó minutos antes. Y le resultó prefecto, porque así podría entender mejor el porqué le caía tan mal a aquella chica.

La Chica Roca se puso su peto rojo, como le gustaba, y la otra chica se puso su peto azul.

Al empezar el combate, la otra chica entró fuertemente. La roja recibió un golpe bajo en la parte exterior de uno de sus muslos y otro golpe extraño en su rodilla derecha.

Para ella no le resultó difícil de evadir o cubrir, pero su intensidad la hacía peligrosa.

Sin previo aviso, la chica de azul subió demasiado una patada, razando el casco rojo. Los maestros no lo vieron, ya que de haberlo visto hubieran parado la pelea gracias a que habían dado la orden de que sólo se patearía el peto.

"Me rozó el casco, ¿qué le pasa? Me dijeron que no pateara a la cabeza porque ella no tenía protector bucal; es una sinvergüenza".

Inmediatamente, le regresó la patada, rozándole el mentón dándole un claro mensaje: "Si vuelves a rozar mi casco, mi pierna irá directo a tu cara".

Los profesores no podían observar el intercambio de amenazas telepáticas entre ellas dos, pero ella lo sabían, se miraban intensamente con ganas de arrancarse las cabezas.

El tiempo terminó, la roja ganò el primer round.

- No tengas compasión. Dale pata, sácala del doyan, sácale el aire.