40. En la capital.

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"La almohada".

Ella llevó una almohada, una sábana, una abrigo, pastillas para el dolor y pastillas para los mareos.

¿La razón? Pues, no es buena para viajar. De hecho, era la primera vez que viaja a la capital, Seúl, ya que ciertos de la academia iban a participar de un torneo, de lo que venían invitados de academias de Japón y Taiwán.

Alquilaron un vehículo donde viajarían apretados.

Las maletas ocupaban algo de espacio, pero eso no le impidió al profesor poner a Taehoon entre las maletas para sacar espacio para los niños y madres de familia.

En este torneo participan Taehoon, ella, una chica cinturón amarillo que se lleva bien con ambos y unos 4 niños. Aparte, también llevaban a unas madres de familia y unos profesores de otras academias que iban a trabajar en el torneo como árbitros.

Desde el principio, ella se puso su abrigo y su sábana para soportar el aire acondicionado. Acomodó su almohada y se puso a dormir. Taehoon, que iba entre las maletas, le quitaba la almohada cada que se descuidaba.

A ella no le molestaba que él agarrara la almohada, ya que él iba más incomodo que ella. Sin embargo, lo que a ella le molestaba era que Taehoon únicamente abrazaba la almohada, no la usaba para dormir.

Lo que ella no sabía, era que él abrazaba la almohada porque la almohada tenía el olor de ella.

"Los mareos".

- ¿Te sientes mal?

Uno de los profesores le preguntaron a la chica.

- Sí, estoy mareada, pero ya tomé una pastilla - respondió ella, intentando no vomitar.

Cuando le vieron la cara a la cinturón blanco se alarmaron. La chica que suele ser energética estaba tan pálida como un papel.

Dialogaron entre ellos, sin saber qué hacer.

En eso, la compañera de ella les dijo que tenía una pastillas para los mareos, pero que daba sueño y era muy fuerte.

Al final le dieron media pastilla.

Se la pasó drogada todo el viaje hasta Seúl. Afortunadamente, no vomitó.

- ¿Cómo habrá llegado esa planta a ese árbol? - preguntó Taehoon, viendo una planta extraña en una de las ramas del árbol.

- Un pajarito la puso ahí - respondió ella, sin dudarlo.

- Estás drogada todavía - rió Taehoon, dándole un beso a la chica en la mejilla.

"El hospedaje"

Como los hoteles eran muy caros, decidieron quedarse en la casa de unos familiares de Taehoon.

Las chicas en una habitación, los chicos en otra. A la chica no le molestó dormir en colchones con las niñas y su compañera.

La casa era linda y algo espaciosa, incluso tenía un lugar para practicar los poomsaes.

Gracias a esa casa, ella pensó: "Wow, realmente estoy en Seúl como atleta".

Nunca había pensado que ella estaría en la capital sin su familia, sino con gente que no llevaba ni un año conociendo.

Estaba feliz, muy feliz.

"Los paseos"

Iban caminando toda la academia junta, aunque los niños se habían quedado con sus madres. Estaban "turisteando", como decían ellos.

- Hace algo de frío - dijo ella.

- ¿No trajiste abrigo? Te dije que por estas fecha ya empieza a llover y hace mucho frío en Seúl, ya que pronto vendrá diciembre - Taehoon la regañó.

Encantador - Taehoon. Where stories live. Discover now