Encantador - Taehoon.

34. Un poco de tranquilidad.

"Pasando el tiempo"

- Roquita, ¿por qué me elegiste a mí?

Ella miró confundida a Taehoon.

Estaban acostados en la habitación de la chica, abrazados.

- Porque me gustas.

- Claro que sé eso, ¿a quién no le gusto?

- Eso es un poco patán de tu parte.

Taehoon rió antes de darle un beso en al frente.

- Me refiero a que Gyobiom dijo que te gustabas los hombres más fuertes que tú.

- "Gyubeom" - corrigió ella.

- Es lo mismo, lo importante es que se entienda.

Viendo la molestia del chico al preguntarlo, ella pensó un poco.

- Porque posiblemente me puedas ganar en un combate de verdad.

- Eres un monstruo, no puedo ganarte con tu forma de pelear. ¿Dónde aprendiste a pelear así?

- Cuando estaba más pequeña, veía muchos animes de acción y artes marciales. También aprendí muchas cosas útiles luego de investigar y leer.

- ¿Eres una aficionada?

- Se podría decir, ya que nunca había aprendido seriamente algún arte marcial. Diría que sólo es defensa propia, uso del entorno, un poco de cada arte marcial y mucha suerte.

"Entonces esta chica no es consciente de su propio poder".

Suspiró, frustrado.

- Si luchamos mano a mano, no podría ganarte, Tae.

- ¿Vas a seguir llamándome por mi apodo aunque ahora llevamos un tiempo saliendo?

- Los apodos cariñosos dan pena...

- Pero yo quiero que me hables bonito.

Él empezó a darle besitos por todo el rostro a la chica, buscando engatusarla.

- Vamos, háblame bonito, ¿sí?

- Pero...

- Un poco, un poquito.

Rodeó la cintura de la chica para apegarla más a él y le subió la pierna sobre las de ella para evitar que se le escapara.

- No.

- ¿Te estás haciendo la de rogar? - él sonrió, pegando su frente con la de ella.

- Así es.

- Entonces, ¿debería obligarte?

Se sintió avergonzada, decidiendo resignarse.

- ...¿Cómo quieres que te diga? - murmuró ella, abrazándolo.

Taehoon creyó que explotaría de ternura, pero mantuvo la compostura.

- Soy mayor que tú, ¿no deberías llamarme "Oppa"?

Ella le dio un manotazo en la cara.

- No - respondió firmemente.

- ¿Mi amor?

- No.

- ¿Cariño?

- No.

- ¿Mi vida?

- Menos.

- ¿Terrón de azúcar?

- No.

- ¿Entonces cómo preferirías llamarme? - Taehoon se mostró un poco fastidiado de escuchar tantas veces "no".