14. Un pequeño premio.

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"¿Hay algún problema?"

- Hoy vamos a trotar.

El equipo de la academia salió a correr.

Luego de correr por unas largas escaleras varias veces, corrimos 1 kilómetros.

Los pulmones de ella son buenos, pero su corazón y sus piernas no le podían seguir el paso. Se sentía algo mal, pero siguió.

- Me hormigea la cara - murmuró, moviendo sus mejillas pálidas con sus dedos.

Su rostro y mentón estaban rojos, pero sus mejillas eran pálidas.

- ¿Mala circulación?

Ella se asustó por la repentina pregunta del profesor.

- Sí, supongo que sí. Me pasa cuando me canso.

"El gato y el ratón"

- Ustedes corran. Cuando no los veamos, Taehoon y yo los intentaremos alcanzar. Ustedes deben intentar que no los alcancemos - les explicó el profesor.

- Es como un juego - se emocionó la chica.

Taehoon se le acercó, discreto. Ella le entregó su gorro, ya que estaba cansada y él se lo sostuvo.

- Si lo haces bien hoy, te compro un duro.

Sus ojos brillaron al escucharlo.

- ¿Hablas en serio? Me encantan los duros - ella sonrió, entusiasmada.

"Es buena y tiene condiciones, pero sólo funciona bajo presión. Espero que esto baste para motivarla".

- Empiecen a correr - gritó el profesor.

"¿Será así?"

- ¿Deberíamos correr ya? - le preguntó su padre.

Ellos veían a lo lejos las silutas chiquitas de su grupo.

Taehoon sonrió, observando a la chica más adelantada que los otros.

- Olvidó el compañerismo, pero se esfuerza más que nadie. ¿Qué fue lo que le dijiste?

- Sólo la motivé un poco.

"Motivación"

Cuando empezaron a correr, Taehoon sentía que moriría. Había corrido tood lo que podía hasta allá y lo mataba el tener que regresar corriendo más fuerte que antes.

- Mueve esas piernas. A máxima velocidad - le ordenó su padre, que corría junto a él.

Estaba muy cansado, sentía que no podía seguir.

Pronto alcanzarían a los más lentos del grupo, aunque a ella casi ni la podía ver.

Fue entonces que notó que estuvo sosteniendo el gorro de la chica, y por alguna razón, se sintió feliz.

- Deberíamos bajar la intensidad, los alcanzaremos muy rápido - opinó el profesor.

Taehoon se mostró de huen humor.

- Ella estará triste si la alcanzamos muy rápido - añadió Taehoon, sonriendo.

"Llegando a la meta"

Cuando Taehoon llegó a la estación de bus cerca de la academia (punto de encuentro), estuvo feliz de verla acostada sobre los asientos de espera. Estaba roja y sin aire.

Sus mejillas tenían un tono verdoso, su rostro y su mentón rojizos. Su cabello despelucado por haber corrido y su suéter empapado de sudor.

Todo de ella le gustaba.

Encantador - Taehoon. Where stories live. Discover now