Encantador - Taehoon.

43. Lesión.

"¿Qué pasa con mi rodilla?"

El dolor fue tanto que no pudo mover ambas piernas, estaba paralizada por el dolor.

No pudo mover ninguna parte de su cuerpo o articular palabra.

Toda su mente estuvo en blanco mientras miraba sus piernas inmoviles y sus manos se hundía en el suelo del ring por el pánico.

- Eres hombre, ayúdala - le dijo una chica de cinturón alto al compañero que estaba entrenando con ella.

Cayó en cuenta de que seguía en el piso y todos la veían, sin ayudarla. Nadie sabía qué hacer o decir, ella incluida.

De entre todos ellos, salió Taehoon a ayudarla. Con la ayuda de Taehoon, a duras penas pudo ir a una esquina para darle el casco y dejarle el espacio a alguien más para que continuaran peleando.

Taehoon levantó la basta del pantalón de la chica y vio su rodilla derecha inflamada.

Ella tomó la mano de Taehoon, asustada.

- Taehoon... - murmuró, aguantando las lágrimas.

No podía apartar la vista de su rodilla y su pierna que temblaba por el pánico y el dolor.

- ¿Qué pasa con mi rodilla? - preguntó, con la voz quebradiza - N-No... No logro mover la pierna...

...

"Veamos..."

- Recógela.

Ante la orden de su profesor, ella lo intentó pero la rodilla se negaba por el dolor. Ella tomó su propio pie y lo abrazó, obligándolo a recogerse y chocar contra su pecho.

Ahogó su grito de dolor.

El dolor punzante en su rodilla era tanto que la empujaba a llorar.

- Suéltala.

Soltarla a su posición normal fue aún más difícil, se le escapó un quejido.

- Veamos... No parece tan grave. ¿Cuánto duele del 1 al 10?

Comparado con el dolor del momento donde cayó, era casi nada.

- Un 4, quizás 5 - dijo, aunque rebajando su dolor porque se vio tentada a responder que un 7.

El profesor evaluó la lesión.

- Quizás debas tomarte unos días... Intenta venir el sábado.

...

"Sábado"

Se había cuidado mucho la rodilla para poder ir ese día, se sentía capaz de combatir apesar del dolor. Pensó que podía soportarlo.

Sin embargo, fracasó terriblemente luego de 3 intentos. Hizo 3 combates donde rodó por el suelo, gritó de dolor y se balanceó. El profesor no pudo quedarse quieto viendo cómo se obligaba a luchar, la detuvo con un: "Mejórate esa rodilla".

Si supiera cómo arreglarla, ya lo habría hecho; era obvio que se estaba esforzando para pelear. Ella realmente quería ir al nacional.

...

"Quiebre"

Taehoon la llevaba en su espalda luego del entrenamiento ese sábado hasta su dormitorio en el instituto. Aunque eran vacaciones, el instituto seguía funcionando diariamente para el servicio de los estudiantes que se quedaran ahí.

Al llegar, bajó a su chica con cuidado de que no se lastimara la pierna y se dio la vuelta para cerrar la puerta del dormitorio.

Cuando volvió con ella, soltó un sonido de sorpresa al verla con su nariz roja y su ojos aguados.

- Mierda, vas a llorar - maldijo, sin saber qué hacer.

La miró apretar sus puñitos con rabia mientras se aguantaba las lágrimas. No supo qué decirle para calmarla.

- ¿Por qué vas a llorar? ¿Qué te sucede?

- La rodilla...

- ¿"La rodilla"?

-  Tae, todavía no me curo la rodilla - le respondió con profundo sufrimiento.

Eso fue suficiente para que estallara en llanto mientras caminó al otro lado de la habitación para poner su maleta de entrenamiento en una esquina.

Obviamente, Taehoon fue detrás para abrazarla y ponerle su rostro contra su pecho, intentando apaciguar su llanto.

- Mi amor, era obvio que no se te iba a curar... Ha pasado menos de una semana.

- ¡P-Pero... Yo pensé que podía pelear! Y... ¡No puedo hacer nada...!

Él le acarició la espalda mientras ella se dejaba la vida en cada gran lágrima que humedecía el uniforme de Taehoon.

- Ya te lastimaste, no hay nada por hacer. Es una lesión, todos los atletas se lesionan...

- ¡Pero yo quería ir al Nacional!

Su llanto aumentó, haciendo que él entrara en pánico nuevamente.

Luego de días con esa lesión, por fin ella había llegado al punto de quiebre.

Una lesión para alguien que vive por cuerpo es lo mismo que cortarle el ala a un ave: El ave sufrirá hasta morir.

Ella se estaba marchitando en silencio hasta que finalmente llegó a su límite.

- Ya llegará tu momento de florecer, mi preciosa, como la mujer que eres.

- Pero yo en serio quería ir...

- Entonces pon más empeño en el poomsae y gana esa medalla de oro para mí, que la del próximo año sea la de combate.

Aunque por fin la había logrado consolar y se quedaron abrazadoa hasta que ella se durmió, eso no era lo que necesitaba en ese momento.

Ella no quería que la entendieran, que le dijeran que no era su momento... Ella quería esperanza, porque ya la había perdido.

Muy en el fondo, esa luz que le decía que se curaría para el Torneo Nacional y la mantenía optimista apesar de su lesión fue destruida complatamente.

Continuará.

By: 🌸Nae🌸.