Capitulo 63

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Mario me preguntó qué me estaba haciendo a mí todo esto y yo le dije que me estaba amargando la vida que a Nicolás se la estaba arreglando pero a mí me la estaba amargando entonces Mario me dijo que nos calmemos porque si no se nos estaba haciendo las cosas de la mano y que ese par se iba enloquecer con toda esa plata. Entonces le pregunté qué es lo que hacía yo para ver si él me podía decir cómo manejarme al respecto, me dijo que lo primero de todo era calmarse y lo segundo era admitir que nos habíamos equivocado en el manejo económico ya que nunca hemos aumentado el sueldo, nunca le dimos un premio y lo único fueron sus besos y su caricias que en definitiva no fueron tan buenos o efectivos como nosotros hubiéramos pensado. Le dije que eso él no lo sabía y jamás lo va a saber, Mario también dijo de que él tendríamos que manejar mejor el gasto de Betty y que si ella quería invitar a sus amigas o salida a un restaurante lo podría hacer pero con cuidado. Que habría que fijarle un tope mensual y entonces le respondí que cómo yo hacía para decirle eso a ella con la actitud que estaba teniendo últimamente.
Cuando yo le respondí esto, él me dijo que ese era otro punto a revisar que era evaluar mi relación con ella, si ella seguía todavía enamorada de mí o si ya no lo estaba, si ya no lo estaba o si ahorita estaba enamorada de Nicolás Mora. Me dijo entonces que tendría que salir con ella esta noche y por lo cual yo le dije que era muy posible volarme hoy de Marcela ya que ella piensa otra vez que tengo una mujer, le dije que para hacerle sincero la relación con Marcela no iba nada.
Mario se quedó asombrado siguió indagándome si no había pasado nada de nada, e insinuando que no había pasado nada sexualmente con ella, cosa que afirmé.
Me senté en la silla que estaba frente al escritorio de él y le confesé que después de haber hecho por primera vez el amor con Betty, no había vuelto a pasar nada con Marcela. Calderón no podía salir del asombro pero me preguntó si luego de haber estado con Betty yo había estado con alguna otra mujer, le dije que no tenía tiempo ya que yo solo vivía para trabajar en la oficina y para tener contenta a Betty y a Marcela. Le dije que sólo era eso nada más, Mario seguía absorto por la manera que yo le contaba sobre mi intimidad con Marcela. Me dijo que para él eso era delicadísimo ya que yo me iba a casar con Marcela, me dijo si yo no me había preguntado qué es lo que estaba pasando y a decir verdad sí me lo había preguntado pero en ese momento creí que sabía cuál era el motivo pero definitivamente luego descubrí que es realmente no era para nada lo que me estaba pasando.
Le dije que lo tenía más o menos claro, que iluso que era en ese entonces por Dios, queda un problema psicológico el que yo tenía. Le conté que yo sentía mucha culpa por lo que le hacía a Marcela pero que me sentía más culpable todavía por lo que le estaba haciendo a Beatriz, además se le sumaba todas las tensiones del trabajo, las deudas y por supuesto lo que estaba pasando con Betty ahora. Que me tenía preocupado su cambio de actitud para conmigo y le dije que tenía un mar de confusiones y eso era totalmente cierto. Mario me dijo de que él pensaba que yo lo tenía totalmente claro, me pidió que me sentara y lo mirabas a los ojos por eso me coloqué los lentes ya que me los había sacado hacia los instantes. Luego me pregunta si en realidad Betty me estaba perjudicando mucho más de lo que habíamos pensado y su tono fue bastante irónico como el que siempre sabe utilizar, le respondí que sí que me estaba perjudicando pero no de la manera que él estaba pensando y le grité que no sea imbécil por lo cual él me dijo de que no quería tocar esa neura. Me dijo de que es una simple pregunta por lo cual yo le respondí y de que a mí no me gustaban esas preguntas estúpidas porque ya directamente me estaba fastidiando demasiado.
Le dije que mejor volviéramos al tema principal, me dijo que estaba bien y que estábamos revisando mi relación con Betty y cuál era el fallo. Después le pregunté si ya había escrito la tarjeta del día pero él me respondió que eso me encargaba yo, pero me recordó que yo había prescindido de sus servicios para redactarle las tarjetas a Betty.
Posteriormente revisando su escritorio contó una tarjeta que no estaba escrita y me la dio para que yo lo hiciera, me dijo que me apurara porque ya faltaba poco para que llegara.

Pasados los minutos y llegó Betty junto a la chica del cuartel, ingresó a la oficina pidiéndome disculpas porque había tardado en llegar a la oficina. Pero como no querías tener más voces con ella le dije con una sonrisa bastante falsa que ya me había dado cuenta y que no sea preocupara.
Yo ya había puesto la tarjeta que escribí en la oficina de Calderón y como regalo un hermoso libro de poemas. Cuando me imaginaba que estaba leyendo la tarjetica que le había regalado, en ese preciso instante suena el teléfono y resulta de que era Calderón comunicándome que ya había averiguado y Betty no había tenido ningún contacto con la bolsa.
Por un lado me sentía aliviado porque no quería ni imaginarme lo que hubiera pasado si ella hubiera descubierto esa maldita carta de instrucciones pero por otro lado sabía que todo esto entonces era obra de Nicolás Mora, Mario me dijo de que teníamos que hacer una estrategia más fuerte para vencer a nuestro enemigo que es Nicolás Mora y también que teníamos que apurarnos ya que teníamos muy cerca la junta directiva.
Me dijo de que no había tiempo que perder Ya que ni siquiera Betty había maquillado balance, que tenía que conquistar o mejor dicho reconquistarla a Betty.
En voz alta dije mis pensamientos y con una sonrisa dije que iría a reconquistarla, eso fue lo que traté de hacer.
Fui a su oficina y la vi trabajando en el computador, me sonreí ya que con solo verla no podía dejar de sonreír.
Me dijo cómo estaba pero yo lo único que le dije fue que había dejado una tarjeta en su escritorio ya que me interesaba muchísimo saber no solo si lo había visto sino también si lo había leído y por lo tanto la opinión de ella referente a lo que había escrito.
Me dijo que sí que le había visto pero que la había bordado porque no le gustaba que la vieran por ahí y también me dijo que estaba muy linda la dedicatoria y que le estaba confirmando que yo escribía muy bien.
Le pregunté si era solamente eso porque me asombraba la frialdad Con la cual me estaba hablando porque ella siempre es emocionada cada vez que veía una tarjeta mía bueno en realidad estaban descrito las anteriores por Mario pero da dos últimas las había escrito yo y solamente me habló con frialdad. Le dije que si solo estaba linda y si no había ningún comentario a favor pero ella me respondió gestualmente como insinuándome que no entendía que me refería, le dije que no dejáramos de rodeos y que tal vez ella quisiera guardar silencio pero yo quería saber qué era lo que estaba pasando. También le dije que esta noche Yo la llevaría a su casa es que necesitaba hablar con ella y la única manera de hablar a solas era de esa forma.
Pero me dijo que no podía Y entonces asombrado le pregunté por qué no podía Cómo que no podía porque ya me estaba asombrando demasiado nunca se me negaba y ahora era lo único que hacía.
Me dijo que tenía un compromiso con sus amigas, le dije que me imaginaba que iba a ser en el Mercedes. Me dijo que si me molestaba que saliera del carro ella lo podía dejar en la edad de cómoda e hice en un bus pero yo le dije que no que eso no me molestaba porque en realidad era cierto o sea que a mí no me molestaba que salga en el carro pero lo que sí me molestaba era su displicencia conmigo.
Te dije que me molestaba el despliegue que hacía con ese carro, el show de salir con ese carro que eso era realmente lo que a mí me molestaba. Me dijo que no sabía que me irritara tanto pero yo le dije que en realidad era peligroso ya que ella había puesto hablada a todo el mundo y tratar de averiguar a dónde trabajaba su novio. Luego le dije de que eso era lo que me parecía peligroso a mí y ella me respondió qué fue gracias al producto de su trabajo. Me sonreí porque no podía creer lo que estaba escuchando entonces le pregunté si ella me quería decir que el dueño del carro era precisamente Nicolás Mora, me dijo que ese muelón había hecho un trabajo muy limpio en Terramoda como también había hecho un análisis financiero para poder solventar los costos de ese carro y que no había nada que temer.
La miré bastante enojado y le dije que ella me estaba enloqueciendo porque eso es lo que estaba pasando ya que no podía entender qué es lo que realmente sucedía ya que ella ya no confiaba en mí para que me contara.
Le dije que le iba a decir algo importante y que esperaba que ella no entendiera, que era muy peligroso que Terramoda estuviera en boca de todos.



Continuará

YO, ARMANDO MENDOZA Where stories live. Discover now