Bendiciendo a este Maravilloso NEET con una oportunidad

capítulo 29

María se atragantó con la sangre y la bilis, jadeando por aire con los pulmones aplastados, pero la empujé contra la hoja de nuevo, asegurándome de que estaba alojada profundamente. Estaba jadeando por aire, mis brazos temblaban por el esfuerzo de mantenerlos arriba. Eso fue todo, no tenía más energía en mí para usar otra técnica, no sin sacarla de algún lugar que no debería. Megumin no se veía mucho mejor, las lágrimas corrían por su rostro. Los escalofríos comenzaron a sacudir su cuerpo, y fue aquí donde puedo ver cuánto daño le había infligido la bruja. Había formas precisas y runas que cubrían su torso, todas ellas conducían de alguna manera al corte del corazón sobre su pelvis. La espada roja ardiente desapareció de la existencia en una patética lluvia de chispas, dejando caer su cuerpo.

Estaba luchando por mantenerme despierto, usando los vapores que quedaban en mí para obligarme a levantarme, pateando el cuerpo. Se sentía tan climático como anticlimático. Acababa de matar a una persona y estaba luchando por encontrar en mí lo que me importaba. ¿No se suponía que esto era más difícil? ¿Más traumático? Lo que sea que se suponía que era, no podía permitirme enloquecer por eso. Megumin era la persona más importante que tenía que cuidar aquí. Puedo lidiar con mis problemas más tarde.

"¿E-estás bien?" Pregunté, con la voz ronca. Era una pregunta tonta, y ambos lo sabíamos, pero tenía que hacerse. Estaba empezando a marearme, y la habitación se estaba poniendo más fría por minutos. Necesitaba agua y la iba a necesitar pronto para poner en marcha mi ya jodida curación.

"¿E-está realmente muerta?" Ella preguntó, y yo no supe cómo responder. Según todos los informes, debería estarlo, pero podría curarme con agua, ¿quién puede decir que no tiene una segunda fase? María ya había caído al suelo en un montón sin huesos, así que le di una patada en la espalda, le dije a Megumin que cerrara los ojos y los oídos y le corté la cabeza. Era una vista espeluznante, y una que Megumin no tenía que ver. La sangre se atrapó en mis pantalones destrozados y cubrió mis manos, y la necesidad de vomitar era fuerte, pero necesitaba sacarnos de aquí.

Poniendo a la chica en pie, puse su brazo sobre mi hombro y comencé a subir las escaleras cojeando. Ahora que estábamos libres de los efectos completos de sus ilusiones, podía ver más claramente las atrocidades cometidas por esa perra. Podía sentir que me desmoronaba mentalmente poco a poco, así que borré mi enfoque y me concentré solo en salir.

Tenía que ser fuerte, si no por mí, entonces por Megumin.

"Aqua... ¿puedes oírme?" Llamé, la habitación se veía cada vez más como un borrón marrón. El otro extremo estaba en silencio, pero instintivamente me di cuenta de que no era porque estaba bloqueado.

" Yo soy.... Ocupado, mi amado... Ser Darkness actualmente está terminando la batalla con un demonio alado." Parpadeé y fruncí el ceño. Incluso en mi condición actual, me di cuenta de que estaba bastante estresada, con el lenguaje antiguo.

" Eso es... Eso es bueno. Logré matar a la perra que nos tenía cautivos a mí y a Megumin, pero estoy en mis últimas piernas y probablemente no estaré de pie por mucho más tiempo". Obtuve impresiones mentales de una lanza giratoria y un relámpago crepitante, antes de que desaparecieran. En mi corazón podía sentir que la tormenta afuera finalmente se desvanecía, pasando de un tifón que erosionaba la montaña, a simplemente una lluvia muy fuerte, algo en lo que era mucho más manejable que el viento que partía la piel.

" Tu fuerza ya no debería estar en peligro de destrozar tu cuerpo". Envié un sentimiento de puro amor en su dirección, luchando por mantenerme despierto. El negro comenzaba a cerrarse a los lados de mi visión. Con un empujón y un empujón con el hombro, la puerta principal se abrió y caí de espaldas. Soltar su hombro no debería haberme llenado de alivio, pero el barro en el que caí se sintió como un bálsamo para mis heridas. Mi respiración se volvió más fácil y la claridad comenzaba a regresar a mí. Pieza a pieza me estaba curando, y en poco tiempo debería estar de vuelta en mi punto máximo físico.