Bendiciendo a este Maravilloso NEET con una oportunidad

capítulo 31

La mañana no podría haber llegado lo suficientemente pronto.

Los últimos días fueron agotadores, y en el momento en que llegamos a Mundweir y al campamento, dejé mi saco de dormir como almohada junto a nuestro fuego y me desmayé allí mismo. Había mucho que desempacar, pero estaba postergando cualquier trauma fresco y nuevo en el fondo de mi mente para cuando tuviera más tiempo para enfrentarlo adecuadamente. Preferiblemente en mi muy lujosa y muy cara casa con vino en una mano y mi hermosa amante abrazándome en la otra. Donde mis vastas riquezas podrían usarse para invertir y hacerme más dinero.

Por desgracia, ser un aventurero en un grupo puso esos planes en vergüenza.

Con toda honestidad, incluso si decidiera retirarme y convertirme en un NEET perezoso nuevamente, no creo que ni Aqua ni mi nueva adicción a la adrenalina me dejen quieto por mucho tiempo. O la culpa paralizante.

De todos modos, todavía teníamos una misión por completar, pero a estas alturas, creo que estas chicas han demostrado con creces su valía. Darkness por golpear la cara de los Demonios Búho con sus puños desnudos, y Megumin por ser tan fuerte frente a tales horrores de pesadilla. Y no cabía duda de que había pesadillas.

Aqua y Darkness tienen el sueño más pesado que yo, ya que nunca tuvieron que haber estado en guardia por los pequeños ruidos mientras crecían, pero yo lo estaba, especialmente cuando se trata de los lloriqueos de un niño asustado por algo.

Aunque Aqua había logrado llegar a tiempo para curar la herida, el daño mental ya estaba hecho. La escuché llorar mientras dormía, y me desperté cuando se agarraba el estómago, rogando que cesara el dolor. Esto no era algo que supiera cómo manejar, así que simplemente me senté a su lado y suavemente pasé una mano por su cabello.

No supe cómo ayudarla después de esto. La terapia estuvo a una o dos eras de CIV de ser una idea y el PTSD ni siquiera tenía un apodo de neurosis de guerra. Había más posibilidades de que alguien le diera un trago para ahogar su sufrimiento que una ayuda real.

Y estaría necesitando terapia, de eso no hay duda. El problema era que no tenía idea de cómo ayudarla en ese sentido. Incluso después de conocerla solo unos días, me he dado cuenta de que es una chica irascible que no acepta una mierda, y no hay ninguna posibilidad de que acepte lástima.

Observé las últimas ascuas arder a la luz de la mañana, la luz del sol apenas se veía por encima de las nubes.

Una brisa fresca y cómoda sopló detrás de mí, y no necesité ningún tipo de sentido mágico para saber quién era.

“¿ Qué te agobia, señor mío?”  Mundweir preguntó, aterrizando para sentarse en mi hombro. Relajé la tensión estresada de mis hombros y me desplomé derrotado, aún acariciando con dulzura el cabello de Megumin. Me quedé en silencio, pensando en lo que quería decir exactamente.

No me presionó para que respondiera de inmediato, y estaba agradecido por eso. Un escalofrío me recorrió el cuerpo por el frío de la mañana y me obligué a quedarme quieto para no despertar a la niña en mi regazo.

Estoy preocupado por ella. No soy el mejor modelo a seguir de estabilidad mental, y no quiero que ella tenga que lidiar con este evento por el resto de su vida. Algo como esto no es algo por lo que una niña como ella debería pasar, pero si quiere ser una aventurera, entonces me temo que la van a matar”. Y luego solo asintió, como si mis miedos fueran normales y no algo extraño o injustificado. Como si importaran. Era reconfortante de una manera que todavía era extraña y nueva, pero... me gustó un poco.

“ Tu miedo no tiene precedentes. La muchacha tiene una actitud que crece en ti. Una joven encantadora, ¿no es así?  Y asentí a eso. Volvía a reinar el silencio, los fríos grises de un día nublado se hacían más brillantes por momentos.