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​​​​​​​*—Daisy:

¿Por qué no podía olvidar a ese chico de tiernos ojos de color café?

Un suspiro salió de Daisy y miró por la ventana de su habitación, viendo hacia los árboles teñidos de marrón y naranja.

El otoño había llegado y aunque la estación había cambiado, Daisy aun no podía olvidar aquel chico que conoció en verano y por el cual aún suspiraba estúpidamente. Y decía estúpidamente, porque no entendía porque estaba aún cautivada por él cuándo sabía que Hazel Wooderson era un idiota.

Durante todo el verano, Daisy se mantuvo evitándolo, tratando de no aparecer en los lugares donde este podría estar, pero el muy imbécil parecía que solo quería molestarla. Hazel iba todos los días a la panadería en busca de ella y Daisy tenía que hacer malabares para esconderse de él. Lo que más le molestaba era que este siempre se llevaba algún postre hecho por ella. ¿No era que le desagradaban los dulces? No entendía por qué lo hacía si no estaba interesado en ella y la verdad es que la tenía muy confundía.

A Daisy le gustaría que Hazel la dejara en paz, para así poder concentrarse en otras cosas más importantes, pero una parte de ella quería que éste siguiera y siguiera, solo así comprobaría si era verdad que este estaba interesado en ella y claro, quizás dejaría que algo pase entre ellos, porque siendo sincera, Hazel era caliente y muy guapo. Había escuchado los rumores y lo que hablaban de él, y admitía que quería descubrir porque hablaban tan bien de él.

Movió la cabeza.

Aun así, aunque tenía curiosidad, dudaba que diera el paso. No quería terminar enamorada y obsesionada con Hazel y que este luego se moviera a otra chica, sabía sus tendencias, se ligaba con alguien y desde que se le pasaba el interés, la dejaba. No soportaría que eso le pasara.

Sin embargo, después de huir tanto de él, había aceptado la invitación de Micaela de salir a comer con el grupo. Sabía que tenía que dejar de evitarlo, pues vivían en el mismo pueblo y tenían el mismo círculo de amigos ahora, así que era imposible continuar con esto y era mejor que lo enfrentará.

Daisy estaba viendo un video de un postre que quería hacer cuando recibió una llamada. Apartó la mirada de su portátil para ver hacia su teléfono.

Era Rowan quien la llamaba.

Daisy frunció el ceño.

Se había hecho muy amiga de Rowan porque este tenía muchas historias que contar por haber estado viajando por el mundo en busca de aventuras y lugares que fotografiar. Admitía que el chico era muy fácil de llevar y últimamente este le hablaba de que podía ayudarla. Daisy no creía que alguien como Rowan le ayudaría a salir de Seasons, por lo cual no se hacía ilusiones, pero sería lindo que algo así sucediera. Si tenía un patrocinador de su viaje, su padre la dejaría salir más fácil de Seasons.

Además de esto, Rowan conocía a muchas personas y este tenía un amigo fotógrafo francés que además de tomar fotos de la naturaleza, también se ganaba la vida tomando fotos de comida. Rowan decía que hacer negocios con su amigo podría abrirle más puertas también. Aun así, Daisy no iba a hacerse un mundo y que luego él mismo se viniera abajo cuando no pudiera suceder como se imaginó.

No le tomó la llamada y luego vino un mensaje de este pidiéndole que se uniera a él para tomar unas fotografías. Daisy le dijo que estaba estudiando y que no podía. Rowan le envió la ubicación si acaso le interesaba, pero Daisy quería empaparse lo más que pudiera de esta receta que iba a probar, así que descarto la invitación.

Media hora después estaba haciendo unas anotaciones cuando recibió otra llamada. Era Rowan otra vez.

Daisy puso los ojos en blanco y decidió tomar la llamada esta vez.

🍂 Falling🍂[Four Seasons #3] - [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora