🍂 10 🍂

4 3 0
                                    

*—Daisy:

Salir con alguien se sentía muy bien.

Habían pasado dos semanas desde que Daisy y Hazel comenzaron a salir y no había un día en el que no hablaran o se vieran. Hazel iba todas las tardes a verla a la panadería y se quedaba un rato con ella hasta que tuviera que irse, y claro, se iba con algún postre hecho por Daisy con el fin de ayudar a su novia a mejorar. Daisy podía decir que gracias a sus opiniones había mejorado bastante. Había hecho una lista de las opiniones que Hazel le dio sobre sus anteriores postres y había tomado nota sobre estos.

Otra cosa era que al final del día, Hazel volvía a aparecer con el fin de que salieran a cenar o para llevarla a su casa. Este había sido su diario vivir desde entonces y aunque Daisy quería más, tenía que disfrutar de igual forma estos bellos momentos pues Hazel siempre estaba ocupado.

Había veces en que estaban juntos y este tenía que irse rápidamente porque tenía que ver a su padre, otras veces solo se veían en la noche cuando la iba a buscar a la panadería porque estaba trabajando también con su padre. Daisy podría decir que, a pesar de ser el hermano más pequeño de los Wooderson, era el que más parecía trabajar con la familia.

Daisy le dio una mirada a su novio quien hablaba de una película que se iba a estrenar pronto y que deseaba ver, podía ver las ojeras bajo sus ojos como si no estuviera durmiendo bien. Hazel no le decía que pasaba, pero Daisy no era ciega y sabía que algo pasaba. Quería esperar por él, pero comenzaba a desesperarse.

—¿Qué tal si tenemos una cita? —sugirió Daisy interrumpiendo la verborrea sobre la película que este deseaba ver.

Hazel la miró con confusión.

—¿Eh?

Daisy sonrió y se apoyó en su hombro. Estaban en la parte trasera de la panadería, en el cuarto de empleado. Micaela estaba atendiendo el frente y Daisy estaba tomándose su merecido descanso allí con Hazel.

—Hemos estado viéndonos diariamente, pero aún no hemos tenido una cita como Dios manda, ¿eh? —le dijo mirándolo de soslayo y vio como Hazel sonreía algo nervioso.

No entendía qué le pasaba al chico últimamente y quería saberlo. Además, esas ojeras suyas eran peligrosas y se veía todos los días cansado. Tenía que tomarse un respiro, la universidad no había comenzado y si esto estaba sucediendo antes de que la misma comenzará, Daisy ya se podía imaginar cómo sería cuando esta diera inicio, vería a su novio menos y este podría terminar desmayándose.

—Hazel...

—Yo...

En ese momento la melodía de un teléfono entre ellos se escuchó. Era el de Hazel porque el de Daisy estaba en su casillero. Escuchó como Hazel maldecía y cómo sacaba su teléfono del chándal que llevaba ese día. Daisy sabía quién era sin tener que ver la pantalla del teléfono, era el padre de Hazel que llamaba cada vez que estaban juntos, como si él mismo estuviera viendo qué hacía cada día.

Daisy no quería enfadarse, pero demonios, ¿por qué el padre de Hazel era tan intenso con su pobre hijo? Lo llamaba diariamente sin cesar hasta que Hazel tomara la llamada y cada vez que lo hacía, él mismo tenía que poner rumbo hacia donde sea que estuviera el hombre. Daisy quería entender, en verdad quería, pero no podía. ¿Por qué era así tan intenso? Ni siquiera el padre de Daisy era así y eso tenía mucho qué decir.

Vio como Hazel tomaba la llamada y hablaba con su padre diciéndole donde estaba. Era la misma conversación de siempre. El hombre llamaba, Hazel informaba dónde estaba, el hombre exigía que volviera y Hazel cumplía. La llamada cesó prontamente, pues como había dicho, era lo mismo cada vez.

🍂 Falling🍂[Four Seasons #3] - [COMPLETA]Where stories live. Discover now