🍂 Falling🍂[Four Seasons #3] - [COMPLETA]

❤️ After Falling ❤️

*—Hazel:

La vida en la ciudad del amor no fue como los videos de Instagram y TikTok la pintaba, había que hacer un sobreesfuerzo para poder sobrevivir sin dejarse caer y aunque tuvieron días tristes, en donde quisieron tirar la toalla, al final no la dejaron caer y continuaron sus vidas, porque de eso se trataba la misma, sobrepasar los obstáculos y alcanzar las metas.

El primer año en París fue para adaptarse a las costumbres, la vida y el idioma. Hazel no iba a mentir y decir que las primeras semanas antes de comenzar sus clases especiales no se divirtieron haciendo turismo, porque al final sí lo hicieron, recorrieron la ciudad del amor como si estuvieran de vacaciones, quizás pasándose un poco de la mano, pero lo hicieron porque sabían que una vez que entraran de lleno a sus clases especiales, no iba a ser fácil.

Estuvieron viviendo con Claude hasta que cumplieron el año y fue ahí cuando al fin decidieron mudarse. Habían encontrado un lugar cerca de Claude puesto que este no había querido separarse de ellos, pues había sido como un padre para ambos, pero Hazel y Daisy no habían querido invadir tanto su espacio y lo decían porque, a mitad de ese primer año, Claude rompió con su pareja y Hazel pensaba que había sido por ellos. Por lo cual, se mudaron a principios de año y ahora viven felices.

Los planes que habían tenido durante el año solo pocos se dieron, ambos encontraron trabajos para evitar vivir tanto de sus familias y ayudar con sus gastos, aprendieron más del idioma, pero aun había algunos baches que debían de mejorar en este, pero poco a poco. Sin embargo, uno de los planes que no se dieron fue reunirse con sus amigos para verano, el grupo no pudo verse para verano porque tanto Kai como Cole estuvieron muy ocupados con sus trabajos, por lo cual lo había dejado para este año y que habían dicho que se verían en navidad, no obstante, tampoco pudieron verse para dicha época de final de año, puesto que había ocurrido una fuerte nevada en Seasons y los pueblos aledaños, y sus familias le pidieron no regresar para asegurar su seguridad. Habían sido unas navidades un poco solitarias sin su gente, pero disfrutaron la misma con Claude y su familia.

Aun así, a pesar de todo, Hazel seguía estando positivo. Estaba viviendo su sueño junto a su amada. Ambos asistían a sus clases especiales, cuando no estaban en estas estaban trabajando o pasando tiempo juntos. Aunque esto últimamente estaba saliéndosele de las manos.

Como estaban muy ocupados con sus clases y trabajos, cuando se veían en la noche, era para descansar. Las citas que antes tenían habían desaparecido y ahora muy pocas veces hacían el amor. Aún les quedaba un año completo antes de regresar a sus hogares, pero Hazel no quería irse de París sin hacer un gran recuerdo para ellos. Y era por eso que iba a aprovechar ese día tan bello y especial que pronto venía en donde las parejas y las amistades se desbordaban celebrando.

San Valentín estaba a la vuelta de la esquina y como ese día era tan comercial, podría decir que los comercios y los lugares estaban en ello. Las decoraciones de los colores del amor estaban por doquier y Hazel que trabajaba de mesero en un café viéndolo diario podría decir que era todo muy hermoso, por lo cual, quería pasar ese día especial con su amada y hacer un buen recuerdo, y claro...

Hazel bajo la mirada hacia la pequeña caja de terciopelo roja que tenía en sus manos. Había gastado parte de sus ahorros en aquel bello y preciado regalo, el cual era un anillo de compromiso. Hazel quería aprovechar el día de San Valentín para pedirle a Daisy que se casara con él en un futuro. Estaba decidido a ello porque la amaba, porque quería estar a su lado y sabía que nunca encontraría a alguien como Daisy. Quizás era pronto, pues apenas tenían un año y medio de relación, pero Hazel ya la había identificado como la única en su vida y dudaba que cambiara de opinión en un futuro.

En ese momento escucho el sonido chirriante que hacia la puerta delante de su pequeño apartamento y Hazel rápidamente se movió en la recamara que compartían para esconder la caja. Aún era muy pronto para que la viera, Hazel todavía tenía que planificar la cita y en qué lugar seria, pero quería que fuera sencillo porque a Daisy, la ostentosidad, no le agradaba.