Cap 19: Chupasangre, Chucho

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Fecha: 11/5/2009 Washington, Forks/Reserva.
NARRA LUCY:
Llendo de camino a la casa Black, donde sería la reunión con el consejo y sobre lo que sucedió hace tan solo unas horas atrás. Sue Clearwater había llamado a Carlisle, pidiéndole hablar sobre lo que sucedió.

Esta vez no quise ir en moto, ya que mi pecho no paro de doler en toda la noche y mi brazo todavía no sanaba, algo que me preocupaba bastate a decir verdad. Por lo que ahora, me encontraba en la parte trasera del auto de Emmett y Ros, recostada y con los ojos cerrados.

Rosalie: ¿estas bien?
Lucy: si.
Emmett: no lo creo.
Rosalie: nunca te gusta ir en auto. Prefieres la moto.
Lucy: estoy bien.
Rosalie: como esta tu brazo. Ese chucho te va a tener que pedir perdón de rodillas.
Lucy: Ros...
Rosalie: lo siento. Pero me molesta. No fue capaz de venir y pedirte disculpas, a su compañera.
Lucy: déjalo estar Ros.
Emmett: no me parece correcto Lu. Si fuera el, hubiera venido llorando a pedirte perdón.
Lucy: tu eres tu, él es él.

Escuche como Ros suspiro y después se giro para observarme, por lo que no tuve más opción que abrir los ojos y verla. Su mirada demostraba disgusto y preocupación, mientras que Emmett por el retrovisor me veía con desacuerdo.

Rosalie: Ese chucho no te merece Lucy, pero se que te hará feliz.
Emmett: pienso igual.
Lucy: chicos, agradezco que se preocupen por mi. Pero esto ya no los incluye a ustedes. Los quiero, pero dejenme pelear mi propia pelea.
Emmett: como quieras Lu... pero seguiremos estado a tu lado.
Lucy: lo se.

Llegamos a la casa y bajamos, Ros se me acercó y me abrazo teniendo cuidado de no apretar mi brazo. La manada salió junto a su consejo y nos quedamos enfrentados unos segundos en silencio. Pude ver como Paul no paraba de mirarme y en especial mi brazo, que era escondido por mi cuerpo y el de Ros.

Sue: gracias por venir clan Cullen. Lucy, dime, ¿como te sientes linda?
Lucy: bien.
Billy: ¿no te duele nada?
Lucy: no.
Carlisle: hija, diles la verdad. Ellos saben más que nosotros sobre tu estado...
Billy: ¿que sucede? Puedes confiar en nosotros Lucy.
Lucy: bien... mi pecho, duele un poco.
Sue: es normal linda.
Lucy: no para una persona que lleva muerta 380 años.
Sue: el lobo lastimo a su Impronta. ¿Y tu brazo?
Lucy: supuestamente ya tendría que estar curado. Pero todavía no lo hace.
Abuelo Quil: ¿nos dejarías ver?

Algo resignada acerque mi brazo sacándolo de su escondite dejándo lo a la vista de todos, levanto la manga de mi camiseta, dejando ver la marca de dientes junto con las grietas al rededor. El consejo se dedica una mirada de desaprobación, Sue me pide que me acerque y lo hago rápidamente para terminar de una vez con esto.

Ella algo sorprendida por mi velocidad, me mira y despues me sonríe para calmar mi ansiedad.

Sue: ¿son normales estas grietas en la piel inmortal?
Lucy: si. Tendría que curar rápido. Al instante. Pero todavía no lo hace.
Billy: es por el lazo. Al no estar bien mutuamente, tarda más en curar.
Lucy: ¿cuanto más?
Abuelo Quil: cuanto tiempo tarden en arreglar las cosas.
Lucy: genial...

Mi comentario con sarcasmo provoco la risa de Emmett y Jasper, que resivioron una mirada en advertencia de mi parte y Carlisle. Por otro lado, Paul miraba con disgusto la herida provocada por sus dientes.

Billy: Paul, Lucy ¿quieren ir y hablar a solas?
Paul: si.
Lucy: claro.
Sue: bien. Nosotros hablaremos con tu familia, ustedes pueden irse.

Volví a bajar la manga de mi camiseta y comencé a caminar en dirección a la Push, Paul me seguía en silencio a un costado mio. Era algo incomodo, pero yo no sabía cómo comenzar la conversación.

Haber... como puedo comenzar una conversación...

Lucy: ¿pudieron atraparla?
Paul: no. Se escapo. Como siempre.
Lucy: ya veo...

El silencio volvió a reinar, hasta que la arena toco nuestros pies y decidimos sentarnos en ella. El siguiente en comenzar una conversación fue Paul.

Paul: lamento lo de la mordida. Pensé que eras el grandote ese.
Lucy: ¿Emmett? Bueno, pues iba a ser él. Pero lo tire para atrás y yo fui la que callo.
Paul: ¿porque lo detuviste y te entregaste?
Lucy: porque... eso es lo que hace una líder.
Paul: ¿que?
Lucy: ¿recuerdas el día que tuvimos la primera reunión todos juntos y uno de ustedes me pregunto, cuantos años tenia Carlisle?
Paul: si...
Lucy: pues, yo soy mayor que Carlisle. Por unos años, nada más. Pero esos años hacen una gran diferencia.
Paul: pero, ¿entonces porque Carlisle toma el papel de líder, si lo eres tu?
Lucy: porque no quiero ser una líder. No me gusta tener que dar órdenes y tomar decisiones. Pero al fin y al cabo, siempre soy yo la que termina haciendo esas cosas.
Paul: por eso te tienen tanto respeto todos...
Lucy: son mi familia y a veces hasta Carlisle se dirige hacia mi como líder... no puedo evitarlo tampoco.

El ruido de las olas golpeando contra la orilla, era lo único que se escuchaba entre nosotros. Internamente me sentia mas calmada, al ya no sentir la presion en mi pecho. Mire de reojo como el solo miraba mi brazo, con una expresión algo extraña.

Paul: ¿puedo...?
Lucy: si.

Levante la manga y allí estabn las mordidas. Comenzado a sanar. Una sonrisa apareció en mis labios y la exprecion de tranquilidad en su mirada no la dejé pasar por alto.

Paul: no sabía que los vampiros podían tener grietas.
Lucy: somos como de porcelana. El golpe más mínimo y depende la zona, provoca eso.
Paul: lo debes saber muy bien.
Lucy: Paul, yo mate vampiros, mate compañeros mios y vi como todo su rostro se cubria de grietas, desde el cuello hasta la frente. Somos más débiles de lo que parecemos.
Paul: yo creo que tu eres muy fuerte.

Lo mire a los ojos y pude ver un destello muy fuerte en sus ojos. Algo me impulsaba a acercarme más a él, cosa que parecía pasarle lo mismo ya que nuestros rostros terminaron a tan solo centímetros de distancia.

Lucy: me gustaría tener la fuerza necesaria, para poder rechazar todo lo que siento por ti.
Paul: te puedo asegurar que es mutuo, chupa sangre.
Lucy: chucho.

Nuestros labios sin previo aviso se unieron, sellando algo que ninguno estaba listo para sellar. Sus manos viajaron hasta mi cintura y la apretaron acercándome más a su caliente cuerpo. En cambio, una de mis frias manos viajo hasta su cuello para empujar más nuestro labios, mientras que la otra se mantiene en su hombro.

Eran como dos piezas que encajaban a la perfección y que una vez que las juntas son imposibles de separar. Pero el necesitaba respirar, así que me separe y vi como sus labios habían tomado un leve color carmesí, tentando a morderlos. Sus ojos miraban los míos y después subían a mis ojos.

Paul: tus labios son fríos. Pero calientes a la vez.
Lucy: los tuyos son como la gota de sangre más sabrosa de todo el mundo. Y eso, que eh tomado mucha sangre.
Paul: ¿me tengo que sentir alagado?
Lucy: si.
Paul: pues gracias.

Ambos reímos y sin poder evitarlo volvimos a sellar nuestros labios, en lo que sería nuestra perdición.

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Lobos y Vampiros (Paul Lahote)Where stories live. Discover now