Cap 31: La pradera

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Fecha: 12/6/2009 Washington, Forks/Reserva.
NARRA LUCY:
Los días habían pasado y Paul se fue recuperando de a poco, Carlisle lo venía a ver todos los días. Yo me quedé toda esa semana junto con el, ayudándolo y cuidándolo. Rosalie me había traído algo se ropa, así podría estar con el sin tener que salir o algo.

Después de hablar las cosas con Pual, comenzamos una relacion que a través de los días que pasamos juntos se fue fortaleciendo. Conociéndonos mejor y hablando de nuestras vidas para saber más del otro.

Hoy era la última revisión de Paul, por lo que decidimos ir hasta el consultorio que Carlisle tenia en la mansión. Sabía que de cierta manera, también era para presentarlo oficialmente a mi familia...

Que raro va a ser esto.

Le había pedido prestada la camioneta a Emmett, así podríamos ir más cómodos que en una moto. Así que a eso de las diez, nos subimos en la todo terreno y partimos en dirección de mi casa.

Paul: ¿les caeré bien?
Lucy: claro.
Paul: no creo que Emmett.
Lucy: ¿porque lo dices?
Paul: intente morderlo.
Lucy: fue un accidente Paul, no te tomará rencor por eso.
Paul: si tu lo dices...

El resto del camino hablamos de temas tribales, llegamos y deje estacionada la camioneta fuera de la casa. Entramos tomados de las manos y subimos a la segunda planta donde escuchaba a toda mi familia.

Y allí estaban, incluso Bella y la nueva integrante del clan. Sabía que debía presentarme como era debido, pero con todo lo sucedido no pude hacerlo. Las miradas de todos recayeron en nosotros, o las bien en nuestras manos.

Carlisle: llegan justo a tiempo.
Lucy: si, tenemos planes más tarde. Así que vinimos temprano.
Esme: me alegra escuchar eso hija. ¿Paul, tienes hambre?
Paul: pues, siempre tengo, pero recién desayunamos... o más bien yo desayune.
Emmett: a menos que Lu desayuanara...
Lucy: cállate Emmett.
Carlisle: ven Paul, vamos a mi consultorio. Así te hago la última revisión y se pueden ir tranquilos.
Paul: claro.

Le dedique una sonrisa y despues de que ambos dos se fueran, me gire a ver al resto de la familia en especial a la nueva.

Lucy: ¿como te llamas?
Megan: me llamo Megan...
Lucy: yo soy Lucy, ¿te explicaron como es esto?
Megan: si.
Lucy: bien, te diré una cosa. Lo que hice por ti, es algo que nadie hubiera hecho Megan. Los Vulturis no perdonan, mucho menos a Neófitos como tu.
Megan: Carlisle me lo dijo. Estoy muy agradecida contigo, Lucy.
Lucy: no lo estés, algún día quizás me devuelvas el favor.

Le dedique una sonrisa para que no esté tan nerviosa y ella me la correspondió algo tímida. Sus ojos todavía eran rojos, podía sentir su desesperación al tener a Bella y a Paul aquí.

Lucy: te daré un consejo, cada que necesite comer sal. Pídele a cualquiera de nosotros, pero no te contengas. Será peor, Jasper te lo puede decir.
Jasper: es verdad...

Me acerque un poco a la niña y la mire a los ojos, concentrándose en aquellos ojos escarlata que alguna vez también adornaban mi cara. Una sonrisa nostálgica apareció en mi rostro y dejé una suave caricias en el cabello de la niña, para despues irme al consultorio.

¿Porque de repente me volví blanda?
Nunca fui así con ningún Neófito. Menos con Jazz, quien incluso llegó a agradecerme por ser como soy.
¿Paul, que me hiciste?

Entre al consultorio y vi como ambos hombres hablaban tranquilamente, al notar mi presencia los dos sonrieron. Me acerque un poco más y abrace a Paul, por la cintura sin ejercer mucha fuerza.

Carlisle: me alegra ver que los dos son felices. Cuida de mi hija.
Paul: por supuesto.
Lucy: ¿vamos?
Paul: claro.
Carlisle: Lu, podemos hablar un segundo.
Lucy: si, espérame abajo.

Paul asintió y salió por la puerta, hasta que no lo escuché en la planta baja, no le prese atención a Carlisle. Sabía wue de igual manera todos nos escucharía...

Carlisle: recibí una carta de los Vulturis. Era para ti.
Lucy: me lo imaginaba.
Carlisle: esperan que vayas. Quieren hablar contigo.
Lucy: ya veré que haré. No te preocupes, yo me ocupo.
Carlisle: no te dejes caer por sis juegos. Sabes como son.
Lucy: por supuesto.

Baje y allí estaban todos en silencio, mira a Pual indicándole que debíamos irnos y el asintió despidiéndose de mi familia. Bajamos hasta llegar al Jeep nuevamente y partir en dirección a la reserva otra vez.

Paul: no les dijimos...
Lucy: su lo hicimos Paul, ellos lo sintieron. Somos vampiros, no hace falta usar palabras para entendernos.
Paul: creo que jamás me acostúmbrate a este mundo.
Lucy: lo harás, lo hiciste con el tuyo.

El se quedó callado y miró al frente, sentía que tenía algo por preguntarme pero no se animaba a hacerlo. Lo mire por un segundo y espere a que hablara.

Paul: ¿te iras?
Lucy: no lo se todavía... hay unos temas que tengo que arreglar. No me dejaran de molestas hasta que vaya.
Paul: ¿pero cuanto tiempo te irías? ¿Dos días? ¿Uan semana? ¿Un mes...? Un...
Lucy: no lo se Paul. Tengo que hablar con ellos antes. Pero eso no será ahora. No te preocupes, no te dejare.

El asintió, pero sabía que no está conforme con mi respuesta. No podía darle otra, ya que ni yo sabía cuando o cua to tiempo sería aquello. Coloque una mano sobre la suya y le di un leve apretón, su dedo gordo comenzó a dejar suaves caricias en el dorso de mi mano y una sonrisa apareció en nuestro rostros.

...

La paradera se veía más hermosa que nunca. Paul estaba recostado sobre una manta que habíamos colocado anteriormente, yo estaba recostada arriba de él dejado suaves caricias sobre su pecho.

Sus manos estaban en mi cintura, acariciándole de la misma forma, cada tanto subiendo a mi cabello para ordenarlo un poco, cuando el viento me golpeaba y me lo desordenaba.

Paz, eso era lo que sentía junto con Paul.

Paul: ¿ustedes los vampiros pueden tener hijos?
Lucy: no. Recuerda que teóricamente estamos muertos.
Paul: si...
Lucy: ¿a ti te gustaría tener hijos?
Paul: si. Si son contigo mejor.
Lucy: bueno... siempre esta la opción de adoptar...
Paul: no me molestaría. Pero que formatear una familia contigo en un futuro, es seguro.
Lucy: me iré haciendo la idea.
Paul: buena idea.

Ambos reímos y sin poder evitarlo, volvimos a unir nuestros labios en un dulce beso que provocaba extrañas sensaciones en mi. Pero no me quejaba, eran sensaciones lindas.

Paul: ¿estaremos juntos siempre?
Lucy: hasta que la muerte nos depare. Alto, yo soy la muerte. Entonces digo que no ducedera jamás.
Paul: mejor que sea así.

Paul nos dio la vuelta, quedando el arriba y yo abajo. Parecía que nuestras sonrisas eran imborrables. 

Paul: Definitivamente esto será toda una aventura.
Lucy: sip, pero por lo menos, lo haremos juntos.
Paul: no lo dudes nena.

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Lobos y Vampiros (Paul Lahote)Where stories live. Discover now