Capitulo 04

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La mansión Lirian Hall estaba inusualmente animada en la mañana anterior al esperado baile de verano. El sol apenas comenzaba a elevarse en el cielo, derramando una luz suave y dorada sobre los jardines cuidadosamente diseñados. Los sirvientes se movían de un lado a otro con un sentido de urgencia y propósito, ya que cada detalle debía ser perfeccionado antes de que los nobles llegaran al evento.

En la cocina, los chefs trabajaban diligentemente preparando banquetes dignos de la alta sociedad. El aroma de las delicias culinarias llenaba el aire, desde pasteles de frutas frescas hasta exquisitos platos de marisco. Los aromas se mezclaban en una sinfonía tentadora que prometía satisfacer los paladares más exigentes.

Mientras tanto en los jardines,  Thomas se esforzaba por embellecer aún más el entorno, colocando cuidadosamente guirnaldas de flores frescas. Mientras realizaba esta tarea, su mente se perdía en pensamientos sobre Eleanor y las palabras que ella compartió con su padre en su último encuentro. La nostalgia y la intriga llenaban sus pensamientos mientras se sumergía en sus recuerdos.

El dulce perfume de las flores envolvía a Thomas mientras continuaba trabajando, y los recuerdos de aquella noche tan especial lo asaltaban una y otra vez. Había sentido en su interior una tormenta de emociones encontradas: el deseo de luchar por su amor y el temor a causarle a Eleanor más problemas de los que ya tenía.

Mientras Thomas seguía colocando las guirnaldas de flores, el sonido de unos pasos apresurados se acercaba a él. Volvió la cabeza y vio a Samuel, uno de los sirvientes más cercanos a él en Lirian Hall, acercándose con un toque de vacilación en su mirada.

Samuel era un joven de aspecto sólido, con una sonrisa amigable y ojos avellana que siempre parecían comprender más de lo que decían. Se acercó a Thomas, quien notó que Samuel miraba su trabajo con interés pero también con preocupación.

"Thomas", comenzó Samuel vacilante, "últimamente te ves inquieto . ¿Qué te ocurre? Sabes que siempre puedes confiar en mí."

La amistad entre Thomas y Samuel era como una antigua canción que se había entrelazado en las paredes de la mansión Lirian Hall a lo largo de los años. Habían compartido risas y secretos en las sombras de las habitaciones opulentas y en los pasillos silenciosos.
Samuel había sido el primero en tender una mano amistosa a Thomas cuando este último llegó a la mansión como un joven sirviente novato. Desde entonces, habían compartido muchas experiencias en su trabajo, así como en sus vidas personales. Habían sido testigos de los altibajos de las familias nobles a las que servían, y habían encontrado consuelo y apoyo el uno en el otro en tiempos de dificultad.

La sonrisa pícara de Samuel no disminuyó cuando Thomas respondió sobre Eleanor. Sus ojos se abrieron ligeramente con sorpresa y su ceja se alzó con curiosidad.

"Eleanor, ¿dices?" Samuel respondió con un tono juguetón, y su voz llevaba un toque de vacilación deliberada. "Vaya, vaya, Thomas, esto se pone interesante. ¿Qué ha sucedido con Eleanor que te tiene así de pensativo?"

Thomas medio sonrió y comenzó a contarle sobre la conversación que había escuchado. Samuel no dejaba de hacer comentarios picantes mientras escuchaba, como si disfrutara del drama.

"¡Oh, Eleanor y su padre en medio de un misterio! Esto es más emocionante que una novela ", bromeó Samuel, aunque su mirada mostraba genuina curiosidad. "Entiendo tu preocupación, Thomas. ¿Has considerado en volver hablar con ella?"

Thomas suspiró profundamente, sintiendo que Samuel estaba disfrutando de la intriga. "Aún no, Samuel. Tengo miedo de empeorar las cosas o de ponerla en una situación incómoda ."

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