Capitulo 08

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Thomas y Samuel caminaban hacia la mansión en medio de la fatiga y la conversación tranquila. Estaban agotados física y emocionalmente después de lo que había ocurrido en la taberna.

Thomas sacudió la cabeza y dejó escapar un suspiro.
" me pregunto si habría sido mejor quedarnos en la mansión esta noche en lugar de ir a esa taberna."

Samuel rió con una mezcla de nerviosismo y entusiasmo. "¡Thomas, siempre eres el tipo sensato!"

Thomas no pudo evitar fruncir el ceño. "Siempre me sorprende cómo puedes mantener ese espíritu animado, incluso después de lo que pasó en la taberna. No entiendo cómo lo haces."

Samuel encogió los hombros mientras miraba el cielo estrellado. "Bueno, Thomas, la vida es demasiado corta para preocuparse todo el tiempo. Tal vez deberías aprender a abrazar el caos de vez en cuando."

A medida que se acercaban a la parte trasera de la mansión, Thomas notó una sombra en la entrada y dejó de prestar atención a la conversación de Samuel sobre sus experiencias nocturnas. Thomas frunció el ceño y entrecerró los ojos, tratando de descifrar qué era aquella sombra a lo lejos.

"Oye, Thomas, te estoy hablando en serio", dijo Samuel, un tono de urgencia en su voz. "Deberías dejar de prestar atención a lo que sea que estés viendo."

"Creo que hay algo en la entrada de la mansión. Parece una sombra extraña." Dijo Thomas

Samuel detuvo su relato y miró hacia donde Thomas estaba mirando. "¿Una sombra? ¿Dónde?"

Thomas señaló en la dirección de la sombra. "Allí, cerca de la entrada."

Con sorpresa, Thomas finalmente reconoció la sombra y exclamó en silencio"¡Es Eleanor!" Samuel se detuvo abruptamente y ambos se acercaron con cautela.

Samuel frunció el ceño. "¿Eleanor? ¿Qué demonios está haciendo aquí? ¿Está bien?"

Thomas y Samuel notaron que estaba ebria y comportándose de manera más efusiva de lo normal. Samuel no pudo evitar sonreír, mientras que Thomas se sintió emocionalmente abrumado al ver a la mujer de la que estaba secretamente enamorado en ese estado.

Samuel rió suavemente y bromeó: "¡Eleanor, te has convertido en toda una alma fiestera esta noche! ¿Qué ha sucedido?"

Eleanor, con una sonrisa traviesa, respondió a Samuel "Creo que yo también necesitaba un respiro." Pero cuando Thomas intervino y sugirió que regresaran cada uno a su habitación, ella notó la tensión en su voz y decidió aprovechar la situación para ser más sincera.

"Bueno, bueno, Thomas", dijo Eleanor en tono juguetón, "¿estás celoso o preocupado por algo? No sabía que te preocupabas tanto por mí."

A pesar de su enojo, Thomas optó por no decir nada y ayudó a Eleanor a dirigirse a su habitación, arriesgándose a ser descubierto. Sabía que si alguien los veía en esa situación, sería un desastre. Mientras caminaban por los pasillos, Eleanor continuó soltando indirectas con su tono juguetón.

Soltó una risita y murmuró con voz embriagada: "Thomas, eres tan serio... ¿Por qué siempre tienes esa mirada tan intensa?"

Thomas, tratando de mantener la compostura, respondió: "Eleanor, ahora no es el momento para este tipo de conversaciones."

Eleanor, ignorando su respuesta, siguió bromeando: "Sabes, Thomas, siempre estás tan cerca de mí... ¿tal vez sea porque... me necesitas cerca?"

Thomas siguió ayudándola en silencio, sintiendo la tensión de la situación, pero incapaz de evitar sonreír ante las palabras de Eleanor, que revelaban sus sentimientos de una manera inusual debido a su estado ebrio.

Eleanor, tambaleándose ligeramente, se detuvo frente a la puerta de su habitación y miró a Thomas con una mirada de súplica. "Thomas, ¿no quieres entrar un momento? Por favor, solo un momento."

Thomas, aún enojado, negó con la cabeza de manera firme. "Eleanor, esta situación es demasiado peligrosa. No deberías haber salido sola en medio de la noche. Es arriesgado para ti y para todos nosotros."

Eleanor, ajena a las consecuencias de su estado de ebriedad, agarró a Thomas con entusiasmo y lo empujó hacia su habitación, riendo alegremente.

"Eleanor, esto no está bien", protestó suavemente mientras intentaba mantener la compostura.

Eleanor, aún riendo, lo miró con ojos brillantes y juguetones. "¿Por qué tan serio, Thomas? Solo estamos divirtiéndonos."

A pesar de sus objeciones iniciales, Thomas se dio cuenta de que su atracción por Eleanor era más fuerte de lo que había admitido incluso para sí mismo. Se dejó llevar por el momento, sabiendo que habría consecuencias en la mañana.

Eleanor, con los ojos brillantes y la voz entrecortada, declaró: "Thomas, te amo, de verdad lo hago. He anhelado estar contigo..."

Thomas la miró, sintiendo su corazón latir descontroladamente en su pecho. Sabía que Eleanor estaba ebria y que sus palabras podían no ser completamente auténticas, pero no pudo evitar la emoción que brotaba en su interior.

"Eleanor," respondió con voz suave, "El alcohol puede confundir nuestros sentimientos y decisiones."

Eleanor, sin embargo, persistió, acercándose a él con determinación tambaleante. "No me importa, Thomas. Esta noche, quiero estar contigo."

Thomas sintió la necesidad de estar más cerca de Eleanor, pero al mismo tiempo, quería protegerla y no aprovecharse de su estado de embriaguez. Así que, en lugar de besarla, la abrazó con ternura y la acercó a su pecho.

Eleanor recostó la cabeza en su hombro y suspiró con satisfacción.

Él acarició suavemente su cabello y respondió con cariño: "Prométeme que hablaremos de todo esto en la mañana, cuando estemos ambos sobrios."

Eleanor asintió débilmente, sus párpados pesados por el alcohol. "Prometo que hablaremos en la mañana. Pero...por favor, Thomas," murmuró, sus palabras apenas audibles. "No te vayas. Me siento segura contigo aquí. Solo un rato, por favor."

Sus ojos brillaban con una mezcla de deseo y vulnerabilidad mientras intentaba persuadirlo. "Necesito que estés aquí a mi lado, Thomas. No quiero estar sola esta noche."

Viendo la persistente súplica en los ojos de Eleanor y preocupado por su bienestar, Thomas finalmente cedió a quedarse un poco más de tiempo. Sabía que era importante que Eleanor se sintiera segura y cuidada, al menos hasta que se quedara dormida.

"Está bien, Eleanor," susurró suavemente mientras se sentaba junto a ella en la cama. "Me quedaré hasta que te duermas."

Eleanor sonrió con gratitud y se acomodó en su cama, cerrando los ojos con lentitud. Mientras Thomas velaba su sueño, pensaba en las complicaciones que esta noche había traído consigo y en las conversaciones que tendrían que tener en la mañana. Sabía que tarde o temprano tendrían que enfrentar sus sentimientos y tomar decisiones importantes. Pero por ahora, su prioridad era cuidar de Eleanor mientras dormía, y eso lo hizo sentirse al menos un poco en paz.

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