Susurros

Capítulo 05

El baile comenzó con una elegante apertura. La música comenzó a llenar el aire mientras los primeros invitados llegaban a la mansión Lirian Hall. Eleanor se encontraba en el salón principal, acompañada por sus padres, quienes irradiaban orgullo y elegancia mientras saludaban a los llegados con cordialidad.

Los recién llegados, vestidos con sus trajes más exquisitos y deslumbrantes vestidos de gala, se mezclaban con la alta sociedad. Las risas y las conversaciones llenaban la atmósfera, y la anticipación por la noche que se avecinaba se sentía en el aire.

Thomas, mientras tanto, llevaba a cabo sus tareas de sirviente con precisión y discreción. Aunque estaba ocupado sirviendo bebidas y asegurándose de que los invitados se sintieran cómodos, no podía evitar de vez en cuando alzar la mirada disimuladamente hacia Eleanor. Sus ojos se encontraban durante breves momentos, y en esas miradas furtivas, compartían un entendimiento silencioso.

Eleanor, por su parte, sonreía a los invitados y asentía con cortesía mientras su mente vagaba por los pensamientos y las emociones encontradas. El baile de verano prometía ser una noche llena de encuentros y decisiones significativas, y la presencia de Thomas en la periferia de su mundo social la reconfortaba, recordándole una conexión especial.

Mientras Eleanor intentaba navegar por la alta sociedad en la mansión Lirian Hall, sus padres eran tajantes en sus instrucciones. Le recordaban una y otra vez la importancia de su participación en las actividades y la necesidad de mantener la compostura en todo momento.

Su madre, con voz firme, le decía: "Eleanor, esta noche es crucial para nuestra familia. No puedes darte el lujo de desviarte de las expectativas. Tu deber es claro."

Su padre, con un gesto serio, agregaba: "No olvides que representas a nuestra casa. Cualquier paso en falso podría tener consecuencias graves."

Estas directivas enfáticas dejaban a Eleanor con una sensación de opresión. Mientras luchaba por cumplir con las expectativas de sus padres, su mente anhelaba esos breves momentos de conexión con Thomas, una escapatoria de la presión constante impuesta por su familia.

Con la llegada de sus amigas , Eleanor finalmente encontró una oportunidad para escapar de la presión de sus padres. Con una sonrisa aliviada, se despidió de ellos y se acercó a sus amigas que habían llegado al baile.

"Mis queridas amigas, ¡qué alivio verlas!" exclamó Eleanor mientras abrazaba a sus confidentes de toda la vida. "Necesitaba un respiro de las formalidades."

Las amigas de Eleanor expresaron sorpresa por su falta de presencia en la sociedad últimamente. "Hace mucho que no sabemos de ti, Eleanor. ¿Dónde te has metido?" preguntó una de ellas con curiosidad.

Eleanor respondió con una sonrisa y una mirada enigmática: "He estado ocupada escribiendo y necesitaba un respiro de todo esto."

Sin embargo, cuando sus amigas comenzaron a hablar de los posibles pretendientes que podrían presentarse en el baile, Eleanor se sintió incómoda y su tono se volvió más firme. "No me presentaré ante ningún pretendiente", declaró con determinación. "Hasta ahora, ninguno ha cumplido con mis expectativas o tocado mi corazón de la manera adecuada."

Caroline, la cual destacaba en la alta sociedad por su aire de superioridad y su énfasis en la tradición. Era alta y esbelta, con cabello rubio platino que caía en cascada sobre sus hombros. Siempre vestía con elegancia y llevaba joyas caras que resaltaban su estatus.

La familia de Caroline, los Harrington, eran conocidos por su riqueza y su linaje aristocrático. Vivían en una opulenta mansión en las afueras de la ciudad. También eran notados por ser conservadores y tradicionales, y presionaban a Caroline para que se casara con un pretendiente adecuado que continuara con la tradición familiar. Veían con desprecio la elección de Eleanor de seguir su propio camino y su desdén por las convenciones sociales.