Capitulo 06

50 36 3
                                    

Sin decir una palabra, Thomas cerró la puerta detrás de él, encerrando el mundo exterior y creando un espacio privado para ambos. Se acercó lentamente a Eleanor, su mirada llena de intensidad y emoción contenida.

Eleanor, a pesar de sentir la fuerza de su conexión, no podía evitar sentir un nudo en la garganta. Se apartó de él, su mirada lanzaba chispas de enojo reprimido. "Thomas, ¿cómo pudiste hacer esto? ¿Cómo pudiste alejarte de mí sin una explicación?"

Thomas bajó la mirada, luchando por encontrar las palabras adecuadas. "Eleanor, pensé que era lo mejor para ti, para tu futuro. Soy solo un sirviente, no puedo ofrecerte lo que Lord Waverley u otros pretendientes pueden."

Eleanor, sin embargo, no estaba dispuesta a dejar que sus preguntas quedaran sin respuesta. "¡No me importa lo que puedas o no puedas ofrecerme en términos materiales, Thomas! ¿Tan superficial me crees?"

Thomas, sintiéndose atrapado entre su deseo de proteger a Eleanor y su propio amor por ella, finalmente explotó: "¡No entiendes, Eleanor! La sociedad nunca aceptaría a una dama noble como tú con un sirviente. No podía permitir que tú reputación y tú futuro se arruinaran por mi causa."

Eleanor se sintió herida y enojada por la decisión unilateral de Thomas. "¿Y quién eres tú para tomar esa decisión por mí? ¿Acaso no crees que merezco la oportunidad de decidir por mí misma? Me has privado de tu presencia durante tanto tiempo, me has hecho sentir perdida y confundida."

Thomas sintió su propio enojo crecer. "¿Qué esperabas, Eleanor? ¿Que nos casáramos secretamente y viviéramos en la oscuridad, siempre ocultos? ¿Qué tipo de vida sería esa para ti?"

Eleanor, frustrada, se cruzó de brazos. "No sé qué tipo de vida podría haber sido, Thomas, pero al menos habría sido mi elección."

La habitación parecía encogerse mientras Eleanor y Thomas se enfrentaban a la tormentosa maraña de emociones que habían estado ocultando durante tanto tiempo. El enojo que ardía entre ellos era como un fuego descontrolado, amenazando con destruir todo lo que habían compartido.

Thomas, confundido y herido por la aparente traición de Eleanor, le pregunta con voz quebrada: "Entonces, ¿por qué le dijiste a tu padre que cumplirías con la promesa de alejarte de mí?"

Eleanor, su voz llena de frustración, responde con brusquedad: "¡Porque no entiendes mi situación en absoluto! Era mi deber, ¿no lo entiendes? ¡No tenía más opción!"

Un silencio abrumador recorrió la habitación, y Eleanor, con ojos llorosos, no pudo evitar acusar a Thomas con un tono cargado de dolor: "También te alejaste de mí, Thomas. ¿Acaso no significaba nada para ti?"

Thomas, sintiendo la acusación de Eleanor como una puñalada en el corazón, respondió con urgencia: "Eleanor, todo lo que hice, lo hice pensando en ti. Sabía que si me quedaba a tu lado, tu vida podría arruinarse. Te amo demasiado como para ser egoísta y poner en peligro tu futuro."

Eleanor, con el corazón latiendo con ansiedad, se dio cuenta de que estaba tardando mucho en regresar al baile, se apartó de Thomas y comenzó a buscar su tocador con desesperación. El reloj estaba en su contra, y temía que alguien en el baile notara su ausencia y empezase a hacer preguntas incómodas.

Las sombras de la habitación parecían  alargar sus siluetas, Eleanor continuaba buscando su abanico y retocándose el maquillaje de manera rápida. Sabía que no podía permitir que nadie descubriera su emotivo encuentro con Thomas.

Finalmente, encontró su abanico y lo sostuvo con manos temblorosas. Se miró al espejo una última vez, tratando de recuperar la compostura y borrar cualquier rastro de emoción en su rostro. Con paso decidido, se dirigió hacia la puerta, lista para regresar al baile y enfrentar las miradas curiosas que puedan aguardarla.

Susurros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora