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Era hora de la merienda y la pasábamos acompañando a la reina junto con la princesa además de la insistente aparición de Lecia quien no perdía oportunidad para preguntar por Dereck, al parecer el príncipe le había perdido interés, lo cual es muy raro ya que según la historia ellos se casan al final pero la verdad no me interesa lo que le pase, y su primo Enzo mantenía una leve distancia de ella a causa de los rumores que circulan sobre su desvergonzado amorío, por lo que ahora buscaba a Dereck después de haberlo herido con su indiferencia. Me era una molestia pasar tiempo con ella pero no había remedio ya que ella siempre veía la forma de estar cerca aún si con eso era descortés con los demás, parecía no importarle su alrededor, se siente intocable aún con su nivel tan bajo en comparación con nosotros. Tendríamos que pasar más tiempo con ella hasta que una de las dos familias se fuera, al parecer Enzo tenía asuntos con el rey al igual que mi padre, además de que teníamos que estar el tiempo suficiente para mí vestido de novia el cuál está a cargo de una de las mejores costureras del reino, la misma que hacía la vestimenta de la familia real.
Antes de que el sol se pusiera me reuní con Brishen después de que llegara de su entrenamiento con el príncipe ya que le estaba enseñando.

– Estás lista Alizée. —dijo mientras tomaba de mi mano y me sonríe.

– Sí, ¿A dónde iremos está vez? —dije sosteniendo su mano y acercándome a él.

– Es un secreto, pero te puedo decir que te encantará, ya le pedí a tu madre permiso para llegar tarde así que no hay que preocuparse. —en eso se detuvo delante de su caballo.— Si me disculpa. —tomo mi cintura y me levanto para sentarme en el caballo.— Está cómoda.

– Sí —dije ruborizada— Entonces ¿A dónde vamos está lejos?

– Un poco pero lo hago para que no se cansé. —dijo, para después subir al caballo.

Él está tan cerca mío que mi espalda toca su pecho, sus enormes brazos me rodean y puedo sentir su respiración, cuando me dice que me sujete fuerte hace que me ponga nerviosa al oír su suave voz en mi oído. Cabalgamos por un sendero y después por un bosque hasta que sólo se puede ver cómo los rayos de luz naranja iluminan los bellos árboles hasta que no encontramos con unos rosales que estaban cercas de una pequeña cascada que con la luz del sol parecía iluminada, es un lugar hermoso y a un costado había una pequeña loma en donde nos sentamos a ver el paisaje, todo se ve hermoso, veía alrededor cuando Brishen se paró y me pidió que lo acompañará, caminamos hasta el estanque.

– Ven, mira el reflejo en el agua. —dijo Brishen.

Mire y vi como poco a poco aparecían estrellas en el estanque, era tan hermoso, parecía mágico y romántico.

– Encontré este lugar y al verlo pensé en ti Alizée. ¿Te gustó? —dijo Brishen con un brillo en sus ojos.

– Sí, me encantó. Me alegra que me trajeras a este lugar. —dije con una gran sonrisa que no podía ocultar, lo mire y le di un beso en la mejilla.— Gracias Brishen.

Él tomó mi cabello y lo beso, continuó en mis mejillas para después besarme con pasión, yo le respondí de igual manera, sentí como me tomó de la cintura y me acercaba a él, sus besos son dulces que hacen que me derrita. Cuando nos separamos su mirada apasionada pedía por más pero tomó mis manos, puso su capa para que nos sentemos, beso mis manos, después se acostó poniendo su cabeza en mi regazo, parecía como un animal pidiendo cariño, le acaricie su cabello castaño y mire sus largas pestañas y sus labios. Abrió los ojos y acarició mi rostro.

– Eres como un sueño Alizée, un sueño del que no quiero despertar. —dijo mirándome con sus ojos café— Tengo miedo de perderte.

– Jamás vas a perderme. —lo besé con cariño— Siempre estaré a tu lado, a dónde vayas yo iré.

Lo hice por ti Where stories live. Discover now