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PVEGAS:

Me reí cuando vi a mi hermano quitar a su mate de mi lado. En serio, me encantaba ver las expresiones de las personas, sobre menos cuando estaban molestas. La cara de mi hermano era todo un caso, que hizo comenzara a reírme con ganas.

-Oh, vaya. Pete... —dijo Porsche, mirando hacia la puerta. Eso hizo que frenara mi risa de un golpe, y mirara hacia donde estaba el mejor amigo de Porsche.

Quedé sin aliento.Portaba un pantalón y un top sumamente entretenido, se podían ver las curvas seductoras que tenía, ni que hablar de su rostro algo maquillado. Su cabello le caía de una manera soberana, opacando a cualquiera a su paso.

Mi lobo se movió entretenido y curioso.

Y yo solo quedé sin habla al verlo tan atractivo.

-Hola de nuevo, Porsche. -Saludó Pete. Me miró y luego miró a su amigo. ¿Cómo fue que Kinn fue a salvarme?

Eso me hizo tensar, que me levanté de un salto y fui directamente hacia el.-¿Qué dijiste? -pregunté
sosteniendo su muñeca. Su perfume dulce hizo que soltara un gruñido. Contesta. El me miró sorprendido-.

-Te contestaría si me sueltas y si me dejaras de gruñir. ¿Qué? ¿Quieres un hueso o algo?

El era un chico sumamente..... molesto.

Solté su muñeca y retrocedí. Me había olvidado que tenía un carácter muy irritante.

-Mejor así -objetó con una sonrisa llena de sorna. Miró hacia mi hermano en vez de a mí ¿Contestarías a mi pregunta?-.

-Eso también quiero saberlo. ¿Por eso se fue mi hermano de aquí?

-Él se fue a comprar un antojo que tenía hace unos momentos, cuando tú estabas dormido -dijo Porsche con extenuación. No sabía que Kinn te salvó, aunque me alegra saber que mi querido hombre lobo, te haya salvado. -Miró a mi hermano y le sonrió con calidez-. Gracias.

Él solo le devolvió la sonrisa en muestra de afecto.

De nuevo estaba viendo un cuadro...

-Cuadro amoroso -dijo Pete con una leve sonrisa-. Veo que los hombres lobos son muy cariñosos con su pareja. Quizás consiga uno así.

-O quizás cuenta que pasó -sugerí. El solo giró los ojos.

-Les seré breve. Muerte, vida, y amor. Ahí está resumido. -Su humor era algo agrio para el ambiente que le rodeaba. Estaba pensando que no sabía leer el ambiente-. ¿Qué?

-Será mejor que detalles lo que pasó -indicó Porsche, mientras lo miraba con preocupación. ¿Un enemigo?

El nombrado, bufó.

-Casi me matan, pensando que yo era algo para ese idiota. -Me señaló con desdén-. No sé dónde rayos sacaron eso, pero casi me matan por ello. Aunque Kinn me salvó a tiempo.

-Maldita sea -farfullé con dientes apretados. Mis dos manos estaban cerradas en un puño-. Estoy harto de esa manada. Quiero matarlos a todos, así terminar esta disputa absurda.

-Siempre he pensado eso -dijo Porsche soltando un suspiro-. Sin embargo, quisiera que terminara bien, y no en muerte.

-¡Es imposible que termine bien! exclamé molesto-. Ya vieron lo que pasó. Esa manada solo quiere verme muerto, así fusionarse con esta manada. -

-¿Y si lo dejas hacer? -preguntó Pete. Su pregunta hizo que lo mirara con ira. ¿Acaso era un idiota? Oh sí, era nuevo en el tema de los hombres lobos. Respiré profundamente, no tenía que molestarme con el solo por no entender bien el tema de las manadas.

-No se puede. Si lo haría.... Pueden morir muchos integrantes de la manada Arcanos -expliqué con mucha paciencia. Pasé mi mano por mi cabeza, el efecto del alcohol ya no estaba en mi organismo; por lo tanto, ya no podía sentirme relajado en absoluto.

-Pues bien. Yo iré a mi departamento, no quiero que cierta personita me esté viendo como si YO fuera su enemigo. -Sus palabras salieron algo adoloridas de su boca. Porsche me miró con el ceño fruncido, y mi hermano..... Ni hablar, los dos estaban mirándome con el ceño fruncido.

Oh cielos, ¿por qué tengo que tratar con alguien así?

-No digas eso, Pete. Vegas es un idiota pero no es tan malo como crees -refutó Porsche, yendo hacia el-. Puedes quedarte a dormir hasta mañana.-No, Porsche. Sé que no soy bienvenido aquí, así que mejor me voy, antes de que cause más dificultades -Caminó hacia la puerta, pero antes que se fuera y quedara como el malo de la película. Lo detuve de su mano. El volteó y me miró fijamente.

Era hermoso.

Su rostro era perfecto, sus pestañas largas, y sus labios gruesos y glotones cómo un corazón.

Su rostro era perfecto, sus pestañas largas, y sus labios gruesos y glotones cómo un corazón

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          (Así se veía pete)

ERES MI ALPHA (vegaspete)Where stories live. Discover now