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PETE:

Estaba arrepintiéndome de haber salido en plena madrugada para darme un chapuzón en el lago. Ni que hablar de haber besado a Vegas. Estaba seguro que cuando pasara todo lo que estaba ocurriendo, todo iba a volver a la normalidad.

¿Por qué tuve que salir a la madrugada? Oh vamos, un chico normal estaría en la cama contando ovejitas para dormirse; sin embargo, yo no era cualquier chico.

Y por no ser cualquier chico, estaba metiéndome nuevamente en problemas.

-¿Quiénes son? -pregunté con el miedo pisándome el trasero. Di una mirada al dizque jefe y pude darme cuenta quien era esa persona-. Tú eres el pervertido de la otra vez.-¿Pervertido? -Soltó una risita asquerosa. Parece ser que hasta me has puesto un apodo muy extraño. Eres tan lindo.

-Púdrete.

Nuevamente soltó otra risita.

-Perfecto para la pareja de un alfa — dijo, mientras daba unos pasos. Vegas se puso delante de mí, se podía apreciar como los músculos de su espalda estaban tensos-. ¿Qué? El no es nada para ti. Así que no comiences gruñir como si estuvieras defendiendo a tu mate.

Golpe fuerte a mi estómago y directo a mi corazón.

-Eso a ti que te importa -escupió Vegas con desdén-. Deberías irte de aquí, estás pisando mi territorio.

-¿Territorio? Pues estás en lo correcto, pero.... Solo eres uno, y nosotros somos varios -Los lobos comenzaron a acercarse a nosotros. Vegas retrocedió, protegiéndome con su cuerpo. Ese chico que está detrás de ti, lo voy a tomar como mío.

La ira impactó contra mi pecho de lleno.

Εl sentimiento circuló sorprendiéndome por completo. Nunca había sentido esa molestia. Tenía ganas de matarlo, destrozarlo con mis manos.

¿Qué es esto?

-¿Crees que te lo daré fácilmente? - inquirió Vegas. Su voz estaba cargada de ironía-. No sabes con quién te estás metiendo. Nunca voy a olvidar lo que hiciste con un integrante de mi manada.
-Es lo mismo que hicieron con nuestro alfa. Lo mataron sin compasión enfrente de su pareja. Eso no se puede olvidar -dijo, haciéndome estremecer por completo. Había visto a Vegas matar a tipos, pero lo había ignorado para no llenarme de preguntas y de cosas en la cabeza.

-Lárgate.

-No. No, sin antes capturar al futuro alfa de la manada Arcanos. -Abrió los brazos y nos sonrió de medio lado-. Te dije el trato, pero no aceptaste.

-Nunca aceptaré algo asqueroso. Vegas comenzó a gruñir-. Nunca te daré a ningún miembro de mi manada.

El tipo resopló.

-Entonces.... ¿Por qué no lo tomo a la fuerza? Sobre menos, el mate de tu hermano. Dicen que está embara....

No terminó de hablar, ya que Vegas se le fue encima, dándole un fuerte golpe en la quijada que lo hizo mandar al suelo. Llevé mis manos a la boca cuando los lobos se le vinieron encima, mordiendo su cuerpo sin remordimiento. Estaba seguro que el lago se estaba tiñendo de sangre por sus heridas.

-¡Basta!

-Como siempre eres muy débil ante el mate de tu hermano -dijo el tipo, escupiendo sangre por el golpe recibido. Y me pregunto por qué será.
-¡Basta! ¡Paren ya! -grité fuertemente, intentando ir hacia ellos. Pero Vegas me empujó para que me mantuviera apartado. Dos lobos estaban mordiendo sus brazos, se podía escuchar los gruñidos.

-¡No te acerques! -ordenó Vegas con voz autoritaria.

Miré con desesperación al tipo que estaba riéndose por la escena que estaba enfrente de sus ojos.

-Si no haces parar a tus lobos. Te patearé tus pelotas, imbécil, amedranté.

-Oh vaya. Parece que tienes un genio digno de admirar. Me gusta eso de ti. -No quería hacerlo, el miedo estaba latente dentro de mi racionalidad. Pero algo dentro de mí, nació como un rayo cayendo en pleno desierto.
No esperé más y fui hacia el tipo. Lo encaré con valentía y le di una fuerte cachetada, el ruido resonó en la oscuridad de la noche. Los lobos se detuvieron, mientras que el asqueroso hombre, solo quedó con el rostro volteado de un lado.

-Lo que digo lo cumplo. Si no llamas a tus lobos, yo...

-Lo siento por esto hermoso, expresó, mirándome fijamente.

Y lo sentí.

Un fuerte golpe vino detrás de mí, mandándome al suelo. Los ruido de los alrededores se volvieron lejanos, la vista se volvió borrosa. Solo escuché a Vegas gritar mi nombre en la lejanía, para luego caer al suelo rendido.

Maldita la hora de haberme enterado que existían los hombres lobos.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Where stories live. Discover now