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PETE:

No podía creer lo que había escuchado de parte de Vegas. En solo un momento, todo se vino a pique. Primero estaba feliz por hacer el amor con el amor de mi vida; y por el otro lado, estaba en shock, al saber sobre el secuestro de mi mejor amigo. ¡Mi mejor amigo! ¡Mi Porsche! El no estaba bien, todavía recordaba el gesto de dolor que hizo en la mañana. Eso no era buena señal, estaba seguro que muy pronto vendría el pequeño hombre lobo.

¿Y si salía en el estado de secuestro?

Oh Dios mío, que no sea eso.
-Iré contigo -dije, mirando como Vegas estaba dando órdenes a sus hombres. Dejó de hablar y todo su cuerpo se tensó. Hizo una gesticulación a sus hombres, los cuales, asintieron con la cabeza y se retiraron, dejándome a solas con él-. Iré contigo.

-No.

-¿Qué? ¿Por qué? ¡Mi mejor amigo está secuestrado! -exclamé con el tono de voz alzado. No estaré aquí esperando como niño bueno. ¡No soy así!

-Este asunto es entre manadas de hombres lobos. Los seres humanos no deben involucrarse. Me basta con Porsche metido en todo este maldito conflicto. -Giró su cuerpo y me miró. En sus esferas celestes cielo, tenía plasmada la frialdad en todo sentido de la palabra. Estaba mirando a un alfa actuar, no al sínico de Vegas.

-Soy tu mate. Me importa un cuerno tus palabras. Iré contigo.

-¡Dije que no! -gritó fuertemente-. Salvaré a Porsche, y terminaré con todo este maldito conflicto. Es mi deber como alfa.

Abrí la boca y lo miré con la ira circulando por todo mi pecho. Levanté mi mano y lo señalé con mi dedo índice.

-Soy tu mate, soy como la leona del león. Y me vale mierda tu opinión. ¿Sabes por qué? -Me levanté y le saqué pecho con altivez-. No me quedaré aquí como una princesa indefensa. Sabes muy bien, que no soy para nada una princesa.

-¡Dije que no! ¡No irás! ¡Te quedarás aquí y me esperarás! -De nuevo gritó, se podía apreciar la ira circulando por todo sus apéndices. Esa ira la sentía el doble en todo mi cuerpo, tenía ganas de destrozar todo a su paso. Lanzar la mesa, las sillas y dar un fuerte golpe a la pared.

Malditas emociones dobles.

-¡iré, Vegas! ¡iré a ver a mi Porsche!

Ambos nos miramos con rivalidad.

Pensar que podía pasarle algo, eso
me hacía entrar en pánico-.
Por favor. Toda la ira que tenía en el pecho se esfumó de repente. Limpié de mala gana las lágrimas que tenía en mis ojos, había soltado algunas gotas de agua de mis lagrimales. O así lo llamaba yo, para no sentirme mal.

-Pete...

-El es mi mejor amigo desde la secundaria. Ha estado a mi lado en los momentos críticos de mi vida. — Lo miré fijamente con la tristeza cortando mi garganta-. Me salvó, Vegas. Esos días donde entré en depresión, esos días donde quería acabar con mi vida. El estuvo a mi lado, estuvo gritándome y mirándome como un ogro. Siempre diciéndome: «Pete eres fuerte, vas a salir de esta. Estaré a tu lado». solté un pequeño suspiro-. El es como mi hermano. No puedo dejarlo solo. No, cuando está en estado de gestación. Debe de sentirse solo.
Yo....

-Estarás a mi lado -declaró entre dientes. Si tú te separas de mí, te juro que...

-Hazme lo que sea. Primero,
quiero ver si está bien mi Porsche.
Luego hablamos de lo demás.
Menee la mano en el aire-. ¿Cuál es el plan, grandullón?

Quedó con la mirada fija en mí, para luego nuevamente suspirar profundamente. Fruncí el ceño por sus palabras silenciosas que estaba incentivando las ganas de patearle las pantorrillas.

-A veces, quisiera coger tus testículos y jalártelos hasta que tus bellos ojos lagrimeen -Crucé los brazos por encima de mi pecho. Él solo alzó una ceja-. ¿Qué? A veces eso provocas. Pregúntale cualquiera que te conoce.
-Me encantan tus dulces palabras. Como siempre siendo tan cariñoso conmigo -ironizó.

Giré los ojos.

-Dime cuál es ese dichoso plan que tienes, alfa -dije. Él se tensó y toda su ironía se esfumó, dando reconocer su frialdad.

-Mis hombres están buscando por todo el alrededor. No demorarán en encontrarlo. Cuando lo hagan, saltaré listo para matarlo con mis propias manos. -Esto último lo dijo entre dientes-. Mi hermano está destrozado, pude sentir su dolor en mi pecho. No puedo dejarlo con vida, yo mismo lo mataré.

-¿Por qué siempre hay que matar? Podemos...

-Las leyes que rigen los humanos, son diferentes a las nuestras. No podemos basarnos en sus leyes, ya que no somos humanos -explicó con el rostro contraído de la ira-. Soy el alfa, mi deber es velar por los demás. Y eso haré. Lo haré pagar por todo lo que hizo y está haciendo a mi manada.
Su sentencia me puso los pelos de punta.

No podía hacer otra cosa más. No, cuando lo veía como un dictador. No podía intervenir; él no era un ser humano normal. Podía ser similar a los seres humanos, pero nunca se iba a igualar.

Él era un hombre lobo.

Por ende, se regía con otras leyes.

-Te acompañaré. No me meteré en tus asuntos, no te guiaré por el camino de la luz; más bien, estaré a tu lado. No importa la decisión que tomes. Estaré ahí para ti.

Él no dijo nada.

Solo asintió la cabeza. No había tiempo para romance, era hora de actuar y buscar a mi mejor amigo.
Espero que estés bien. De verdad lo espero.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Where stories live. Discover now