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Iba conduciendo en dirección al barrio de la morena para darle una sorpresa ya que desde la noche anterior no la veía y se moría de ganas de tenerla a su lado y besarla, aparcó el coche cerca de su casa y empezó a buscar el bar Scorpio. Un poco asustada y con miedo caminaba por las calles del barrio, que anteriormente le asaltaron unos ladrones en su coche, pero las ganas que tenía de ver a Amelia eran mayores y siguió hasta que al cruzar se encontró con una chica que parecía que conocía el lugar y así le fuera de gran ayuda.

- Hola buenas noches estaba buscando por aquí a Amelia Ledesma, ¿la conoce?

- ¿La Diabla? - Contestó Jennifer, otra bailarina del bar Scorpio dejando a Luisita un poco dudosa.

- Sí me imagino que ella es, me ha dicho que está en el bar Scorpio, no sé si sabes dónde está.

- Claro, yo trabajo allí, soy Jennifer ¿y tú?

- Soy novia de La Diabla. - Respondió Luisita con una risa avergonzada.

- Ven conmigo, voy a trabajar y este es un lugar peligroso para tí. - Le ofreció la bailarina amablemente.

- Gracias. - Contestó la rubia con timidez.

Iban caminando las dos chicas por las oscuras calles del barrio hasta que al girar por un callejón, allí vieron el cartel luminoso y entraron al lugar en el que la música y los bailes eran el ingrediente principal.

Lado a lado y sin dejar sola a la abogada, Jennifer buscaba a La Diabla y esquivando a los clientes que alli se encontraban y bajo la mirada sorprendida de Luisita, al lado de la barra bebiendo una cerveza se la encontró.

- ¡Diabla! Aquí te llegó una sorpresita. - Le habló en alto la bailarina para saludarla mientras que Amelia se daba la vuelta y se encontraba de frente con Luisita.

- Mi amor, ¡qué sorpresa! ¿qué estás haciendo aquí? - Preguntó la morena con cara desencajada.

- Quería darte una sorpresa, ¿te molestó?

- No para nada, sólo que no te esperaba.

- Es que si no hubiera descubierto la sorpresa.

- Mira, ella es Marina, la persona con quién estaba cuando me llamaste por teléfono, es como una hermana para mí.

- Encantada. - Se acercó Luisita a darle dos besos para saludarla.

- ¡Oyeee! ¿así saludas a tu novia? ¿ni un besito ni nada? - Preguntó Jennifer mientras que Amelia se acercaba a Luisita para besarla.

- ¿Nos sentamos y tomamos algo Luisi? Gracias Jenni. - Preguntó la morena a su novia mientras que se despedían de la bailarina para apartarse y estar a solas.

- Sí claro.

- ¿Pero qué hace la abogada aquí? - Preguntó Marina a Jennifer mientras seguía tomándose una cerveza.

- Ay Marina, vino a darle una sorpresa a su novia, ¿no te parece romántico? - Le contestó la bailarina con cara enamoradiza dejando preocupada a la castaña.

- Mi amor no te esperaba aquí. - Contestó Amelia acariciando la cara de Luisita.

- ¿No te gustó que viniera a visitarte?

- Sí pero es que este no es lugar para ti, no es como los sitios a los que estás acostumbrada.

- Amelia si voy a estar contigo, yo quiero conocer todo de ti, tus gustos, los lugares que te gustan, tus amigas... - Le respondía Luisita agarrándole las manos para que no se preocupara.

- ¡Pero mira nada más a qué pareja tan bonita tenemos aquí! - Decía Cachorra acercándose a la mesa acompañada de las chicas de la banda y algunas bailarinas que pasaba su rato libre.

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora