Cuatro

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[Kilian 21 años - Amira 16 años]

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[Kilian 21 años - Amira 16 años]

Ser el futuro Alfa es una gran responsabilidad, y conlleva un extenuante entrenamiento, por eso todos los días desde que me convertí asisto a un intenso entrenamiento donde mi tío Anoki y papá están a cargo, y luego voy con otros lobos más entrenados a patrullar, para después volver con mi padre para que me enseñe de estrategias y la labor de un gran Alfa. La mayoría de mis días son realmente agotadores, pero sinceramente me encanta prepararme para ser el futuro Alfa, quiero ser tan bueno como lo es papá.

Hace cuatro años que me convertí, pero aún no encuentro a mi mate, y aunque no es algo que realmente me preocupe, me entristece de cierta forma, pues siento un vacío dentro de mí, ese que solo él o ella podrán ocupar. Pero mientras tanto me dedico a disfrutar, aunque mi padre me aconsejó guardar mi virginidad para mi mate, no lo hice, pues podría pasar perfectamente más de doscientos años antes que la encuentre, exactamente como le pasó a papá.

-Hola bombón – me saluda Becca, con quien tenemos relaciones, pero no es mi novia. Cuando empezamos esta relación sexual con Becca le aclaré que no seríamos novios, solamente con mi mate tendré una relación estable.

-Becca – la saludo con una pequeña sonrisa y ella se para a mi lado para caminar a mi par.

-¿Hacemos algo hoy? – la miro por unos segundos y suspiro, hoy no tengo ganas, he tenido una extraña sensación en mi pecho durante todo el día.

-No creo, cenaré con mi familia y estoy cansado – le digo y ella dibuja un puchero en sus labios – No insistas, por favor – le pido, viendo venir uno de sus berrinches.

-Bien – dice y gira para irse, yo continúo mi camino, sin voltear a verla. Mi hermana siempre dice que soy un cretino con Becca, que no entiende cómo me soporta, pero sinceramente desde un principio le aclaré que solo tendríamos sexo cuando ambos quisiéramos y listo, no tendríamos ningún tipo de relación diferente a esa, y últimamente se está comportando de forma bastante posesiva conmigo y no me está gustando nada eso, me exige cosas que no estoy dispuesto a darle, y a pesar de que lo he hablado con ella varias veces, no cambia su actitud, lo que me lleva a pensar en que tal vez tenga que terminar esta relación.

Esos son los pensamientos que me acompañan hasta la puerta de mi casa, cuando entro dejo un beso en la cabeza de cada uno de mis hermanos y en la de mi mamá.

-¿Papá? – pregunto extrañado, a esta hora ya suele estar acá.

-Está en su despacho. Ve a lavarte las manos, cuando venga tu padre cenamos – me informa y yo asiento con mi cabeza, yendo hacia mi dormitorio, después de hacer mis necesidades y lavarme las manos como mi madre lo había pedido, vuelvo a reunirme con ellos en el living, al mismo tiempo que papá llega con su rostro cargado de preocupación.

-¿Qué sucede? – pregunta mamá yendo hacia papá para abrazarlo, yo tengo todos mis músculos tensionados y no saco mi vista de papá.

-Unos vampiros atacaron a Irina y Amira, Ami tiene dos costillas rotas, un corte en la cabeza que necesitó de puntos y varios golpes en su cuerpo – enseguida mi mundo se paraliza y no entiendo por qué, la incomodidad que hoy me acompañó durante todo el día se vuelve mayor. No me llevo bien con Amira, pero sé que mis tíos y primos deben estar realmente preocupados por ella.

Una Loba para el CachorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora