Una Loba para el Cachorro

Seis

[Kilian 21 años – Amira 16 años]

Hace una semana tía Aila volvió de la manada Red Blood, nos contó de la solución temporal que encontraron para que no vuelvan a dañar a Amira y de lo devastada que ella se encontraba. Me dio bastante lástima, saber que tu mate no va a poder sentirte debe ser horrible, sobre todo para ella que siempre soñó con su príncipe azul. Pero estoy seguro que tía Aila y tía Arinka van a encontrar una solución pronto para su problema.

Pero esto que pasó con Amira me llevó a pensar demasiado en mi mate, y en no poder sentirla, odiaría que me pasara eso, odiaría que ella se encuentre en peligro. Por eso he hablado con papá sobre el tema, quiero buscarla, quiero encontrar a mi mate y traerla a la manada para protegerla de todos los peligros que hay en el mundo. Tuve una larga charla con él, dónde me pidió que no perdiera nunca las esperanzas de encontrarla, me volvió a recordar que él tardó más de 200 años en encontrar a mamá.

Pero algo en mí me dice que estoy cerca de mi mate, que voy a encontrarla pronto, no sé si es mi esperanza hablando o es real, pero sea como sea quiero salir a explorar el mundo en busca de ella y mi padre estuvo de acuerdo con ello, no así mi madre, por eso quedó llorando abrazada a mi padre mientras yo me transformaba en lobo y me perdía por el bosque rumbo a la manada Skyfall. Donde aparte de buscar a mi mate voy por asuntos de la manada.

Después de casi un día entero viajando llego a Skyfall, el Alfa de la manada junto a su Beta y Delta me esperan en el límite y los tres me escoltan hacia la mansión de la manada. Cuando llegamos los cuatro nos transformamos y después de vestirnos nos saludamos.

-Un placer recibirte Kilian – me dice Simón, el Alfa.

-Gracias por recibirme – le digo apretando su mano.

-Debes estar cansado, vamos a cenar y mañana recorreremos la manada, te enseñaré los alrededores y cómo funcionamos. Tu padre estuvo hablando conmigo, me dijo que quieres recorrer algunas manadas en búsqueda de tu mate y también para aprender de otros Alfas.

-Esa es la idea – asiento con mi cabeza, Simón sonríe de lado.

-Eres igual a tu padre – me dice, estoy bastante acostumbrado a que me lo digan, lo cierto es que físicamente somos muy parecido.

-Me lo dicen a menudo – le digo con una pequeña sonrisa.

-Ellos son John y Raven, mi Delta y Beta – dice señalando al hombre y la mujer que se encuentran a los lados de él.

-Un gusto – saludo estrechándole mi mano a cada uno de ellos. Estudio con mi vista a la Beta, lo cierto es que hay muy pocas Betas mujeres, y me parece sensacional que las hayas, tienden a ser más analíticas que los hombres, quienes somos más viscerales.

-Te llevaré a tu habitación para que dejes tu mochila – me dice la Beta y comienza a caminar hacia una habitación, yo solo la sigo en silencio.