Una Loba para el Cachorro

Doce

[Kilian 21 años – Amira 16 años]

Joder con Amira y todo lo que ha crecido, no puedo creer lo hermosa que está esta noche, si fuera cualquier mujer no dudaría en ir tras ella. Pero joder, es la niñata de Amira, la hija de mis tíos, es imposible verla como mujer. Pero no sé por qué en toda la noche no puedo despegar mis ojos de ella, uno de los amigos de mis hermanos está demasiado cerca de ella, sé que están coqueteando y odio eso, siento... siento celos y no entiendo por qué. ¿No se supone que nos odiamos? ¿Por qué ahora siento celos? Le echo la culpa a mi lobo, él ha estado molestándome con ella todo el tiempo, seguramente es por eso, aunque tampoco entiendo por qué mi lobo siente esas cosas.

Cuando están llegando las doce de la noche, mis padres, Keila y yo nos vamos al claro, donde será la transformación de mi hermanita. Los minutos pasan y yo estoy realmente feliz, mi hermana pudo transformarse de forma relativamente rápida en una hermosa loba marrón, Sigrid no solo es hermosa, sino que también es traviesa, no esperó a que papá la invite a correr por el bosque, solo se dejó ir. Y sé que tanto Sigrid como Keila se han entendido a la perfección, lo que solo aumenta mi felicidad.

Me hubiera encantado haber disfrutado más de la transformación de mi hermana, pero la verdad es que solo pensaba en estar con Amira, o al menos verla de lejos, cuidar que nada le suceda. Por eso mismo, cuando corrimos a la mansión para volver a la fiesta fui el primero en vestirme, salgo de la mansión y voy rápidamente hacia dónde se encuentra el grupo de amigos de los mellizos, pero grande es mi decepción cuando me doy cuenta que allí no se encuentra la pequeña rubia. Enseguida comienzo a preocuparme, tengo una sensación muy rara en mi pecho, como si algo malo estuviera pasando.

-Disculpen – llamo la atención de los chicos y todos giran mirándome con respeto - ¿saben dónde se encuentra Amira? – noto como se miran entre ellos, no sabiendo qué contestarme, pero es uno de los chicos el que junta valor para hablar.

-Salió a caminar con Ian – me dice y yo siento como si mi sangre fuera lava, quiero matar a alguien, y ese alguien tiene nombre, quiero matar a ese Ian, y lo peor de todo, es que no entiendo por qué siento todo esto.

-¿A dónde? – pregunto con mi mandíbula apretada, sé que debo dar miedo en este mismo momento, estoy a punto de transformarme, y estoy peleando realmente fuerte con Tyr para no perder el control.

-Al bosque, fueron hacia allá – dice señalándome un lugar en específico, noto su voz temblorosa por el miedo, pero no me importa. Sin agradecerle me giro y camino a pasos largos hacia el bosque, intentando olfatear para poder encontrarlos, y en este momento odio la estúpida pulsera que Amira lleva en su muñeca, eso no me permite olerla, por lo que intento concentrarme en oler al estúpido cachorro.

No pasan demasiados minutos hasta que puedo seguirle el rastro, y la imagen que tengo frente a mí me desequilibra completamente, ese hijo de puta la tiene acorralada contra un árbol.