Una Loba para el Cachorro

Treinta

[Kilian 21 años – Amira 16 años]

Estoy en el despacho de mi padre, caminando de un lado a otro, no voy a dejar que se lleven a Amira, de eso estoy seguro, así tenga que enfrentarme a tío Mason y a mis primos.

-Es nuestra, nos pertenece, pertenece a esta manada – gruñe Tyr en mi cabeza y yo no puedo estar más de acuerdo.

-No dejaremos que se la lleven – le prometo, cuando escucho que la puerta del despacho de papá se abre, me giro para mirar a papá con su rostro completamente serio y a tío Mason sin entender nada.

-Siéntense – nos indica papá y tío Mason se sienta enseguida, frunzo mi ceño, pensando en que ya no debería llamarlo más tío, después de todo es mi suegro – Kilian siéntate – me gruñe papá, sacudo mi cabeza para sacudir mis pensamientos y camino hacia la silla que queda libre a lado de Mason.

-Discúlpate con tu tío por gruñirle – me dice papá.

-No lo voy a hacer – gruño y papá me mira fijamente a los ojos.

-¿Quieres empezar con el pie izquierdo con tu suegro? – me dice por link en tono burlón, yo bufo.

-Te prometo que todo tiene una explicación Mason – le dice papá.

-Explicación que estoy ansioso por escuchar, ¿ustedes dos no se odian? – pregunta frunciendo en el ceño, yo aprieto mi mandíbula, porque odio que todos piensen eso, ¿ella también lo pensará? ¿Me odiará?

-Yo no la odio – digo rápidamente.

-Okey – dice frunciendo su ceño - ¿entonces?

-Es mi mate – digo al mismo tiempo que la puerta se abre.

-¿Qué? – escucho dos gritos femeninos detrás de mí, sé que es mamá y tía Irina, quien ahora será mi suegra, no más tía Irina.

-Pasen y cierren la puerta – dice papá, yo no aparto la mirada de Mason, sus pupilas se dilatan y me mira de una forma que no me deja saber que está pensando, no se mueve, solo respira.

-¡Sabía que alguno de mis chicos sería el mate de Ami! – dice mamá feliz.

-¡Estoy tan feliz! – dice tía Irina, siento como se abrazan y dan pequeños saltos.

-Mates – dice al fin Mason – Eres el mate de mi princesita – se tira hacia atrás en su silla con sus brazos cruzados y continúa mirándome fijamente, yo comienzo a ponerme nervioso, es tío Mason, se supone que todo va a estar bien, ¿no?

-Sí, Amira es mi mate, y no voy a dejar que te la lleves tío, es mía – digo de forma posesiva, él se lleva una mano a su mentón, y pellizca su labio inferior con el pulgar y el índice.