Pasito 5

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—Cariño, ¿qué te sucedió? —le preguntó Danielle, preocupada.

Haerin comenzaba a sentirse bien al escuchar ese apodo, tomó asiento en la mesa donde estaba Danielle y suspiró.

—Tu novia pasó — dijo con un toque de molestia.

—¿Qué novia ? — dijo sin entender.

La verdad es que Danielle es la definición de distraída.

—Yuna— una expresión de asombro surgió en el rostro de la pelinegra, quien abrió su bolso molesta.

—Cariño, no le hagas caso a lo que te haya dicho. Yo y ella tenemos algo complicado — comenzó a limpiar con una toallita húmeda.

—Umm, no dijo nada, solo soltó una cachetada y me lastimó con su anillo .

—Esa boba. Mira cómo dejó tu bonito rostro — agarró lo que parecía alcohol.

—Oye, de verdad que traes un hospital en tu bolso — señaló el bolso y la otra rió.

—Mujer precavida vale por dos — dijo contenta. Luego le reclamará a Yuna por haber golpeado a su compañera sin razón.

—Míralas, y dice que no son novias — comentó Hanni tras de ellas.

Danielle se limitó a refutar. Supuso que sus amigas habían ido al baño y se habían quedado encerradas, pero estaba equivocada.

—Hola, novia de Dani — saludaron las tres, tomando asiento en la mesa.

—No somos novias — dijeron al unísono.

—Ajá — se escuchó decir a alguien de otra mesa. La gente podía ser bastante chismosa.

Danielle guardó rápidamente el alcohol, las toallitas, y algodón en su bolso. Luego le daría a Haerin una pastilla para el dolor.

—Me voy, solo te avisé. —dijo incómoda por la situación.

—Está bien, cariño — despidió.

Sus amigas tenían los ojos bien abiertos por la impresión. Danielle las llamó 'cariño' unos días después de volver de España. Pero ese apodo no duró mucho con ellas, y comenzó a llamarlas por sus nombres. Ahí había gato encerrado, y no eran los de Yujin.

—Es solo mi compañera — dijo, pues las miradas de sus amigas eran extrañas.

—Y nosotras no lo dudamos — intervino Gaeul.

Mientras Yujin le hacía señas de besos, y Hanni reía por lo divertida de la situación.

Minutos después, Danielle habló.

—Las dejo, tengo que hablar con alguien — agarró su bolso.

Las tres asintieron, y la pelinegra avanzó hacia la cancha de baloncesto. Shin Yuna se había metido con la chica equivocada.

Una vez estuvo en el gimnasio, escucho su voz.

—Oh, pero qué tenemos aquí — se acercó una rubia hasta ella.

—No estoy de humor — dijo molesta.

—Sabes que no me gusta que se metan con lo que es mío —tomó la cintura de Danielle, haciendo que el balón cayera.

—Ella es solo mi amiga, y tú no tienes derecho de ir a golpear a toda chica que se me acerque — se separó.

—Eres mi novia.

—No, no lo soy. Jamás me lo has pedido — se cruzó de brazos.
—Te lo digo solo una vez, no toques a esa chica de nuevo.

—Entendido, le pediré disculpas si así lo quieres — se acercó, rozando sus labios con los de Danielle.

—¿Lo harías? — dijo, cerrando los ojos ante el suave contacto.

—Claro, cariño — finalizó con un beso.

La castaña, que observaba la situación, pues siguió a Danielle para pedirle que olvidará el asunto; por alguna razón se sintió molesta al escuchar a esa chica llamar así a Danielle, 'cariño'.

Ella se había sentido especial.

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Cariño { daerin } Where stories live. Discover now