El árbol de la costanera

19 3 0
                                    

Cantando en las ramas
un pequeño gorrión arregla la cama,
pluma sobre pluma, y ¡pip!, se desayuna un piojo.
Un lorito vecino, escandaloso, un poco guapo, un poco flojo,
ya todo camuflado, despierta a la tropa que aletea su modorra
al lado del nidal del pitogüé que de mal humor contesta a la cotorra.
La paloma, no muy buena arquitecta, despeinada, se confunde de departamento
y desordena las briznas de su prima, la tortolita... ¡esperen un momento!
¿Quién se llevó mi almohada de pelusa? ¡Trino, trino, y empieza la pelea!
El téru téru desde el pasto se entromete, solo grita, no gorjea.
El mbiguá de piyama negra, haciendo yoga sobre una roca
observa desde el río. No opina, solo se enfoca.
Ignora a la tijereta de frac tan temprano
Y reverencia con las alas al árbol lejano.
Y el árbol,
rascacielos
cumbre
de tan
particular
muchedumbre
avista
sonriendo
al sol
saliendo.
En frente,
en el cielo
que se moja
en el río,
se va yendo
la luna pálida de frío.

PoesíaWhere stories live. Discover now