𝐋𝐚 𝐏𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐬𝐨

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟔

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 1𝟔

ＬＡＹＬＡ

Bajé del auto de Chase, quien me había invitado a salir. Últimamente hemos estado saliendo más de lo normal. No me incómoda en lo absoluto, pero no sé a dónde quiere llegar o qué es lo que quiere en realidad.

—Es el restaurante más famoso de aquí —dijo mientras caminábamos hacia la entrada.

Asentí con una sonrisa, tratando de disimular mi nerviosismo. No sabía qué esperar  de la noche, pero estaba dispuesta a disfrutar independientemente de lo que sucediera.

El restaurante era elegante y sofisticado, con una decoración moderna y minimalista. Nos acomodamos en una mesa junto a la ventana, disfrutando de una impresionante vista de la ciudad.

Después de la cena, Chase me invitó a dar un paseo por la ciudad. Caminamos por las calles iluminadas por las luces, recordando viejos tiempos y riendo. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, me sentía cada vez más incómoda.

No sabía qué esperar de Chase y no estaba segura de si estaba lista para que las cosas fueran más allá de una simple amistad.

—Layla, tengo que decirte algo —dijo con voz temblorosa.

—¿Qué pasa?

—Layla —repitió mi nombre, tomando mis manos—. Sabes que desde siempre he estado
enamorado de ti. Y estaría dispuesto a todo por ti.

Me encontraba en una encrucijada, impactada por la confesión de Chase. Sabia de sus sentimientos, aunque no duró mucho en sorprenderme, ya que siempre estuvo ahí, en segundo plano. Pero nunca lo había visto de esa manera. No se trataba de su apariencia física, que era atractiva, sino de que no me sentía lista ppara estar con alguien, no después de todo lo que había pasado.

Mi última relación fue bonita al principio, pero con el tiempo se volvió fría y decepcionante. Y aún sufría por ello, llevaba esas heridas y no quería lastimar a Chase de la misma manera.

—Chase, eres increíble y valor mucho nuestra amistad —comencé, buscando las palabras correctas—. Pero ahora mismo, no estoy lista para una relación. He pasado por mucho...

En eso, los labios de Chase se posaron en los míos, sorprendiéndome por completo. Intenté seguir su beso, pero me resultaba difícil. Mi mente estaba llena de confusiones y emociones encontradas.

—Perdón, no pude contenerme —se disculpó al separarse de mí.

Quedé en silencio, intentando procesar lo que acababa de suceder. Era un momento confuso y delicado. Por un lado, estaba halagada de que alguien como Chase sintiera algo tan fuerte por mí, pero por otro lado, no sabía cómo manejarlo.

—Chase, entiende por favor, necesito tiempo—susurré, sintiendo que las palabras se atoraban en mi garganta.

—Claro, Layla. No quería presionarte. Sabes que siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.

Decidimos seguir caminando, pero esta vez en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos. A pesar del momento incómodo, él no intentó ni volvió hacer algo que nuestra incomodidad aumentara. Aunque sabía que las cosas ya no serían iguales. Había un nuevo matiz en nuestra relación que tendríamos que abordar con cuidado.

Mis pensamientos estaban divididos. Por un lado, ya no quería sufrir y quería intentar rehacer mi vida como él lo hizo. Pero, por el otro, no podía negar más que aún sentía cosas por Osiel. Eran sentimientos dispersos. Siempre que lo veía, sentía un desprecio, un odio, pero también provocaba que mi corazón latiera sin control como en el pasado.