Capítulo 2🌻

45 8 24
                                    

Capítulo 2…

        Decidí dejar a Fernanda con los demás y acercarme al grupo de raritos con los que hablaba Camilo. Pablo engurruñó su entrecejo mientras me observaba llegar. Me senté junto a Camilo y él solo sonrió chocando el puñito conmigo.

— ¿Y eso que has venido con nosotros?—susurró para que los demás no escucharan.

—Me aburría estar con personas presumidas y que no me dejan hablar—dije aún sin elevar la voz.

— ¿Sucede algo?— preguntó Pablo acomodando sus espejuelos—. ¿Estás bien?

—¿Sí? ¿Por qué no lo estaría?— inquirí.

—No, es que andas con nosotros. En la escuela no es normal que lo hagas.

—Pues, no sé qué decirte. Mejor que voy— apreté mis labios y me levanté de la banca.

Sentí a alguien persiguiéndome. Una mano me sujetó y apretaba un poco. Al darme la vuelta noté a Pablo, eso me pareció demasiado extraño en su comportamiento.

—No tenías que irte—dijo, pero tanto él como yo estábamos perplejos con su accionar—. Quiero decir, no te estaba echando. Solo te preguntaba porque me pareció muy extraño.

—¿Por qué es extraño que me reúna con mi mejor amigo?— crucé los brazos y alcé una ceja.

—Porque las princesas consentidas no se reúnen con nosotros. Es algo raro, a pesar de que uno de nosotros es tu mejor amigo.

— ¿Princesa consentida?— me burlé y solo apreté mis labios aguantando un par de palabrotas en mi cabeza—. Me voy a ir. Princesa consentida ni princesa consentida—bufé.

¿Qué se ha creído? ¿Princesa consentida? ¿Esas son las vibras que le doy?. Si él supiera que soy más rara que él, pero ese es mi secreto. Tengo que aceptar que me dio un poquito de gracia. No sabía que había alguien que pensara asi de mí, no él.

Fernanda me esperaba molesta en la puerta del salón, no era común que yo me perdiera andando juntas. La miré y solo pasé por su lado como si nada. Me siguió igual que un perrito faldero sin reclamar. Ella sabía que mi carácter no es el mejor, menos cuando puedan dañar mi paz.

—¿Por qué me dejaste sola?—dijo noblemente—. Me dejaste allí con todos aquellos chicos del salón.

—No me sentía cómoda con ellos. Preferí irme con mi mejor amigo.

—Tampoco me avisaste— dijo cruzando los brazos.

—¿Te digo la verdad? Odio reunirme con los de mi salón. Son demasiado falsos y estando cerca de ellos se nota muchísimo.

—A mí me caen bien—planteó jugando con un lapicero.

—Pues vete con ellos y déjame andar con mi mejor amigo.

—No seas así— suplicó—. No me dejes sola.

—No me vas a obligar andar con personas que no me agradan. Ahora solo andaré con mi mejor amigo y Pablo si está en la escuela ¿entendiste?—sentí que mi tono estaba siendo fuerte, demasiado para ser solo una charla.

Después de un << ¿entendiste?>> ella se da por vencida, sabe que no voy a bajar la guardia. Solo miró para el frente sin ni siquiera usar su móvil. Tratar de unirme a personas que no me agradan comenzaba a molestarme, me di cuenta demasiado tarde. No es mi mundo, no es mi gente. No son mis amigos y no tengo que estar con ellos solo por mi amiga.

Nuestra profesora de matemáticas entró en nuestro salón. Hoy comenzaba a repasar geometría del espacio. Las formulas me daban un poco de pereza, eran muchas por aprender en cada figura. Sin embargo, los dos teoremas eran mi parte favorita de la matemática.

No hay diferencias en el amor©️ [COMPLETO]✔️Where stories live. Discover now