No hay diferencias en el amor©️ [COMPLETO]✔️

Capítulo 4🌻

Capítulo 4...

...Narra la autora...

         ¿Cómo dos personas diferentes pueden quererse tanto? Aun no se dar esa respuesta, supongo que Victoria y Pablo menos. Pero, quizás las casualidades iban llamar la atención de cada uno.

¿Quién está despierto tan temprano un día que te dan libre en la escuela?. Ese miércoles le regalaron el día. Normalmente los jóvenes usan las mañanas para dormir. Pero, hoy ellos decidieron salir con el alba de casa.

Pablo iba en su bici con una mochila en su espalda, atento a cualquier oportunidad. Ella iba despistada mirando un folleto de talleres en su ciudad. Cruzar la calle hizo que ambos cayeran al pavimento. El pelo de la chica estaba en su cara y él buscaba sus lentes en el duro piso.

Cuando por fin logró acomodar su cabello le encontró buscando en la calle. Tomó el objeto que él necesitaba y se los colocó dejándolo atónito. Raro era que le había fascinado tenerla a unos centímetros de su rostro. Lo normal es que él no se esperaba esa reacción ante ese suceso. Verla sonreír con el ceño fruncido y que eso le gustara, de alguien que malamente cruzaba tres palabras con él.

El silencio se apoderó entre los chicos, hasta que él reaccionó. Se levantó y la ayudó a levantarse. Tomó sus dos manos y comenzó a sacudirlas quitándole las piedrecitas.

—Gracias Pablo—dijo ella mirando esta vez sus manos—. Sacude tus manos ¡Espera! Lo haré por ti.

Quedó asombrada con las manos del chico. Estaban destrozadas y eran ásperas hasta mas no poder. Tenía callosidades con algunas ampollas pequeñitas. Ella buscó en su mochila como loca. Pablo en cambio solo la observaba.

—No sé por qué tienes las manos así, pero esta crema hará que mejoren.

—No tienes que molestarte—dijo tomando la crema en sus manos—. Gracias.

—Tranquilo, perdona por hacerte caer. Estoy algo despistada últimamente.

—En la calle deberías ser diferente, es peligroso.

Victoria asintió con los labios apretados y se marchó sin decir nada más. Pablo le observaba, le siguió con la vista hasta que dobló la esquina.

...Narra Victoria...

<<En la calle deberías tener cuidado>> ¿Qué es él? ¿Policía? Seguí mi camino, faltaba poco para llegar a la biblioteca. Iba a pasar un taller para ser bibliotecaria, que sería más o menos una ayudantía. Aunque, me gustaba escribir, suelo hacerlo de vez en cuando. Pero, no me imagino como escritora ¿O sí?

La biblioteca era inmensa, de color blanco y parecía un palacio presidencial. Sus ventanas y puertas eran de madera preciosa, palisandro para ser precisa traída de Madagascar o Brasil, quizás. Desde sus ventanas se veía el interior, los grandes estantes divididos por sección. Romance era mi favorito, aunque yo lo llamaba el rincón de mis anhelos.

Al entrar se puede observar a la encargada de prestar el libro y decir <<Shhuu, es una biblioteca >> cuando las personas hablan, Mari. Su cara era algo arrugada como una pasa y era tan alta como poste lumínico. Todos la querían a pesar de su carácter, llevaba años cuidando los libros con amor y es eso lo que más admiraban todos los que frecuentan este lugar.

—Buenos días—dije, pero ella no me escuchó. Agité mi cabeza y aclaré mi garganta—. Hola— dije cuando capté su atención.

—¿Cómo estás?—preguntó levantando su ceja.

—Bien, supongo.

—Te esperaba Victoria, tú y otro chico se han unido—susurró sin expresión en su rostro.