No hay diferencias en el amor©️ [COMPLETO]✔️

Capítulo 27🥑

Capítulo 27:

         No había rastro de Hailey por toda la casa. Estaba libre, podía andar por ese sitio como quisiera. Quité mi uniforme y me senté frente al ordenador en ropa interior. Iba a escribirle un poema, me sentía inspirada.

¿Pueden decirle que le quiero?
Que esto es amor del bueno,
no existe alguien que pueda sustituirle.
Solo le necesito a él.
Sus caricias y besos.
Porque es él, dueño de mis latidos.
¿Que pasaría si te contara sobre mis sentimientos?
Tal vez te aburras, cambies la mirada.
Tal vez no te interese y pierdas el tiempo.
No importa que siento, ni que tan intenso, no sería capaz de decirte mi sentir.
Soy cobarde, prefiero dejarte, no luchar por lo que quiero.
¿Que harías si te digo "te amo"? Tal vez huyas del amor, como lo hago yo de tus ojos.
¿Debería intentarlo? ¿Tal vez debería huir de los nervios que siento al verte? Tal vez si quiero decirte, dejar de ser una cobarde.

No me parecía mal, pero sentía que debía mejorarle. Quizás sustituir “quiero” con “amo” o no sé. Tal vez alguien más tenía que leerle. Llamé a Camilo, estaría en mi casa con su mochila llena de deberes en unos minutos. Mi madre no sabía que yo le contaba mediante mensajes a Camilo sobre los insultos y maltratos de toda mi vida. Eso de ventaja me traía que lo trataba educadamente y a mí, pues con todo el amor del mundo.

Mi mejor amigo estaba despeinado y llevaba un abrigo gordo negro con el logo de Rockstar. En sus hombros como ya sospechaba traía su mochila pesada. Debíamos entregar un seminario esta semana, pero en días diferentes. Acomodó sus cosas en el sofá y se sentó como si estuviese en su casa.

—¿Dónde está Hailey?—preguntó mirando para todos lados.

—Ella está ¿Dónde?—me burlé y él puso los ojos en blanco— .Esa señora es una caja de sorpresas. A veces esta y otras no.

—Bueno, ¿Cuándo nace el bebé de Javier?— preguntó entusiasmado— .Debes estar feliz por ser hermana otra vez.

—Me siento feliz por su nacimiento y de que mi padre sienta otra vez esa necesidad de hacer un niño feliz.

—Me habías dicho algo sobre un poema, quiero leerlo. También burlarme, de seguro es muy cursi.

Segundos después de cogerlo en sus manos comenzó a burlarse. Intentaba hablar, pero su risa le ahogaba hasta poner su rostro bien rojo.

—Me gustó— dijo calmándose un poco.

—¿Entonces por qué te reías? Estaba a punto de golpearte— dije algo molesta, odio cuando me hacen sentir una idiota.

—No era por ti, era por Pablo— hizo una pausa y solo sonrió— .Una vez dijo que él no se imaginaba siendo la inspiración de alguien. Mírate a ti, no eres la novia y ya le hiciste un poema.

—Eres un real idiota…Camilo— puse mis ojos en blanco y le arrebaté mi poema de sus manos—.Espero que te roben, aunque no dudo que te devuelvan rápido. El poema no es inspirado en él. Idiota consentido y mal creado.

—No seas cruel, sabes que te quiero— dijo y puso una carita tierna. Me senté a su lado y le abracé.

—Aunque no lo creas, tu eres uno de esos lugares donde me siento libre— le miré a los ojos— .Eres mi mejor amigo y te elegí porque no existen dos como tú.