Capítulo 7🌻

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Capítulo 7…
 
       En mi salón había paz, ningún profesor dentro. Es absurdo, pero pienso que me atormenta más la escuela, que el ruido que hacen mis compañeros. Fernanda también estaba ausente, algo que normalmente hace dos o tres días a la semana.

Abrí wattpad y comencé a leer “Damián”. La historia la estaba prácticamente terminando. Pero, me asombró el secreto de Eris, no esperaba que eso sucediera.

Sonaba en mis pequeños auriculares “Angels like you” de Miley Cyrus. Que privilegio escuchar esa canción y más en la parte que dice <<I know that you’re wrong for me, gonna wish we never met on the day I leave. I brought you down to your knees>>

La arrugada profesora de química interrumpió mi paz. Sus ojos malhumorados hicieron contacto con cada uno de nosotros. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, menuda señora a falta de noches de placer. Quizás eso explica porque es tan amargada.

—Saquen su tarea, seleccionaré a dos para que hagan una lectura para sus compañeros.

<<No la hice>> joder ¿ahora que me hago? Tengo que fingir que sí, quizás solo por eso me libre de ella. Puse mi mejor carita de astuta y la miraba confiada ¿No tiene por qué mandarme?. Rápido busqué en internet una respuesta al ejercicio, una muy estúpida para ser el último año de bachiller << ¿Que es el pH?>>. Rápido escribí un concepto en mi libreta, quizás algo corto y tenga un regaño, pero no sería tan grave.

—Victoria—llamó y mi cara lo dijo todo, que mujer tan ¡Ah! Odiosa—. ¿Qué haces?

—Encabezo la clase.

—Es decir, usted hizo la tarea. Es de suponer—cruzó sus brazos y aparentó ser la señora más arrogante que, en realidad, si era—. ¿Puede leerla?

—El pH es una medida que indica la acidez o la alcalinidad del agua— hice una pausa para observarla. Su rostro seguía siendo el mismo—. Se define como la concentración de iones de hidrógeno en el agua.

—Esta corta, pero aceptable— elevó sus cejas y apretó sus labios demostrando aprobación.

Resoplé un poco, siempre que miraba la hora pasaban los minutos como un caracol. El tiempo se sentía pesado, tal vez porque las clases eran demasiado aburridas. Y es lo peor, tener un maestro que no te motive a aprender, como lo hace ella. No sabe cómo llegar al estudiante y motivarlo a aprender química.

Salí de mi salón cuando sonó el timbre de los cinco minutos de descanso. Camilo estaba  leyendo un libro, milagrosamente solo. En estos tiempos una persona que lee en este centro sería tratado muy mal. Con un pequeño impulso fui hasta él, para sentarme a su lado y molestarlo.

—Hola— susurró sin quitarle la vista al libro.

—Veo que sientes la ausencia de Pablo.

—En realidad, disfruto su ausencia—bromeó bajando el libro—. ¿Fernanda tomó el día de hoy como feriado?

—Sí, es algo normal en ella— pegué mi cabeza a su brazo y tomé su mano.

—No sé cómo andas con ella. No es mala persona, pero ustedes dos son diferentes.

—De eso se trata tener amigos. Los aceptas por quienes son y sin quejarte de sus defectos. Valoro las virtudes que tiene. Es un poco loca, pero siempre ha estado a mi lado. Honestamente, no puedo quejarme.

—No puedes, estarías desafiando a la naturaleza. Ella fue creada así, te toca aceptarla porque a usted nadie le obligó a ser su amiga— su tono era bajo. Lo hacía siempre que daba un mensaje filosófico.

—Ni siquiera mi madre suena tan sabia cuando habla de lo importante que es en la casa— dije apartándome de él.

Quería contarle a mi mejor amigo mis tormentos, sería demasiado egoísta porque él tiene los suyos. Recién falleció su abuela materna y su hermano Leonardo está en rehabilitación No quería ser otra carga, porque es demasiado injusto o así lo veo yo.

Una llamada de Pablo interrumpió mis intentos de sacar tema. La voz de camilo sonaba preocupada, algo tenía Pablo y por eso se ausentó. No pude evitarlo, quería saber esos motivos y miré fijamente a Camilo.

— ¿Qué tiene Pablo?—pregunté con el entrecejo fruncido.

—Solo vómitos.

—¿Solo eso?—apreté mis labios haciendo una mueca—. ¿Entonces por qué tu cara de preocupación?

—Eso…—comenzó a reírse, pero la aguantó un poquito cuando vio mi rostro serio—. Solo me dijo algo sobre la cancelación del anime que esperábamos ver.

—¿Por qué sonabas preocupado entonces? —pregunté cruzando los brazos—. Eso no tiene por qué preocuparte.

— ¿Cómo?—dijo sereno. Me tomó por los hombros y abrió los ojos como plato—. Llevo meses esperando ese anime. Pero, lo cancelaron porque el tráiler tuvo varias quejas. Según muchos, se manejaba el abuso y violencia, los adultos se quejaron.

—Lastima, espero que puedas superarlo— sabía que eso no sería fácil. Camilo lloró porque demoraba en salir una versión nueva del Mortal kombat.

—Sí—habló bajito con los ojos aguados—. Déjame, ha caído un compatriota.

—Solo es un anime, no puedes llorar por eso— abrió la boca y me miró ofendido, pero le hice una mueca y solo se quedó tranquilo—. Debo irme, tengo clases con el profesor de biología y entrar tarde no es una buena idea.

Ya debía irme para mi casa, pero honestamente no quería hacerlo. Los monstruos que me esperan son más grandes que esos que se escondían bajo mi cama de pequeña. Mi madre andaba más agresiva que nunca, me golpeaba sin razón y luego empezaba a llorar arrepentida. Mi padre se fue de casa junto con la familia de la muchacha y mi hermana aumentó sus horas de trabajo.

Las calles estaban pobladas de estudiantes y adultos vestidos de trajes con corbata. La brisa de octubre era fría, debería tomar un abrigo antes de irme para la escuela. Las hojas de los arboles ya tenían el color bonito que pasa en esta época. La ciudad parecía una foto antigua.

Estaba justo delante de mi edificio, con un pie dentro y otro fuera. No quiero entrar, no sé cómo se encuentra mi madre en estos momentos.

Abrí la puerta de mi apartamento, estaban abiertas las cuatro ventanas de cristal y la puerta del balcón. Los muebles blancos estaban cambiados de lugar y los cuadros en familia fueron sustituidos por fotos donde solo estábamos nosotras tres.
Mi madre salió de la cocina con un delantal rosado que decía “Amamos a mamá” y los guantes de hornear floreados. Su pelo estaba corto y se había maquillado, le veía diferente.

—¡Victoria! Hija mía—dijo acercándose para besarme en la frente.

—¿Estas bien? — pregunté asustada. Tal vez había cruzado la puerta que cruzó Coraline y ella no era mi madre, solo la que yo deseaba tener.

—Claro, he sido ascendida y no vivimos con tu padre. He horneado tus galletas favoritas. Sé que te gusta comer la masa antes de hornearla por eso te guardé el pozuelo donde lo hice.

—Primero me bañaré, ya salgo y continuo con eso.

Entré en mi cuarto, aun perpleja de que no hubiese recibido el golpe de hoy. Estiré mi cuerpo y puse mi uniforme a un lado. Solo éramos mi ropa interior y yo en aquella pequeña habitación.

Dejé que el agua tibia recorriera mi cuerpo, para luego crear mucha espuma en mí.

Me quité cualquier rastro de la calle, me abrigaría bien y comería lo que me dejó mi madre viendo alguna serie. Quizás olvide que tenga tareas, no pretendo hacerlas. No hoy y puede que sí mañana antes de entrar a las clases.

…Nota de la autora…❤️
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo… Besos ❤️❤️

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No hay diferencias en el amor©️ [COMPLETO]✔️Where stories live. Discover now