Capítulo 15🌺

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Capítulo 15:

…Narra Pablo…

    Me pareció extraño no verle en la escuela hoy, pero por la tarde fue inevitable. Lucía su uniforme aun impecable y casi no llevaba ropa que pudiera abrigarle. Aunque sabía que mi abrigo iba a quedarle muy grande, decidí prestarselo.

Después de nuestro primer beso, la percepción de sentirme confundido iba tomando forma. Ella me gusta, pero no lo suficiente para retenerla en mi vida. Prefiero perderla, antes que luchar porque algo funcione con ella. También confirmó que le gusto, motivos suficientes para alejarme.

Volví a besarla hoy, mis ganas de sentirla son muy fuertes. El sabor de sus labios es  único, cualquier hombre se enamoraría de ellos. El roce de mis dedos en su delicada piel hace que quisiera desnudarla y poseer cada parte de su cuerpo. Pero, quedaría como el cobarde que jugó con ella y Camilo me contó que ya existió alguien así. Quizás por eso, aún conserva sus ojitos tristes.

—Debería darte tu abrigo— interrumpió mis pensamientos— . Yo debo irme— comenzó a quitarse el abrigo y la detuve dándole un tirón a la prenda.

—Quédate con él, te lo regalo— ¿Por qué quise dejarle el abrigo?. Ella no es alguien que use prendas tan anchas.

—¿Te puedes meter en líos por esto?—negué.

—Mi madre hace mucho tiempo no tiene que preocuparse por pagarme algo.

—Gracias. Ahora debo irme— solo levantó su mano y se marchó. 

La seguí con la mirada hasta descubrir cuál era su edificio. Era muy cerca de aquí y solo tenía que caminar unos pasos. Monté en mi bici y fui directo hasta mi casa. El apetito, el frio y el cansancio se apoderaron de mí. Necesitaba una taza de chocolate caliente. Mi cuerpo dejó de sentirse bien cuando perdí el calentamiento jugando baloncesto.

—¿Dónde está tu abrigo?— preguntó mi mamá confundida. Ella me vio salir de casa.

—Se lo regalé a una compañera. Estaba fuera de su casa por disgusto y lo necesitaba más que yo—mi madre abrió los ojos como plato. No suelo tener esta especie de detalles, menos con una chica. Pero, Victoria no era una cualquiera, ella me gustaba un poco.

—¿Ella te gusta?— noté picardía en su voz y tenía que quitarle esa absurda idea de una nuera— .Quiero conocerla.

—¿Para qué?— hice una especie de mueca. Mi madre comenzaba a ver fantasmas donde no los hay.

—Ya sabes, quiero conocer a esa chica.

—No es mi novia, no lo será nunca— traté de sonar frío y cortante. Normalmente ella se detiene cuando siente mi voz así— .Madre voy a ducharme con agua bien caliente. ¿Puedes prepararme un chocolate como solo tú lo sabes?— esta vez fui más noble. Solo bufó y se levantó a hacerlo.

…Narra Victoria…

Miraba como boba el abrigo de Pablo, me hacía sentir muy bien. Estaba puesto de una forma organizada sobre la silla de mi ordenador.

Fui hasta el espejo del baño. Los moretones estaban como si fueran recién hechos. Quité toda mi ropa y me observé al espejo. Aún seguían mis complejos con él, pero estaba tan ocupada que no pensaba mucho en ellos. Aun veía lo pequeños que eran mis senos. Odiaba cada parte de mí porque nadie me enseñó a quererme. Ahora menos iba a hacerlo, tengo la cara del color de una uva.

Dejé que el agua caliente recorriera mi cuerpo, era muy relajante. También, tenía la paz de saber que mi madre no estaba en casa. Disfrutaba la tranquilidad y la espuma en una sola ocasión era lo mejor. Solo me faltaba la música de fondo. Un buen tema de Taylor Swift, Imagine Dragons o Lil Nas x, solo me faltaba eso.

No hay diferencias en el amor©️ [COMPLETO]✔️Where stories live. Discover now