columpios

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KAREL

"Nos vemos en los columpios a las 5:00 pm :)"

Había recibido ese mensaje de Violet.

"Ahí estaré"

Violet y yo vivíamos en la misma calle, tan solo separados por el parque, que estaba enfrente de nuestras cosas. Desde que nos volvimos amigos siempre vamos a los columpios del parque para hablar, es como nuestro lugar especial, aunque dentro de poco no lo será más, pues ambos nos vamos a la universidad, en diferentes lugares.

Finalmente el reloj marcó las 5:00 pm, así que salí hacia el parque. Ella ya se encontraba ahí, su cabello brillaba con la luz dorada del atardecer sobre ella. Estaba de espaldas. Me senté a su lado y exclamé:

—Hoy hace buen clima, ¿no crees?

—En efecto... ¿crees que en Granada el clima sea muy diferente?

—No lo sé, pero sé que hace buen clima... o eso dicen.

—Y en California, ¿cómo crees que será el clima? —preguntó y empezó a balancearse suavemente—

—No he pensado mucho en eso, pero creo que será agradable... —empezaba a notar la expresión de ella—, pero sin importar donde estemos Dios estará con nosotros, y me aseguraré de llamarte a diario.

Ella se detuvo y fijó su vista en mis ojos.

—Karel, te voy a extrañar mucho —dijo con algo de nostalgia—

—Yo también te extrañaré Violet.

Se levantó del columpio y exclamó:

—¿Te puedo dar un abrazo?

Yo también me levanté del columpio

—Claro que sí —y mientras decía esto ella me abrazó—

Comencé a sentir algunas lágrimas en mi pecho, ella estaba llorando. Sabía que, aunque batallaba por no hacerlo, no había podido controlar las lágrimas. No dije nada, tan solo me quedé quieto, sosteniéndola en mis brazos mientras ella continuaba aferrada a mí.


VIOLET

Estaba abrazando a Karel. Aunque todavía teníamos 2 semanas para estar juntos sabía que si no lo abrazaba y lloraba en este momento cuando nos despidiéramos sería peor y más doloroso.

—Te quiero Karel. Eres mi mejor amigo y estoy agradecida con Dios por tenerte en mi vida —tenía mis ojos cerrados y me aferré a él—, te voy a extrañar mucho.

—Yo también te quiero —pude sentir como delicadamente ponía su mano sobre mi espalda y comenzó a darme palmadas—, y aunque estemos separados te seguiré queriendo.

Puedo sentir que este momento es un momento que atesoraré. No lo estoy abrazando como el chico que me gusta, sino como mi mejor amigo, el chico que me ha apoyado y cuidado durante los últimos años, la persona con la que he reído y he llorado.

Lentamente me separé de él.

—Ahora mi playera está llena de tus lágrimas y mocos

—¡No es mi culpa! Quiero decir... no quería llorar, pero no pude —y al decir esto le dí un ligero golpe en el pecho—

—Vaya, esto es lo que me gano por consolarte y ser tu amigo, golpes —dijo sarcásticamente mientras fingía que le dolía el golpe—, auch.

—Cállate De Vries —contesté limpiando los rastros que las lágrimas habían causado en mi rostro—

—Como digas "Violeta" —contestó haciendo énfasis en la palabra "Violeta"—

Ambos nos volvimos a sentar en los columpios. Definitivamente extrañaré estos momentos. 

ES UN 10 PERO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora