Violet es una chica que quiere guardar su corazón para su futuro esposo. Sin embargo, sus sentimientos por Karel no lo hacen fácil. ¿Qué pasará al final?
Es un 10 pero... es mi mejor amigo.
Sostenía una luz de bengala junto con mi familia y la de Karel. Todos los años, mi familia y yo salimos a encender bengalas en Año Nuevo, y resulta que no solo es tradición de los Álvarez, sino que también es una tradición de los De Vries.
—¡Karel! ¿Puedes tomarme una foto? —dije mientras le daba mi celular—
—Claro Violet
—¡Ahora una juntos!
Karel se acercó y tomamos nuestras primeras fotos del año.
—¡Hermano! ¡Ven a tomarte una foto conmigo! —dije mientras me acercaba a mi hermano—
Karel fue el encargado de tomar mis fotos, y debo decir que es muy bueno tomando fotos.
Fue una velada maravillosa. Y, por alguna razón, sé que pasará un tiempo hasta que volvamos a estar así. Juntos.
TRES AÑOS DESPUÉS
—¡Amalia! ¿Cómo estás? Hace tiempo que no hablamos.
Los sábados Amalia y yo tratábamos de hacer videollamadas, ya sabíamos a qué hora llamarnos, y era algo muy bueno poder hablar con mi amiga.
—Estoy bien, gracias a Dios, este semestre ha sido un poco pesado.
—Ni que lo digas, estoy igual, he pasado un par de horas estudiando, ha sido complicado. He salido muy tarde, y este fin de semana lo estoy usando para tratar de relajarme un poco. Pronto empezarán mis prácticas, las haré en un hospital que es muy mono, cuando esté ahí te enviaré algunas fotos.
—¿Y cómo está Jonatán? Sé que empezó a trabajar en una empresa.
—Le va de maravilla. Es muy bueno es su trabajo, ha hecho una buena elección al coger ese empleo. Pero... ¿por qué preguntas?
—Solo es... curiosidad. ¿Te cortaste el cabello?
—Sí, ¿se ve bien? No sabía que hacer con mi pelo, así que he decidido cortarlo, además, así lo siento mejor.
Me acerco al espejo para que pueda ver mejor el corte
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—Te queda muy bien.
—Gracias.
—¿Se lo has mostrado a Karel?
—¡Amalia! —digo casi en un grito—
—¿Qué?
—Aún no.
—¿Te sigue gustando? —pregunta curiosa—
—Yo... —dudo por un segundo— no estoy segura de lo que siento. Tal vez confundí nuestra amistad con otra cosa, o tal vez realmente me gusta. La verdad es que no he pensado mucho sobre eso.
—¿Hace cuánto que no se ven en persona?
—Casi dos años...
A decir verdad, quiero verlo, quiero averiguar qué es lo que siento por él. Ya no somos unos niños, somos adultos, pero tengo miedo de saber si lo siento es más que un enamoramiento. A pesar de la distancia, nuestra amistad no se ha roto, sino que se ha fortalecido. Hablamos por mensajes, notas de voz, videollamadas e incluso fotografías. Nuestra relación es muy buena... pero tengo miedo, de que durante estos años él se haya enamorado de alguien, y que yo solo quede como su mejor amiga.
—Vaya —exclama Amalia haciendo que vuelva a la realidad—, ha pasado un tiempo.
No sé que más decir. Y por un minuto, ninguna de las dos habla.
—Bueno... tengo que terminar un proyecto para el lunes, así que, luego hablamos. Te quiero
—Yo te quiero más. Adiós.
Durante el resto de la tarde, mi corazón empezó a debatir lo que sentía por Karel. Ya había tratado de ignorarlo y eso no ayudó, tal vez el pensar y reflexionar acerca de mis sentimientos sería una mejor opción.
Durante las próximas dos semana estuve muy ocupada, era el final del semestre y tuve varios exámenes, pero por fin serían las vacaciones de verano.
El primer lunes sin clases, fue una mezcla de emociones para mí. Me desperté, fui al baño, desayuné, me lavé los dientes y la cara, me cambié de ropa, hice mi rutina matutina de skincare y me puse un poco de gloss en los labios. Ordené el pequeño desastre que había hecho al arreglarme y tomé mi tote bag. Me sentí satisfecha con el resultado de mi outfit.
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Me dirigí a la puerta, y al abrirla, me quedé congelada. "¿Acaso es un sueño?" Me pregunté internamente.
