¿y ahora qué?

8 2 0
                                    

KAREL

Este día con ella se ha sentido una eternidad.

Esta noche me quedaré a dormir en su casa, y obviamente Jonatán está presente, de otra forma estoy seguro de que ninguno de los dos hubiera permitido estar en un lugar a solas con Violet.

Sólo me quedaré en Granada dos días, porque tengo que ir a Haarlem, la ciudad en que nací, mis padres le dijeron a mis abuelos que iría durante el verano, y ya prepararon todo para mi estancia allá. Por eso quise ver a Violet antes de irme a Haarlem. Hace muchos años que no veo a mis abuelos en persona, ni que estoy en mi país. Pero lo que más me preocupa es el idioma, no he hablado mucho en neerlandés, salvo lo que hablo con mis padres.

—¿Quieres acompañarme a la farmacia? —preguntó Violet distrayendo mis pensamientos—

—¿Estás bien? ¿Te sientes mal? —instintivamente coloqué mi mano en su frente para comprobar su temperatura—

—Estoy bien... es sólo que necesito comprar algunas cosas —dijo mientras frotaba su vientre algo avergonzada—

—Ohhh entiendo. Claro, te acompaño.

Ella aún no sabía que me voy a Haarlem mañana, así que decidí decirle...

—¡Rayos! ¿Por qué esto empezó esta semana? ¡Justo cuando tú llegas! Hay tantas cosas que quiero que hagamos, y muchos lugares que quiero recorrer contigo...

—Violet, tengo algo que decirte —y mientras decía eso me detuve—

—¿Pasa algo malo?

—No es eso... es sólo que yo... me voy a Haarlem mañana.

Al decir esto, noté la desilusión en su rostro, eso me entristecía. Tenía tantas ganas de seguir con ella en Granada, pero no podía hacerlo.

—¿Hablas en serio?

—Sí... yo... por eso decidí venir a verte antes, el tren que tomaré sale a las 12:00 pm de mañana.

—Entiendo, pero, al menos fue bueno poder verte antes... gracias por venir a verme.

—Prometo que antes de regresar a Estados Unidos volveré a visitarte.

—¡Sella tu promesa! —exclamó mientras me extendía su mano—

Me acerqué y ambos entrelazamos nuestros dedos meñiques en señal de promesa.

Fuimos a la farmacia y Violet compró lo que necesitaba, tomó una pastilla y empezamos a caminar de vuelta.

—Espera, antes de volver, quiero que veas algo.

Nos desviamos del camino a la casa y caminamos por calles que se veían hermosas. Subimos un par de escaleras hasta que finalmente llegamos a un lugar.

—¡Amo la vista desde aquí! Tal vez no es el lugar más hermoso de Granada, pero sin duda tiene un encanto especial.

Ambos permanecimos en silencio mientras veíamos el paisaje.

—Es muy hermoso.

—Cuando estés en Haarlem, toma muchas fotos para mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Cuando estés en Haarlem, toma muchas fotos para mí.

—Lo voy a hacer.


*Día siguiente. Estación de tren, 11:38 am*

VIOLET

—Cuídate mucho, llevas suficientes snacks para el camino ¿cierto?

—Sí, no te preocupes

—Toma.

Le extendí un pequeño sobre de carta.

—¿Y esto?

—Para que no te aburras en el camino... o bueno, para que durante un rato pueda hacerte sonreír aunque no esté ahí —enseguida me retracté de lo que dije, sonó muy cursi—, olvida lo que dije, sólo coge el sobre.

—Está bien, está bien, tranquila.

—Karel... —y al decirlo mi voz sonó triste— te quiero.

Él se acercó y me abrazó.

—Yo también te quiero.

Lo solté y me separé de él.

—Nos vemos pronto.

—Adiós Violet, te llamo cuando llegue.

—Está bien, nos vemos.

Esperé a que subiera al tren. A través del cristal de la ventana agitaba su mano. Y después, poco a poco, desapareció de mi vista, otra vez.


KAREL

En cuanto llegué a Haarlem, después de saludar a mis abuelos, llamé a Violet, cené y me retiré a descansar, había sido un día agotador.

Violet tenía razón, esa carta que me había dado me hacía sonreír. Volví a leerla estando en la habitación que mis abuelos me habían preparado. Había sido de mi papá, y ahora, yo estaba aquí.

"KAREL:

¡Gracias por visitarme! Fue un tiempo increíble. Extrañaba platicar contigo y poder salir juntos. Asegúrate de tomar muchas fotos de los lugares en los que estés, y no te olvides de llamarme. 

Te quiero mucho mejor amigo, nos vemos pronto... y me quedé sin ideas de que más escribir jajaja, no pero, hablando en serio, quiero que disfrutes tu tiempo en Haarlem, sé que puede ser un poco incómodo al principio, pero estoy segura de que estarás bien. 

Cuídate ¡y consigue un tulipán para mí!

(Un pequeño recordatorio. Eclesiastés 11:9)

De tu mejor amiga: VIOLET :)"



—Dios... ¿qué hago? Realmente la quiero, pero, no quiero hacer algo imprudente. Ayúdame.

En ese momento sentí una paz, y una palabra permaneció en mi mente. ESPERA.

ES UN 10 PERO...Where stories live. Discover now